La razon por la cual Ioséf nunca trato de contactar a su padre y anunciarle que vivía
Hace setecientos años, Moshé ben Najmán (Bereishit 42:9) planteó una pregunta difícil de responder, una que continúa desconcertando a quien estudia el Séfer Bereshit:
¿Cómo es que Ioséf, después de haber vivido muchos años en Egipto, después de haber alcanzado una posición elevada e influyente en la casa de un funcionario egipcio bastante importante, no envió a su padre algún mensaje para informarle acerca de él (que estaba vivo) y así consolarlo? ¡Egipto está solo a seis días de Jevron, y el respeto a su padre habría justificado incluso un año de viaje! ... Habría sido un grave pecado atormentar a su padre al dejarlo en luto y duelo por él y por Shimeón, aunque él hubiera querido hacerles un poco de daño a sus hermanos, ¿cómo no iba a sentir lástima por su padre?
La respuesta de Moshé ben Najmán a su propia pregunta fue que el objetivo de Ioséf era garantizar el cumplimiento de sus sueños. Aún después del cumplimiento del primer sueño, él intensificó el engaño con el fin de alcanzar el cumplimiento del segundo sueño (según Moshén ben Najmán): "Lo hizo todo a su debido tiempo con el fin de cumplir los sueños, porque él sabía que se cumplirían a la perfección" dijo Najmán.
Abarbanel (cap. 41, pregunta 4) formula la misma pregunta, pero con más claridad:
¿Por qué Ioséf ocultó su identidad de sus hermanos y les habló con dureza? ¡Es un crimen ser vengativo y recriminar como una serpiente! ... ¿Cómo es posible que a medida que sus hermanos estaban muriendo de hambre y lejos de casa, habiendo dejado a sus familias e hijos pequeños y, sobre todo, dejando a su anciano padre preocupado y sufriendo esperando por ellos, no mostró compasión, sino en lugar intensificó la angustia al arrestar a Shimeón?
Itzjaq Arama (Akedat Itzjaq, 29, pregunta 9; véase también Abarbanel, cap. 41, pregunta 6) encuentra desconcertante la solución de Moshé ben Najmán:
¿Qué ganaba Ioséf con que se cumplieran sus sueños? ¡Incluso si hubiera habido alguna ventaja, eso no justificaría el hecho de pecar contra su padre! Y en cuanto a los sueños, que el Dador de sueños sea el que provea las soluciones. Me parece muy tonto tratar de cumplir los sueños, ya que el cumplimiento de ellos no depende de la voluntad del soñador.
A mi parecer Itzjaq Arama tiene razón, aunque no me parece correcto (y no lo es) que aprovechándose de la situación llame "tonto" a su hermano del pueblo. Pero en cuanto a la pregunta del tema en cuestión, requiere una explicación. El hijo amado de Iaacóv, Ioséf, seguramente no deseaba atormentar a su padre, sino darle todo el honor y respeto.
Shemuel ben Israel discípulo de Marán Ieshúa propone la siguiente respuesta:
Sólo su padre y hermano Biniamín le tendrían afecto a Ioséf. Todos sus hermanos lo odiaban a muerte, aunque no todos se atrevieron a matarlo (Reuvén y Iehudá lo defendieron). Ya desde su infancia Shimeón y Leví eran de un "maldito y fiero furor" según su padre (Bereshit 49:7). Así que no era cosa liviana la reacción que podría haber causado en ellos y de Biniamín, Ioséf no sabía que había sido de él, ¿lo habrían tratado a igual o peor que a él? ¿Acaso era Israel aún capaz de poner su propia casa en orden dado que Reuvén su primogénito se había envilecido también subiéndose a su lecho, o ahora más viejo y sus hijos ya adultos, se habrían convertido en sus secuestradores hurtando autoridad y herencia? Por otro lado, el Libro de Iashar (23:86) nos cuenta que una alegría repentina a un fuerte dolor, causó la muerte de nuestra madre Sara (oyó que Avraham había sacrificado a Itjzaq y luego que supo que Itzjaq aún vivía...de gozo se murió).
