1 Aconteció después de la mot Moshé eved Hashem, que Hashem habló a Iehoshúa ben Nun, mesharet Moshé, diciendo:
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וַיְהִ֗י אַחֲרֵ֛י מ֥וֹת מֹשֶׁ֖ה עֶ֣בֶד יְהוָ֑ה וַיֹּ֤אמֶר יְהוָה֙ אֶל־יְהוֹשֻׁ֣עַ בִּן־נ֔וּן מְשָׁרֵ֥ת מֹשֶׁ֖ה לֵאמֹֽר׃
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Comentario
1a. Aconteció después: O y después; el libro comienza como si algo hubiera ocurrido antes, está conectado con, y de hecho, parece ser el último capítulo del libro de Deuteronomio, que trata sobre la muerte de Moshé. Siendo Ieshúa el redactor de los últimos ocho versículos de ese capítulo, como afirman los rabinos del Talmud (b. Bava Batra 14.2), y habiendo escrito también este libro, como se ha visto, continúa con la historia de sus propios asuntos en estricta conexión con ese relato, comenzando donde aquel terminó; es decir, en la muerte de Moisés, cuyo carácter aquí se describe como siervo del Señor, y un siervo fiel fue en todas las cosas que le pertenecían, y en todo lo que le fue ordenado por Hashem (véase Dt 34:5).
1b. Eved Hashem: Es decir, siervo de Hashem, término reservado para aquellas personas que redirigen todas sus energías, y moldan todas sus motivaciones hacia el servicio de Hashem. Solo tres personas son llamadas "mi siervo"; Avraham, Calev y Moshé. Todos los demás siervos de Elohím son llamados "siervos de Hashem". La razón es que Avraham, Calev y Moshé, nunca se refirieron a ningún hombre como "mi señor" ni ellos se refirieron como "vuestro siervo" hacia ningún hombre.
1c. Iehoshúa bin Nun: En Nm 13.8, 16, la Torá indica que el nombre primero de Iehoshúa era Oshea, pero Moshé le llamó Iehoshúa. Es de notar que no le cambió el nombre, solamente le llamó Iehoshúa, que significa "él será el salvador" (iyé hu iashá), en alusión al Mashíaj llamado por el mismo nombre, porque en él será salvado el pueblo de Israel, la verdadera salvación de Israel (cf. Mt 1.21). En Eclo. 46 el elogio de Iehoshúa, el cual fue grande “según el nombre que llevaba”. Normalmente el vocablo hebreo para hijo es "ben" con segol, pero en relación a Iehoshúa aparece con jiriq, es decir, "bin Nun", al parecer, para simplificar la pronunciación. Pero el hebreo "bin Nun" puede leerse como una sola palabra: "binún", es decir, "alguien entendido". Nun es también la letra hebrea con el valor numérico de 50, y en la literatura rabínica el número 50 representa la eternidad, es decir: Iehoshúa hijo del Eterno: una referencia a Iehoshúa hijo de Dios, el Mashíaj.
1b. Eved Hashem: Es decir, siervo de Hashem, término reservado para aquellas personas que redirigen todas sus energías, y moldan todas sus motivaciones hacia el servicio de Hashem. Solo tres personas son llamadas "mi siervo"; Avraham, Calev y Moshé. Todos los demás siervos de Elohím son llamados "siervos de Hashem". La razón es que Avraham, Calev y Moshé, nunca se refirieron a ningún hombre como "mi señor" ni ellos se refirieron como "vuestro siervo" hacia ningún hombre.
1c. Iehoshúa bin Nun: En Nm 13.8, 16, la Torá indica que el nombre primero de Iehoshúa era Oshea, pero Moshé le llamó Iehoshúa. Es de notar que no le cambió el nombre, solamente le llamó Iehoshúa, que significa "él será el salvador" (iyé hu iashá), en alusión al Mashíaj llamado por el mismo nombre, porque en él será salvado el pueblo de Israel, la verdadera salvación de Israel (cf. Mt 1.21). En Eclo. 46 el elogio de Iehoshúa, el cual fue grande “según el nombre que llevaba”. Normalmente el vocablo hebreo para hijo es "ben" con segol, pero en relación a Iehoshúa aparece con jiriq, es decir, "bin Nun", al parecer, para simplificar la pronunciación. Pero el hebreo "bin Nun" puede leerse como una sola palabra: "binún", es decir, "alguien entendido". Nun es también la letra hebrea con el valor numérico de 50, y en la literatura rabínica el número 50 representa la eternidad, es decir: Iehoshúa hijo del Eterno: una referencia a Iehoshúa hijo de Dios, el Mashíaj.
