Sheláj
Envía — שְׁלַח
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TORÁ: Números 13.1-15.41
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HAFTARÁ: Josué 2.1-24
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KÉTE"R: Mateo 10.1-15
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Resumen de la Parashá
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Orden Divina de Explorar Canaán (1:16-17:16).
13:1 Partióse después el pueblo de Jaserot y acampó en el desierto de Farán. 2 Yahvé habló a Moisés, diciendo: “Manda a algunos hombres a explorar la tierra de Canaán que voy a daros: 3 manda a uno por cada tribu y que sean todos de los principales entre ellos.” 4Mandólos Moisés desde el desierto de Farán, según el mandato de Yahvé, todos los jefes de los hijos de Israel. 5Sus nombres son: de la tribu de Rubén, Samua, hijo de Zecur; 6de la tribu de Simeón, Safat, hijo de Jurí; 7(6)de la tribu de Judá, Caleb, hijo de Jeíbné; 8de la tribu de Isacar, Jigal, hijo de José; 9de la tribu de Efraím, Osea, hijo de Nun; 10 de la tribu de Benjamín, Falti, hijo de Rafu; 11de la tribu de Zabulón, Gadiel, hijo de Sodí; 12de la tribu de José de Manasés, Gadí, hijo de Sasí; 13de la tribu de Dan, Amiel, hijo de Guemalí; 14de la tribu de Aser, Setur, hijo de Miguel; 15de la tribu de Neftalí, Najbí, hijo de Vapsí; 16de la tribu de Gad, Guel, hijo de Maquí. 17 Estos son los nombres de los mandados por Moisés para explorar la tierra. A Osea, hijo de Nun, le dio Moisés el nombre de Josué.
Exploración de la Tierra de Canaán.
18(17)Mandólos, pues, Moisés a explorar la tierra de Canaán, diciéndoles: “Subid de aquí al Negueb; después subid a la montaña, 19(18)y observad la tierra cómo es, qué gente la habita, si fuerte o floja, si poca o mucha; 20(19)qué tal es la tierra habitada, si buena o mala; cuáles son sus ciudades, si abiertas o amuralladas; 21(20)Cua1 es su terreno, si fértil o pobre, si con árboles o sin ellos. Animaos y traed algunos frutos de esa tierra.” Era esto al tiempo de las primeras uvas. 22(21)Subieron y reconocieron la tierra desde el desierto de Sin hasta Rejob, a la entrada de Jamat. 23(22)Subieron al Negueb y llegaron a Hebrón, donde estaban Ajinam, Sesaí y Tolmai, hijos de Enaq. Hebrón fue fundada siete años antes que Tanis en Egipto. 24(23)Llegaron hasta el valle de Escol, cortaron un sarmiento con racimos de uvas, que trajeron dos en un palo, y granadas e higos. 25(24)Llamaron a aquel lugar Najal-Escol, por el sarmiento de vid que allí hallaron los hijos de Israel.
Retorno de los Exploradores (26-33).
26(25)Volvieron de explorar la tierra al cabo de cuarenta días, 27(26)y, llegados, se presentaron a Moisés y a Aarón y a toda la asamblea de los hijos de Israel en el desierto de Farán, en Cades; 28(27)e hicieron relación a ellos y a toda la asamblea, mostrando los frutos de la tierra, y contaron así: “Hemos llegado a la tierra adonde nos mandasteis; en verdad mana leche y miel; he aquí sus frutos; 29(28)pero la gente que la habita es fuerte, y sus ciudades son muy grandes y están amuralladas; hemos visto también allí a los hijos de Enaq. 30(29)Los amalecitas habitan la región del Negueb; los jéteos, jebuseos y amorreos, la parte montañosa; los cananeos, las costas del mar y a lo largo del Jordán.” 31(30)Caleb, imponiendo silencio al pueblo, que murmuraba contra Moisés, clamó: “¡Subamos, subamos luego! ¡La conquistaremos, seremos más fuertes que ellos!” 32(31)Pero los que habían subido con él dijeron: “No debemos subir contra aquella gente; es más fuerte que nosotros.” 33(32)Y desacreditaban entre los hijos de Israel la tierra que habían explorado, diciendo: “Es una tierra que devora a sus habitantes, y todos cuantos hemos visto de ellos eran de gran talla. 34(33)Hasta gigantes hemos visto allí, ante los cuales nos pareció a nosotros que éramos como langostas; y así les parecíamos nosotros a ellos.”
Números 14:1-45: Incidentes en Cades.
Sedición del Pueblo (1-9).
14:1 Entonces toda la muchedumbre rompió a gritar, y el pueblo se pasó toda la noche llorando; 2y todos los hijos de Israel murmuraban contra Moisés y Aarón, y todos decían: “¡ Ah si hubiéramos muerto en la tierra de Egipto o muriéramos siquiera en este desierto! 3¿Por qué quiere llevarnos Yahvé a esa tierra a perecer a la espada y que sean nuestras mujeres y nuestros hijos presa de otros? ¿No sería mejor que nos volviéramos a Egipto?” 4Y unos y otros se decían: “Elijamos un jefe y volvámonos a Egipto.” 5Entonces Moisés y Aarón cayeron sobre sus rostros ante toda la asamblea de los hijos de Israel. 6Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefoné, que eran de los que habían explorado la tierra, rasgaron sus vestiduras, 7y hablaron a toda la asamblea de los hijos de Israel, diciendo: “La tierra por la que hemos pasado en reconocimiento es sobremanera buena. 8Si agradamos a Yahvé, El nos hará entrar en esa tierra y nos la dará. Es una tierra que mana leche y miel. 9No os rebeléis contra Yahvé y no tengáis miedo de la gente de esa tierra, que nos la comeremos como pan. Ellos se han quedado sin amparo, y Yahvé está con nosotros.”