No. Ioséf era juez regente y sabio, así que procedió con sabiduría y se abstuvo de atormentar a su padre y sus hermanos sin causa, sino que primero hizo la paz con ellos. ¿Qué padre hay que se alegre en que sus hijos contiendan? De haberle informado primero a su padre, éste descubriría que sus hijos lo habían engañado todo ese tiempo y que Ioséf no fue despedazado por las fieras sino vendido por los hijos de Lea, Bilha y Zilpa (Rajel finada) entonces Israel se habría enemistado con ellos y ellas (las madres) con él. El mismo Iaacóv que no vaciló en sentenciar a muerte a quienquiera hubiese robado ídolos de Laván (Bereshit 31:32); también podría hacerlo contra aquellos que robaron y vendieron a su hijo predilecto. La sentencia de un tzadiq ("justo") es terrible y hoy no existirían delante de IHVH las doce tribus de Israel, sino que tal vez se diría únicamente Elohéi avoténu shel Avraham, Itzjaq, Israel ve-Ioséf ("Elóa de nuestros padres, Avrahm, Itzjaq, Israel y Ioséf"). Mashiaj ben Ioséf ("Mashiáj Siervo sufriente") vino por amor a salvar si acaso al pábilo humeante, a la oveja descarriada, y retuvo su ira y no destruyó aquélla generación adúltera en la que los Boanerges deseaban glorificarse con fuego caído del cielo, por amor de nuestros padres Avraham, Itzjaq e Israel. Así pues Ioséf es semejante al Mashiaj Cordero Inmolado en que desechado por los edificadores llegó a ser Rosh Piná ("Cabeza del Angulo", Tehilim 118:22), lo sentenciaron a muerte, servidumbre, vergüenza, calumnia, prisión y todo lo sobrellevó con integridad, aún la última voluntad de su padre que fue que Iehudá llevara el cetro por un tiempo (Bereshit 49:10) y hoy no se menciona "shebet Ioséf" ("tribu de Ioséf"), sino Efráim y Menashé. Más aún, al morir, Ioséf ordenó que su sepelio no fuera más pomposo que el de su padre y la gente lo olvidó (aún los efraimitas partieron de Mitzráim ("Egipto") sin llevar sus huesos Shemot 13:19), se recordó que Edóm se opuso y paró decapitado que por celoso no quiso dar sepultura a Israel en Majpéla; si Ioséf hubiera sido enterrado en Majpéla, quizás sus hermanos hubieran profanado su tumba y la de sus antepasados de igual manera, por celos.
Lamentablemente hoy en día, el rabinismo le busca defectos a Ioséf para justificar los pecados de los patriarcas, más él atormentado fue para salvación de muchos hambrientos...un legítimo instrumento de la paz de IHVH.
Según las palabras de Shemuel ben Israel, las cuales yo también comparto, Ioséf conociendo lo sucedido con Sará, que al enterarse que su hijo Itzjaq no había muerto, ella murió de alegría, y así Ioséf trata de evitar un daño en su padre Iaacóv al abstenerse de anunciarle a su padre que él permanecía con vida, que no había muerto y que sus hermanos lo habían vendido, y con sabiduría dejó la solución en las manos del Dador de sueños. Pero antes de anunciarle a su padre que él aún estaba con vida, Ioséf se reconcilia con sus hermanos y hace la paz con ellos para evitar la destrucción de la familia al poder condenarla de sus pecados y en lugar de, él sufre en Mitzráim ("Egipto") y salva a su familia. De manera similar Marán Ieshúa que es el Mashíaj, vino a salvar a la Casa de Israel (Matái 15:24) y no a condenarla, como él lo enseñó: "Porque no envió Elohím a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él (IV Evangelio 3:17).
Es cierto que Elohím tiene todo bajo control, que sus planes están basados en la perfección que él, y que todo sucede según es su voluntad, pero esa respuesta deja aún muchas preguntas sobre la actitud y la decisión tomada por Ioséf de abstenerse de anunciarle a su padre Iaacóv que él estaba con vida. La respuesta de Moshé ben Najmán a este pregunta que él mismo formuló, se basa en que Ioséf ocultó su identidad con el fin de que lo sueños tuvieran algún cumplimiento. Pero me parece que no es correcto tratar de cumplir los sueños pensando que el hombre puede cambiar la voluntad de Elohím, y como dijo Itzjaq Arama (citado arriba), "el cumplimiento de ellos no depende de la voluntad del soñador". Analicé la respuesta de mi gran amigo Shemuel ben Israel, y me parece muy acertada su opinión fundamentada en lo que está escrito en la Torá. Definitivamente Ioséf conocía lo que había sucedido con Sará, que según el libro de Iashar, al enterarse que Itzjaq no había muerto, ella de la alegría falleció. ¿Será que Ioséf pensó que podría dañar a su padre al causar en él una emoción tan grande como el enterarse que su hijo predilecto no había muerto y que sus hermanos actuaron con maldad al venderlo, engañándolo a él diciéndole que una fiera lo había devorado? Es bastante probable que la respuesta a la pregunta formulada sea: Si. Al parecer Ioséf dejó toda la solución al problema en las manos de Elohím, permitiendo que Elohím lo hiciera sin que él (Iosef) metiera sus manos en el asunto, y así Ioséf alcanzó la reconciliación con sus hermanos, evitó la destrucción de la familia (como comentó Shemuel ben Israel) al no decirle a su padre que lo habían vendido, y salvó a la casa de Israel al no condenarla sino la salvó, que de manera similar Ieshúa vino para que el mundo no fuera condenado por él, sino para que el mundo fuera salvado por él, y así lo hizo (IV Evangelio 3:17).