2 Moshé Avdí (Mi Siervo Moshé) ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Iardén, tú y qol haam hazé (todo este pueblo), a HaÁretz (la tierra) que yo les doy a los benéi Israel (hijos de Israel).
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מֹשֶׁ֥ה עַבְדִּ֖י מֵ֑ת וְעַתָּה֩ ק֨וּם עֲבֹ֜ר אֶת־הַיַּרְדֵּ֣ן הַזֶּ֗ה אַתָּה֙ וְכָל־הָעָ֣ם הַזֶּ֔ה אֶל־הָאָ֕רֶץ אֲשֶׁ֧ר אָנֹכִ֛י נֹתֵ֥ן לָהֶ֖ם לִבְנֵ֥י יִשְׂרָאֵֽל׃
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Comentario
2a. Mi siervo ha muerto, ahora pues levántate: Parece que la razón por la cual deben de ingresar a la tierra prometida es por la muerte del siervo de Hashem: Moshé. Esta es una alusión del Redentor, porque, así como el primer redentor será el segundo redentor: como después de la muerte de Moshé, el pueblo de Israel puede entrar a la tierra prometida, así después de la muerte de Iehoshúa el Mashíaj, el pueblo de Israel puede entrar a la vida eterna. Pero también habla de la resurreción de Iehoshúa hijo del Eterno. Es por esta razón que luego de la muerte de Moshé (figura de la muerte del Mashíaj) dice a Iehoshúa mismo קוּם (levántate), que puede leerse "resucita" como figura de la resurrección de Iehoshúa el Mashíaj, que fue levantado (resucitado) de entre los muertos, tres días después de muerto, así como Iehoshúa bin Nun se levantó al tercer día (véase verso 11).
2b. levántate: La tradición judía (Abarbanel) dice que Iehoshúa bin Nun había estado sentado en posición de luto por causa de la muerte de Moshé, pero la ley judía establece que el luto debe de durar treinta días, por lo tanto, Hashem le dijo a Iehoshúa bin Nun: "levántate".
2c. Iardén: Nicolas Abram observa que el hebreo «Jordán» (heb. ירדן, Iarden - De este río salen cuatro ríos mencionados por Ben-Sirá 24:25), proviene de יאר עדן, (Iar Eden) «el río del Edén», de donde obtiene su nombre de Jordán (heb. ירדן, Iarden). Nicolás Abram (Pharus Vet. Test. l. 2. c. 16. p. 56-57) sobre Gn 2.10 observa que este jardín del Edén estaba en la tierra de Judea al oriente, junto al lago de Genesaret o Tiberíades, y el lago de los asfaltitas, llamado mar Muerto, y abarca, en su compás, el famoso valle, o la gran llanura, y las llanuras de Jericó, gran parte de Galilea, y todo el trecho por el que fluye el Jordán, desde Genesaret hasta el país de Sodoma. Fue en este río donde Ieshúa fue bautizado por Iojanán el Bautista. En este río, donde la presencia de Dios fue revelada por medio del bautismo de Ieshúa, mediador del Nuevo Pacto (véase Heb 12:24), fue donde también después del Éxodo de Egipto, se le entregó a Moisés, mediador del pacto entre Dios y los israelitas, las tablas de la Torá, mientras los israelitas estaban acampados cerca del río Jordán (Nm 35:1).
2b. levántate: La tradición judía (Abarbanel) dice que Iehoshúa bin Nun había estado sentado en posición de luto por causa de la muerte de Moshé, pero la ley judía establece que el luto debe de durar treinta días, por lo tanto, Hashem le dijo a Iehoshúa bin Nun: "levántate".
2c. Iardén: Nicolas Abram observa que el hebreo «Jordán» (heb. ירדן, Iarden - De este río salen cuatro ríos mencionados por Ben-Sirá 24:25), proviene de יאר עדן, (Iar Eden) «el río del Edén», de donde obtiene su nombre de Jordán (heb. ירדן, Iarden). Nicolás Abram (Pharus Vet. Test. l. 2. c. 16. p. 56-57) sobre Gn 2.10 observa que este jardín del Edén estaba en la tierra de Judea al oriente, junto al lago de Genesaret o Tiberíades, y el lago de los asfaltitas, llamado mar Muerto, y abarca, en su compás, el famoso valle, o la gran llanura, y las llanuras de Jericó, gran parte de Galilea, y todo el trecho por el que fluye el Jordán, desde Genesaret hasta el país de Sodoma. Fue en este río donde Ieshúa fue bautizado por Iojanán el Bautista. En este río, donde la presencia de Dios fue revelada por medio del bautismo de Ieshúa, mediador del Nuevo Pacto (véase Heb 12:24), fue donde también después del Éxodo de Egipto, se le entregó a Moisés, mediador del pacto entre Dios y los israelitas, las tablas de la Torá, mientras los israelitas estaban acampados cerca del río Jordán (Nm 35:1).