Intervención de Dios (10-25).
10Toda la asamblea de Israel quería lapidarlos, pero la gloria de Yahvé se mostró en el tabernáculo de la reunión a todos los hijos de Israel, 11y Yahvé dijo a Moisés: “¿Hasta cuándo ha de ultrajarme este pueblo? ¿Hasta cuándo no ha de creerme, después de todos los prodigios que en medio de ellos he obrado? 12Voy a herirle de mortandad y a hacer de ti una gran nación, más grande y más fuerte que ellos,” 13Pero Moisés respondió a Yahvé: “Y lo sabrán los egipcios, de cuyo poder sacaste a este pueblo, 14y se lo dirán a los habitantes de esa tierra. Todos ellos saben, oh Yahvé!, que habitas en medio de este pueblo, que te dejas ver la cara, que se posa sobre ellos tu nube, que vas delante de ellos, de día en columna de nube y de noche en columna de fuego. 15Si, pues, destruyes a este pueblo como si fuera un solo hombre, los pueblos a los que ha llegado tu fama dirán:16Por no haber podido llevar a ese pueblo a la tierra que le había prometido, los ha destruido Yahvé en el desierto.17Haz, pues, mi Señor, que resplandezca tu fortaleza, como tú mismo dijiste.18Yahvé, tardo a la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebeldía, aunque no lo deja impune, y visita la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación, 19perdona, pues, la iniquidad de este pueblo según tu gran misericordia, como desde Egipto hasta aquí lo has perdonado.” 20Díjole Yahvé: “Los perdono, según me lo pides; 21mas por mi vida y por mi gloria, que llena la tierra toda, 22que todos aquellos que han visto mi gloria y todos los prodigios que yo he obrado en Egipto y en el desierto, y todavía me han tentado diez y diez veces, desoyéndome, 23no verán la tierra que a sus padres juré dar. No; ninguno de los que así me han ultrajado la verá. 24Sólo a mi siervo Caleb, que con espíritu del todo diferente me siguió enteramente, le haré yo entrar en esa tierra donde ha estado ya, y su descendencia la tendrá en posesión. 25Pero el amalecita y el cananeo habitarán en la llanura. Mañana mismo volveos, y partid al desierto, camino del mar Rojo.”
Anuncio de Castigo contra los Israelitas (26-38).
26Yahvé habló a Moisés y a Aarón, diciendo: 27“¿Hasta cuándo voy a estar oyendo lo que contra mí murmura esta turba depravada, las quejas contra mí de los hijos de Israel? 28Diles, pues: Por mi vida, palabra de Yahvé, que lo que a mis oídos habéis susurrado, eso haré yo con vosotros; 29en este desierto yacerán vuestros cadáveres. De todos vosotros, los que en vuestro censo fuisteis contados de veinte años para arriba, que habéis murmurado contra mí, 30ninguno entrará en la tierra que con juramento os prometí por habitación. Sólo Caleb, hijo de Jefoné, y Josué, hijo de Nun. 31Pero a vuestros hijos, los que dijisteis que serían presa ajena, a éstos los introduciré yo; y ellos disfrutarán la tierra que vosotros habéis desdeñado. 32Cuanto a vosotros, en este desierto yacerán vuestros cadáveres. 33Vuestros hijos errarán por el desierto cuarenta años, llevando sobre sí vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos se consuman en el desierto. 34Tantos como fueron los días de la exploración de la tierra, cuarenta, tantos serán los años que llevaréis sobre vosotros vuestras rebeldías: cuarenta años, año por día; y experimentaréis así mi aversión por vosotros. 35Yo, Yahvé, yo lo he dicho. Eso haré en esta perversa muchedumbre que se ha confabulado contra mí. En este desierto se consumirán: en él morirán.” 36Todos aquellos a quienes mandó Moisés a explorar la tierra y de vuelta concitaron a la muchedumbre a murmurar contra él, desacreditando la tierra; 37todos cuantos habían hablado mal de ella, murieron de mala muerte ante Yahvé. 38Sólo Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefoné, quedaron con vida de todos aquellos hombres que fueron a explorar la tierra.
Derrota de los Israelitas en Jormá (39-45).
39Moisés refirió todo esto a los hijos de Israel, y el pueblo quedó desolado. 40Subieron por la mañana a la cumbre de un monte, diciendo: “Vamos a subir a la tierra de que nos habló Yahvé, porque hemos pecado.” 41Díjoles entonces Moisés: “¿Por qué queréis contravenir a la orden de Yahvé? Eso no puede saliros bien. 42No subáis, porque no va Yahvé en medio de vosotros y seréis derrotados por el enemigo. 43Los amalecitas y cananeos están del lado de allá, frente a vosotros, y caeréis bajo su espada; porque, habiendo vuelto vosotros las espaldas a Yahvé, El no estará con vosotros.” 44Ellos temerariamente se obstinaron en subir a la cumbre del monte, pero el arca de la alianza de Yahvé y Moisés no se movieron de en medio del campamento. 45Bajaron el amalecita y el cananeo, que habitaban en aquellos montes, y los derrotaron, poniéndolos en fuga y persiguiéndolos hasta Jormá.
Números 15:1-41: Leyes Relativas a los Sacrificios.
Oblaciones de Harina y Libaciones en los Sacrificios (1-16).