3 Y dijo Elohím: “Haya luz”; y hubo luz.
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וַיֹּ֥אמֶר אֱלֹהִ֖ים יְהִ֣י א֑וֹר וַֽיְהִי־אֽוֹר׃
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Comentario
3. Y dijo Elohím: La manifestación de Dios es el Habla. Esta expresión vaiómer Elohim (y dijo Dios) aparece 9 veces en todo Gn 1. Quizás era de esperarse diez y no nueve veces la aparición de esta expresión, así como la Diez Palabraz (Éx 20), pero la primera vez que Dios habló no aparece en el relato de Gn 1, pero el Salmista dijo: "Por medio del Habla /Davár fueron hechos los cielos" (Sal 33.6).
3a. Sea la luz: La expresión Luz no se refiere a la luz solar, el sol, creado en el cuarto día, es únicamente portador de luz. Aquí la referencia es a la luz como radiación electromagnética y onda de energía. La luz nacida de Elohim es una cosa, la luz que Elohím creó es otra cosa: la luz nacida de Elohim es la Jojmá y Davár de Elohim, pero la luz de Gn 1.3 fue creada por el Habla de Elohim. La mente hebrea no tenía, pues, ninguna dificultad para pensar en la existencia de la luz antes de los cuerpos celestes. El sol y la luna rigen el día y la noche, pero la luz y la oscuridad existen independientemente de ellos. No son sólo la luz y las tinieblas, sino el día y la noche, e incluso la alternancia de la tarde y la mañana (v. 5), lo que se representa como existente antes de la creación del sol.
3b. Sea la luz: Vaiómer Elohím vaiehí or: Y dijo Elohím sea la luz. Con el cambio de las niqudot o puntos masoréticos, el texto puede leerse: Vaimar Elohim yihi or. Esto se traduce como: El Cordero de Dios es la luz. Porque aquí también existe una lectura midrásica en alusión al Hijo de Dios que es la luz del mundo.
3a. Sea la luz: La expresión Luz no se refiere a la luz solar, el sol, creado en el cuarto día, es únicamente portador de luz. Aquí la referencia es a la luz como radiación electromagnética y onda de energía. La luz nacida de Elohim es una cosa, la luz que Elohím creó es otra cosa: la luz nacida de Elohim es la Jojmá y Davár de Elohim, pero la luz de Gn 1.3 fue creada por el Habla de Elohim. La mente hebrea no tenía, pues, ninguna dificultad para pensar en la existencia de la luz antes de los cuerpos celestes. El sol y la luna rigen el día y la noche, pero la luz y la oscuridad existen independientemente de ellos. No son sólo la luz y las tinieblas, sino el día y la noche, e incluso la alternancia de la tarde y la mañana (v. 5), lo que se representa como existente antes de la creación del sol.
3b. Sea la luz: Vaiómer Elohím vaiehí or: Y dijo Elohím sea la luz. Con el cambio de las niqudot o puntos masoréticos, el texto puede leerse: Vaimar Elohim yihi or. Esto se traduce como: El Cordero de Dios es la luz. Porque aquí también existe una lectura midrásica en alusión al Hijo de Dios que es la luz del mundo.
4 Vio Elohim que la luz era tov (buena; hermosa); y dividió Elohim la Or (luz) de la joshej (tinieblas).
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וַיַּ֧רְא אֱלֹהִ֛ים אֶת־הָא֖וֹר כִּי־ט֑וֹב וַיַּבְדֵּ֣ל אֱלֹהִ֔ים בֵּ֥ין הָא֖וֹר וּבֵ֥ין הַחֹֽשֶׁךְ׃
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Comentario
3. Vio Elohím que la luz era tov (buena; hermosa): Es decir, hermosa y conveniente para su creación y los seres humanos. Esta luz era la luz creada para el ser humana, pero existe una alusión midrásica al Davár de Dios, por quien fue hecha esta luz, y este Davár es la luz verdadera para todos los hombres (cf. Jn 1.4, 9). Así como la luz ilumina al hombre en su caminar diario, y bajo ella no tropieza o cae, como en la noche (Jn 9:9-10), así el ser humano, caminando moralmente a la “luz” de la Torá, de la Sabiduría o del Habla divino, no tropieza ni cae en su marcha moral hacia Dios: “Tu Habla es lámpara para mis pasos, una luz en mi sendero” (Bar 3:38-4:3; Sal 119:105; 19:9; Pro 4:18-19; 6:23; Sab 6:12; 7:10.30; Ecl 2:13).