15:1 Yahvé habló a Moisés, diciendo: 2“Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra de vuestra habitación, que yo voy a daros, 3y hagáis a Yahvé ofrenda de combustión, holocausto o sacrificio para cumplir un voto, o de vuestra voluntad, o en una de vuestras solemnidades, presentando a Yahvé suave olor en bueyes u ovejas, 4quien haga ofrenda a Yahvé le presentará una ofrenda de flor de harina, un décimo de “efá” amasada con un cuarto de “hin” de aceite, que añadirá al holocausto o al sacrificio, 5y un cuarto de “hin” de vino para la libación por cada cordero. 6Si es por carnero, añadirá por cada uno la ofrenda de dos décimas de “efá” de flor de harina amasada con un tercio de “hin” de aceite; 7y presentará un tercio de “hin” de vino para la libación, perfume grato a Yahvé. 8Si fuere de buey el holocausto, ya en cumplimiento de voto, ya de sacrificio pacífico a Yahvé, 9presentará, a más de él, a Yahvé, como ofrenda, tres décimas de “efá” de flor de harina amasada con medio “hin” de aceite, 10y medio de vino para la libación, combustión de olor agradable a Yahvé. 11Así hará por cada buey, carnero o cabrito. 12Cualquiera que sea el número de las víctimas que ofrezcáis, eso haréis por cada una. 13Así lo harán todos los naturales al ofrecer víctimas de combustión en olor grato a Yahvé. 14Y si en vuestras generaciones un extranjero que habite en medio de vosotros o esté entre vosotros ofreciera ofrenda de combustión, de suave olor a Yahvé, lo hará como lo hagáis vosotros. 15Una misma ley regirá ante Yahvé para vosotros, los de la congregación, y para el extranjero que con vosotros mora. 16Una misma ley, un mismo derecho tendréis entre vosotros y el extranjero que habita entre vosotros.”
La Ofrenda de las Primicias (17-21).
17Habló Yahvé a Moisés, diciendo: 18“Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra a la cual os llevo,19cuando comáis el pan de esa tierra, ofreceréis de él oblación a Yahvé. 20Como primicia de vuestra masa ofreceréis un pan, del mismo modo que ofreceréis las primicias de vuestra era. 21De las primicias de vuestras masas ofreceréis oblación a Yahvé en vuestras generaciones..
La Expiación por los Pecados (22-31).
22Si por inadvertencia faltareis, no poniendo por obra todos estos mandamientos que Yahvé os ha dado por Moisés, 23todo lo que Yahvé os ha mandado por Moisés desde el día en que para vosotros lo dispuso, para todas vuestras generaciones en adelante, 24 entonces la inadvertencia cometida por la congregación será expiada por la ofrenda de ella toda, de un novillo en holocausto de suave olor a Yahvé, con la oblación y la libación ritual, y un macho cabrío por el pecado. 25El sacerdote haga la expiación por toda la congregación de los hijos de Israel, y les será perdonado, porque fue por ignorancia y han presentado a Yahvé su ofrenda de combustión y la víctima expiatoria por su inadvertencia ante Yahvé. 26Y le será perdonado a toda la congregación de los hijos de Israel y al extranjero que en medio de ellos habita, porque del pueblo todo fue la inadvertencia. 27Si el que por inadvertencia pecó fuese uno solo, ofrecerá un cabrito primal por el pecado, 28y el sacerdote hará la expiación ante Yahvé por el que pecó por inadvertencia, para expiarle, y le será perdonado. 29Para el indígena de los hijos de Israel y para el extranjero que habita en medio de vosotros tendréis la misma ley cuanto al pecado cometido por inadvertencia. 30Pero cualquiera que sea, indígena o extranjero, el que con altiva mano obrara, ultrajando a Yahvé, 31ése será enteramente borrado de en medio de su pueblo; por haber menospreciado la palabra de Yahvé y haber traspasado su mandato, será exterminado y llevará sobre sí su iniquidad.”
El Violador del Shabát (32-36).
32Sucedió, cuando estaban los hijos de Israel en el desierto, que encontraron a un hombre recogiendo leña en Shabát; 33y los que le encontraron le denunciaron a Moisés y a Aarón y a toda la asamblea; 34y le encarcelaron, porque no había sido todavía declarado lo que había de hacerse con él. 35 Yahvé dijo a Moisés: “Sin remisión, muera ese hombre. Que lo lapide el pueblo todo fuera del campamento.” 36Y fue llevado fuera del campamento y lapidado, como se lo mandó Yahvé a Moisés.
El Distintivo de los Hebreos (37-41).
37Yahvé habló a Moisés, diciendo: 38“Habla a los hijos de Israel y diles que de generación en generación se hagan flecos en los bordes de sus mantos, y aten los flecos de cada borde con un cordón de color de jacinto, 39para que les sirva, cuando lo vean, para acordarse de todos los mandamientos de Yahvé, para que los pongan por obra, sin irse detrás de los deseos de su corazón y de sus ojos, a los que se prostituyen; 40porque así, acordándoos de mis preceptos y poniéndolos por obra, seréis santos a vuestro Dios.41Yo, Yahvé, vuestro Dios, que os ha sacado de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Yo, Yahvé, vuestro Dios.”
13:1 Partióse después el pueblo de Jaserot y acampó en el desierto de Farán. 2 Yahvé habló a Moisés, diciendo: “Manda a algunos hombres a explorar la tierra de Canaán que voy a daros: 3 manda a uno por cada tribu y que sean todos de los principales entre ellos.” 4Mandólos Moisés desde el desierto de Farán, según el mandato de Yahvé, todos los jefes de los hijos de Israel. 5Sus nombres son: de la tribu de Rubén, Samua, hijo de Zecur; 6de la tribu de Simeón, Safat, hijo de Jurí; 7(6)de la tribu de Judá, Caleb, hijo de Jeíbné; 8de la tribu de Isacar, Jigal, hijo de José; 9de la tribu de Efraím, Osea, hijo de Nun; 10 de la tribu de Benjamín, Falti, hijo de Rafu; 11de la tribu de Zabulón, Gadiel, hijo de Sodí; 12de la tribu de José de Manasés, Gadí, hijo de Sasí; 13de la tribu de Dan, Amiel, hijo de Guemalí; 14de la tribu de Aser, Setur, hijo de Miguel; 15de la tribu de Neftalí, Najbí, hijo de Vapsí; 16de la tribu de Gad, Guel, hijo de Maquí. 17 Estos son los nombres de los mandados por Moisés para explorar la tierra. A Osea, hijo de Nun, le dio Moisés el nombre de Josué.
Exploración de la Tierra de Canaán.
18(17)Mandólos, pues, Moisés a explorar la tierra de Canaán, diciéndoles: “Subid de aquí al Negueb; después subid a la montaña, 19(18)y observad la tierra cómo es, qué gente la habita, si fuerte o floja, si poca o mucha; 20(19)qué tal es la tierra habitada, si buena o mala; cuáles son sus ciudades, si abiertas o amuralladas; 21(20)Cua1 es su terreno, si fértil o pobre, si con árboles o sin ellos. Animaos y traed algunos frutos de esa tierra.” Era esto al tiempo de las primeras uvas. 22(21)Subieron y reconocieron la tierra desde el desierto de Sin hasta Rejob, a la entrada de Jamat. 23(22)Subieron al Negueb y llegaron a Hebrón, donde estaban Ajinam, Sesaí y Tolmai, hijos de Enaq. Hebrón fue fundada siete años antes que Tanis en Egipto. 24(23)Llegaron hasta el valle de Escol, cortaron un sarmiento con racimos de uvas, que trajeron dos en un palo, y granadas e higos. 25(24)Llamaron a aquel lugar Najal-Escol, por el sarmiento de vid que allí hallaron los hijos de Israel.
Retorno de los Exploradores (26-33).
26(25)Volvieron de explorar la tierra al cabo de cuarenta días, 27(26)y, llegados, se presentaron a Moisés y a Aarón y a toda la asamblea de los hijos de Israel en el desierto de Farán, en Cades; 28(27)e hicieron relación a ellos y a toda la asamblea, mostrando los frutos de la tierra, y contaron así: “Hemos llegado a la tierra adonde nos mandasteis; en verdad mana leche y miel; he aquí sus frutos; 29(28)pero la gente que la habita es fuerte, y sus ciudades son muy grandes y están amuralladas; hemos visto también allí a los hijos de Enaq. 30(29)Los amalecitas habitan la región del Negueb; los jéteos, jebuseos y amorreos, la parte montañosa; los cananeos, las costas del mar y a lo largo del Jordán.” 31(30)Caleb, imponiendo silencio al pueblo, que murmuraba contra Moisés, clamó: “¡Subamos, subamos luego! ¡La conquistaremos, seremos más fuertes que ellos!” 32(31)Pero los que habían subido con él dijeron: “No debemos subir contra aquella gente; es más fuerte que nosotros.” 33(32)Y desacreditaban entre los hijos de Israel la tierra que habían explorado, diciendo: “Es una tierra que devora a sus habitantes, y todos cuantos hemos visto de ellos eran de gran talla. 34(33)Hasta gigantes hemos visto allí, ante los cuales nos pareció a nosotros que éramos como langostas; y así les parecíamos nosotros a ellos.”
Números 14:1-45: Incidentes en Cades.
Sedición del Pueblo (1-9).
14:1 Entonces toda la muchedumbre rompió a gritar, y el pueblo se pasó toda la noche llorando; 2y todos los hijos de Israel murmuraban contra Moisés y Aarón, y todos decían: “¡ Ah si hubiéramos muerto en la tierra de Egipto o muriéramos siquiera en este desierto! 3¿Por qué quiere llevarnos Yahvé a esa tierra a perecer a la espada y que sean nuestras mujeres y nuestros hijos presa de otros? ¿No sería mejor que nos volviéramos a Egipto?” 4Y unos y otros se decían: “Elijamos un jefe y volvámonos a Egipto.” 5Entonces Moisés y Aarón cayeron sobre sus rostros ante toda la asamblea de los hijos de Israel. 6Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefoné, que eran de los que habían explorado la tierra, rasgaron sus vestiduras, 7y hablaron a toda la asamblea de los hijos de Israel, diciendo: “La tierra por la que hemos pasado en reconocimiento es sobremanera buena. 8Si agradamos a Yahvé, El nos hará entrar en esa tierra y nos la dará. Es una tierra que mana leche y miel. 9No os rebeléis contra Yahvé y no tengáis miedo de la gente de esa tierra, que nos la comeremos como pan. Ellos se han quedado sin amparo, y Yahvé está con nosotros.”
Intervención de Dios (10-25).
10Toda la asamblea de Israel quería lapidarlos, pero la gloria de Yahvé se mostró en el tabernáculo de la reunión a todos los hijos de Israel, 11y Yahvé dijo a Moisés: “¿Hasta cuándo ha de ultrajarme este pueblo? ¿Hasta cuándo no ha de creerme, después de todos los prodigios que en medio de ellos he obrado? 12Voy a herirle de mortandad y a hacer de ti una gran nación, más grande y más fuerte que ellos,” 13Pero Moisés respondió a Yahvé: “Y lo sabrán los egipcios, de cuyo poder sacaste a este pueblo, 14y se lo dirán a los habitantes de esa tierra. Todos ellos saben, oh Yahvé!, que habitas en medio de este pueblo, que te dejas ver la cara, que se posa sobre ellos tu nube, que vas delante de ellos, de día en columna de nube y de noche en columna de fuego. 15Si, pues, destruyes a este pueblo como si fuera un solo hombre, los pueblos a los que ha llegado tu fama dirán:16Por no haber podido llevar a ese pueblo a la tierra que le había prometido, los ha destruido Yahvé en el desierto.17Haz, pues, mi Señor, que resplandezca tu fortaleza, como tú mismo dijiste.18Yahvé, tardo a la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebeldía, aunque no lo deja impune, y visita la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación, 19perdona, pues, la iniquidad de este pueblo según tu gran misericordia, como desde Egipto hasta aquí lo has perdonado.” 20Díjole Yahvé: “Los perdono, según me lo pides; 21mas por mi vida y por mi gloria, que llena la tierra toda, 22que todos aquellos que han visto mi gloria y todos los prodigios que yo he obrado en Egipto y en el desierto, y todavía me han tentado diez y diez veces, desoyéndome, 23no verán la tierra que a sus padres juré dar. No; ninguno de los que así me han ultrajado la verá. 24Sólo a mi siervo Caleb, que con espíritu del todo diferente me siguió enteramente, le haré yo entrar en esa tierra donde ha estado ya, y su descendencia la tendrá en posesión. 25Pero el amalecita y el cananeo habitarán en la llanura. Mañana mismo volveos, y partid al desierto, camino del mar Rojo.”
Anuncio de Castigo contra los Israelitas (26-38).
26Yahvé habló a Moisés y a Aarón, diciendo: 27“¿Hasta cuándo voy a estar oyendo lo que contra mí murmura esta turba depravada, las quejas contra mí de los hijos de Israel? 28Diles, pues: Por mi vida, palabra de Yahvé, que lo que a mis oídos habéis susurrado, eso haré yo con vosotros; 29en este desierto yacerán vuestros cadáveres. De todos vosotros, los que en vuestro censo fuisteis contados de veinte años para arriba, que habéis murmurado contra mí, 30ninguno entrará en la tierra que con juramento os prometí por habitación. Sólo Caleb, hijo de Jefoné, y Josué, hijo de Nun. 31Pero a vuestros hijos, los que dijisteis que serían presa ajena, a éstos los introduciré yo; y ellos disfrutarán la tierra que vosotros habéis desdeñado. 32Cuanto a vosotros, en este desierto yacerán vuestros cadáveres. 33Vuestros hijos errarán por el desierto cuarenta años, llevando sobre sí vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos se consuman en el desierto. 34Tantos como fueron los días de la exploración de la tierra, cuarenta, tantos serán los años que llevaréis sobre vosotros vuestras rebeldías: cuarenta años, año por día; y experimentaréis así mi aversión por vosotros. 35Yo, Yahvé, yo lo he dicho. Eso haré en esta perversa muchedumbre que se ha confabulado contra mí. En este desierto se consumirán: en él morirán.” 36Todos aquellos a quienes mandó Moisés a explorar la tierra y de vuelta concitaron a la muchedumbre a murmurar contra él, desacreditando la tierra; 37todos cuantos habían hablado mal de ella, murieron de mala muerte ante Yahvé. 38Sólo Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefoné, quedaron con vida de todos aquellos hombres que fueron a explorar la tierra.
Derrota de los Israelitas en Jormá (39-45).
39Moisés refirió todo esto a los hijos de Israel, y el pueblo quedó desolado. 40Subieron por la mañana a la cumbre de un monte, diciendo: “Vamos a subir a la tierra de que nos habló Yahvé, porque hemos pecado.” 41Díjoles entonces Moisés: “¿Por qué queréis contravenir a la orden de Yahvé? Eso no puede saliros bien. 42No subáis, porque no va Yahvé en medio de vosotros y seréis derrotados por el enemigo. 43Los amalecitas y cananeos están del lado de allá, frente a vosotros, y caeréis bajo su espada; porque, habiendo vuelto vosotros las espaldas a Yahvé, El no estará con vosotros.” 44Ellos temerariamente se obstinaron en subir a la cumbre del monte, pero el arca de la alianza de Yahvé y Moisés no se movieron de en medio del campamento. 45Bajaron el amalecita y el cananeo, que habitaban en aquellos montes, y los derrotaron, poniéndolos en fuga y persiguiéndolos hasta Jormá.
Números 15:1-41: Leyes Relativas a los Sacrificios.
Oblaciones de Harina y Libaciones en los Sacrificios (1-16).
15:1 Yahvé habló a Moisés, diciendo: 2“Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra de vuestra habitación, que yo voy a daros, 3y hagáis a Yahvé ofrenda de combustión, holocausto o sacrificio para cumplir un voto, o de vuestra voluntad, o en una de vuestras solemnidades, presentando a Yahvé suave olor en bueyes u ovejas, 4quien haga ofrenda a Yahvé le presentará una ofrenda de flor de harina, un décimo de “efá” amasada con un cuarto de “hin” de aceite, que añadirá al holocausto o al sacrificio, 5y un cuarto de “hin” de vino para la libación por cada cordero. 6Si es por carnero, añadirá por cada uno la ofrenda de dos décimas de “efá” de flor de harina amasada con un tercio de “hin” de aceite; 7y presentará un tercio de “hin” de vino para la libación, perfume grato a Yahvé. 8Si fuere de buey el holocausto, ya en cumplimiento de voto, ya de sacrificio pacífico a Yahvé, 9presentará, a más de él, a Yahvé, como ofrenda, tres décimas de “efá” de flor de harina amasada con medio “hin” de aceite, 10y medio de vino para la libación, combustión de olor agradable a Yahvé. 11Así hará por cada buey, carnero o cabrito. 12Cualquiera que sea el número de las víctimas que ofrezcáis, eso haréis por cada una. 13Así lo harán todos los naturales al ofrecer víctimas de combustión en olor grato a Yahvé. 14Y si en vuestras generaciones un extranjero que habite en medio de vosotros o esté entre vosotros ofreciera ofrenda de combustión, de suave olor a Yahvé, lo hará como lo hagáis vosotros. 15Una misma ley regirá ante Yahvé para vosotros, los de la congregación, y para el extranjero que con vosotros mora. 16Una misma ley, un mismo derecho tendréis entre vosotros y el extranjero que habita entre vosotros.”
La Ofrenda de las Primicias (17-21).
17Habló Yahvé a Moisés, diciendo: 18“Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra a la cual os llevo,19cuando comáis el pan de esa tierra, ofreceréis de él oblación a Yahvé. 20Como primicia de vuestra masa ofreceréis un pan, del mismo modo que ofreceréis las primicias de vuestra era. 21De las primicias de vuestras masas ofreceréis oblación a Yahvé en vuestras generaciones..
La Expiación por los Pecados (22-31).
22Si por inadvertencia faltareis, no poniendo por obra todos estos mandamientos que Yahvé os ha dado por Moisés, 23todo lo que Yahvé os ha mandado por Moisés desde el día en que para vosotros lo dispuso, para todas vuestras generaciones en adelante, 24 entonces la inadvertencia cometida por la congregación será expiada por la ofrenda de ella toda, de un novillo en holocausto de suave olor a Yahvé, con la oblación y la libación ritual, y un macho cabrío por el pecado. 25El sacerdote haga la expiación por toda la congregación de los hijos de Israel, y les será perdonado, porque fue por ignorancia y han presentado a Yahvé su ofrenda de combustión y la víctima expiatoria por su inadvertencia ante Yahvé. 26Y le será perdonado a toda la congregación de los hijos de Israel y al extranjero que en medio de ellos habita, porque del pueblo todo fue la inadvertencia. 27Si el que por inadvertencia pecó fuese uno solo, ofrecerá un cabrito primal por el pecado, 28y el sacerdote hará la expiación ante Yahvé por el que pecó por inadvertencia, para expiarle, y le será perdonado. 29Para el indígena de los hijos de Israel y para el extranjero que habita en medio de vosotros tendréis la misma ley cuanto al pecado cometido por inadvertencia. 30Pero cualquiera que sea, indígena o extranjero, el que con altiva mano obrara, ultrajando a Yahvé, 31ése será enteramente borrado de en medio de su pueblo; por haber menospreciado la palabra de Yahvé y haber traspasado su mandato, será exterminado y llevará sobre sí su iniquidad.”
El Violador del Shabát (32-36).
32Sucedió, cuando estaban los hijos de Israel en el desierto, que encontraron a un hombre recogiendo leña en Shabát; 33y los que le encontraron le denunciaron a Moisés y a Aarón y a toda la asamblea; 34y le encarcelaron, porque no había sido todavía declarado lo que había de hacerse con él. 35 Yahvé dijo a Moisés: “Sin remisión, muera ese hombre. Que lo lapide el pueblo todo fuera del campamento.” 36Y fue llevado fuera del campamento y lapidado, como se lo mandó Yahvé a Moisés.
El Distintivo de los Hebreos (37-41).
37Yahvé habló a Moisés, diciendo: 38“Habla a los hijos de Israel y diles que de generación en generación se hagan flecos en los bordes de sus mantos, y aten los flecos de cada borde con un cordón de color de jacinto, 39para que les sirva, cuando lo vean, para acordarse de todos los mandamientos de Yahvé, para que los pongan por obra, sin irse detrás de los deseos de su corazón y de sus ojos, a los que se prostituyen; 40porque así, acordándoos de mis preceptos y poniéndolos por obra, seréis santos a vuestro Dios.41Yo, Yahvé, vuestro Dios, que os ha sacado de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Yo, Yahvé, vuestro Dios.”
Espías a Jericó (2:1).
2:1 Josué, hijo de Nun, mandó en secreto dos espías desde Setim, diciéndoles: “Id a explorar la tierra y Jericó.” Puestos en camino, llegaron los dos hombres a Jericó y entraron en la casa de una cortesana de nombre Rahab y pararon allí.
Rahab Acoge a los Espías (Num_2:2-3).
2Al rey de Jericó le dieron noticia, diciendo: “Hombres de entre los hijos de Israel han llegado aquí durante la noche para explorar la tierra.” 3El rey mandó decir a Rahab: “Saca a esos hombres que han venido a ti y han entrado en tu casa, porque han venido para explorar toda la tierra.”
Alarma en la ciudad (Stg_2:4-7).
4 Ella tomo a los dos hombres y los escondió en el terrado, y dijo: “Cierto que han venido hombres a mí, pero yo no sabía de dónde eran, 5y cuando esta tarde se iban a cerrar las puertas, han salido y no sé adonde han ido; daos prisa a perseguirlos y de seguro los alcanzaréis.” 6Pero ella los había subido al terrado y los había escondido debajo de tascos de lino que para ello dispuso en el terrado. 7Aquellos hombres fueron en su persecución por el camino que va a los vados del Jordán, y, una vez que salieron, se cerraron las puertas.
Evasión de los espías (Stg_2:8-21).
8Antes de que los espías se acostasen, subió Rahab al terrado y les dijo: 9“Yo sé que Yahvé os ha entregado esta tierra; el terror de vuestro nombre se ha apoderado de nosotros, 10pues hemos sabido cómo Yahvé, a vuestra salida de Egipto, secó las aguas del mar Rojo y cómo habéis tratado a los dos reyes de los amorreos del lado de allá del Jordán, Seón y Og, que disteis al anatema. 11Al saberlo, nuestro corazón ha desmayado, y todos se han acobardado ante vosotros; porque Yahvé, vuestro Dios, es Dios arriba, en los cielos, y abajo, sobre la tierra. 12Ahora, pues, os pido que me juréis por Yahvé que, como yo he tenido misericordia de vosotros, la tendréis vosotros también de la casa de mi padre 13y dejaréis la vida a mi padre, a mi madre, a mis hermanos y hermanas y a todos los suyos, y que nos libraréis de la muerte.” 14Los hombres le dijeron: “Te juramos por nuestra vida que, si no nos denuncias, cuando Yahvé nos entregue esta tierra, haremos contigo misericordia y fidelidad.” 15Ella los bajó con una cuerda por la ventana, pues su casa estaba adosada a la muralla. Antes les dijo: 16“Idos al monte, no sea que los que os persiguen den con vosotros; estad allí escondidos durante tres días, hasta que aquéllos estén de vuelta, y luego id vuestro camino.” 17Los hombres le dijeron: “Mira cómo habrás de hacer para que cumplamos el juramento que te hemos hecho: 18Cuando entremos en esta tierra, ata este cordón de hilo de púrpura a la ventana por la cual nos has descolgado y reúne contigo en tu casa a tu padre, a tu madre, a tus hermanos y a toda la casa de tu padre. 19Si alguno sale fuera de la puerta de tu casa, su sangre será sobre su cabeza y nosotros seremos inocentes; pero si alguien pone la mano sobre alguno de los que contigo estén en tu casa, su sangre sea sobre nuestra cabeza. 20Si nos denuncias, seremos libres del juramento que nos has pedido.” 21Ella respondió: “Sea como decís.” Luego los despidió y se fueron, y ella ató el cordón de púrpura a la ventana.
Regreso al Campamento (Josué 2:22-24).
22Los espías se fueron al monte y se estuvieron escondidos allí tres días. Los que los perseguían los estuvieron buscando por el camino, sin hallarlos. 23Los dos espías, bajando del monte, repasaron el Jordán, se fueron a Josué, hijo de Nun, y le contaron todo lo sucedido, diciendo: 24“Cierto es que Yahvé ha entregado en nuestras manos toda esa tierra, pues los habitantes de ella están acobardados de nosotros.”
2:1 Josué, hijo de Nun, mandó en secreto dos espías desde Setim, diciéndoles: “Id a explorar la tierra y Jericó.” Puestos en camino, llegaron los dos hombres a Jericó y entraron en la casa de una cortesana de nombre Rahab y pararon allí.
Rahab Acoge a los Espías (Num_2:2-3).
2Al rey de Jericó le dieron noticia, diciendo: “Hombres de entre los hijos de Israel han llegado aquí durante la noche para explorar la tierra.” 3El rey mandó decir a Rahab: “Saca a esos hombres que han venido a ti y han entrado en tu casa, porque han venido para explorar toda la tierra.”
Alarma en la ciudad (Stg_2:4-7).
4 Ella tomo a los dos hombres y los escondió en el terrado, y dijo: “Cierto que han venido hombres a mí, pero yo no sabía de dónde eran, 5y cuando esta tarde se iban a cerrar las puertas, han salido y no sé adonde han ido; daos prisa a perseguirlos y de seguro los alcanzaréis.” 6Pero ella los había subido al terrado y los había escondido debajo de tascos de lino que para ello dispuso en el terrado. 7Aquellos hombres fueron en su persecución por el camino que va a los vados del Jordán, y, una vez que salieron, se cerraron las puertas.
Evasión de los espías (Stg_2:8-21).
8Antes de que los espías se acostasen, subió Rahab al terrado y les dijo: 9“Yo sé que Yahvé os ha entregado esta tierra; el terror de vuestro nombre se ha apoderado de nosotros, 10pues hemos sabido cómo Yahvé, a vuestra salida de Egipto, secó las aguas del mar Rojo y cómo habéis tratado a los dos reyes de los amorreos del lado de allá del Jordán, Seón y Og, que disteis al anatema. 11Al saberlo, nuestro corazón ha desmayado, y todos se han acobardado ante vosotros; porque Yahvé, vuestro Dios, es Dios arriba, en los cielos, y abajo, sobre la tierra. 12Ahora, pues, os pido que me juréis por Yahvé que, como yo he tenido misericordia de vosotros, la tendréis vosotros también de la casa de mi padre 13y dejaréis la vida a mi padre, a mi madre, a mis hermanos y hermanas y a todos los suyos, y que nos libraréis de la muerte.” 14Los hombres le dijeron: “Te juramos por nuestra vida que, si no nos denuncias, cuando Yahvé nos entregue esta tierra, haremos contigo misericordia y fidelidad.” 15Ella los bajó con una cuerda por la ventana, pues su casa estaba adosada a la muralla. Antes les dijo: 16“Idos al monte, no sea que los que os persiguen den con vosotros; estad allí escondidos durante tres días, hasta que aquéllos estén de vuelta, y luego id vuestro camino.” 17Los hombres le dijeron: “Mira cómo habrás de hacer para que cumplamos el juramento que te hemos hecho: 18Cuando entremos en esta tierra, ata este cordón de hilo de púrpura a la ventana por la cual nos has descolgado y reúne contigo en tu casa a tu padre, a tu madre, a tus hermanos y a toda la casa de tu padre. 19Si alguno sale fuera de la puerta de tu casa, su sangre será sobre su cabeza y nosotros seremos inocentes; pero si alguien pone la mano sobre alguno de los que contigo estén en tu casa, su sangre sea sobre nuestra cabeza. 20Si nos denuncias, seremos libres del juramento que nos has pedido.” 21Ella respondió: “Sea como decís.” Luego los despidió y se fueron, y ella ató el cordón de púrpura a la ventana.
Regreso al Campamento (Josué 2:22-24).
22Los espías se fueron al monte y se estuvieron escondidos allí tres días. Los que los perseguían los estuvieron buscando por el camino, sin hallarlos. 23Los dos espías, bajando del monte, repasaron el Jordán, se fueron a Josué, hijo de Nun, y le contaron todo lo sucedido, diciendo: 24“Cierto es que Yahvé ha entregado en nuestras manos toda esa tierra, pues los habitantes de ella están acobardados de nosotros.”
MATEO 10.1-14
1 Ieshúa, llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus impuros, para arrojarlos y para curar toda enfermedad y toda dolencia. 2 Los nombres de los doce apóstoles son éstos: el primero Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago el de Zebedeo y Juan, su hermano; 3 Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo y Tadeo; Simón el celador, y Judas Iscariote, el que le traicionó.
Instrucción y poder dados a los apóstoles: Mt 10:5-15 (Mc 6:8-11; Lc 9:2-5; Lc 10:3-11).
5 A estos doce los envió Jesús, después de haberles instruido en estos términos: No vayáis a los gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos; 6 id más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel, 7 y en vuestro camino predicad diciendo: El Reino de Dios se acerca. 8 Curad a los enfermos, resucitad a los muertos, limpiad a los leprosos, arrojad los demonios; gratis lo recibís, dadlo gratis. 9 No llevéis oro, ni plata, ni cobre en vuestro cinto, 10 ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero es acreedor a su sustento. 11 En cualquier ciudad o aldea en que entréis, informaos de quién hay en ella digno, y quedaos allí hasta que partáis. 12 y entrando en la casa saludadla. 13 Si la casa fuere digna, venga sobre ella vuestra paz; si no lo fuere, vuestra paz vuelva a vosotros. ! 4 Si no os reciben o no escuchan vuestras palabras, saliendo de aquella casa o de aquella ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies. 15 En verdad os digo que más tolerable suerte tendrán la tierra de Sodoma y Gomorra en el día del juicio que aquella ciudad.
1 Ieshúa, llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus impuros, para arrojarlos y para curar toda enfermedad y toda dolencia. 2 Los nombres de los doce apóstoles son éstos: el primero Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago el de Zebedeo y Juan, su hermano; 3 Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo y Tadeo; Simón el celador, y Judas Iscariote, el que le traicionó.
Instrucción y poder dados a los apóstoles: Mt 10:5-15 (Mc 6:8-11; Lc 9:2-5; Lc 10:3-11).
5 A estos doce los envió Jesús, después de haberles instruido en estos términos: No vayáis a los gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos; 6 id más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel, 7 y en vuestro camino predicad diciendo: El Reino de Dios se acerca. 8 Curad a los enfermos, resucitad a los muertos, limpiad a los leprosos, arrojad los demonios; gratis lo recibís, dadlo gratis. 9 No llevéis oro, ni plata, ni cobre en vuestro cinto, 10 ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero es acreedor a su sustento. 11 En cualquier ciudad o aldea en que entréis, informaos de quién hay en ella digno, y quedaos allí hasta que partáis. 12 y entrando en la casa saludadla. 13 Si la casa fuere digna, venga sobre ella vuestra paz; si no lo fuere, vuestra paz vuelva a vosotros. ! 4 Si no os reciben o no escuchan vuestras palabras, saliendo de aquella casa o de aquella ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies. 15 En verdad os digo que más tolerable suerte tendrán la tierra de Sodoma y Gomorra en el día del juicio que aquella ciudad.
Resumen de la Parashá
La trigésima séptima lectura de la Torá se llama Sheláj, un verbo imperativo que significa “envía.” La porción recibe su nombre de las primeras palabras del segundo versículo: “Envía hombres para que exploren la tierra de Canaán” (Nm 13:2). La lectura de la Torá relata la trágica historia de cómo los espías regresaron con un informe desfavorable sobre la tierra prometida e influenciaron a la congregación de Israel para que se rebelara contra el Eterno. Así, Elohím condenó a la generación de Moisés a vagar por el desierto durante cuarenta años.
La trigésima séptima lectura de la Torá se llama Sheláj, un verbo imperativo que significa “envía.” La porción recibe su nombre de las primeras palabras del segundo versículo: “Envía hombres para que exploren la tierra de Canaán” (Nm 13:2). La lectura de la Torá relata la trágica historia de cómo los espías regresaron con un informe desfavorable sobre la tierra prometida e influenciaron a la congregación de Israel para que se rebelara contra el Eterno. Así, Elohím condenó a la generación de Moisés a vagar por el desierto durante cuarenta años.
Esquema de la Parashá
TORÁ
Números 13:1 Envío de Espías a Canaán
Números 13:25 El Informe de los Espías
Números 14:1 El Pueblo Se Rebela
Números 14:13 Moisés Intercede por el Pueblo
Números 14:26 Se Repele un Intento de Invasión
Números 15:1 Ofrendas Varias
Números 15:32 Pena por Violar el Sábado
Números 15:37 Flecos en las Vestiduras
PROFETAS
Josué 2:1 Envío de Espías a Jericó
TORÁ
Números 13:1 Envío de Espías a Canaán
Números 13:25 El Informe de los Espías
Números 14:1 El Pueblo Se Rebela
Números 14:13 Moisés Intercede por el Pueblo
Números 14:26 Se Repele un Intento de Invasión
Números 15:1 Ofrendas Varias
Números 15:32 Pena por Violar el Sábado
Números 15:37 Flecos en las Vestiduras
PROFETAS
Josué 2:1 Envío de Espías a Jericó