יום תרועה
Iom Teruá - de Alegría a Juicio
Iom Teruá aparece dos veces en la Torá: primero en el Séfer Vaiqrá (Lv 23.24 -) "...En el séptimo mes, en el primer día del mes, tendrás un shabatón, un Zikrón Teruá (memorial al / con teruá), una santa convocación...", y luego en el Séfer Bamidbar (Nm 29.1 -) "...Es un Iom Teruá ("Día de Teruá") para ustedes". ¿Qué significado hay en este Iom Teruá? Los judíos señalan, que este día, todos los años, era una especie de día de juicio, en el cual Dios se sienta a juzgar a los seres humanos, y en donde él también determinaba todos los eventos del año siguiente (Mishná Rosh Hashaná, c. 1. sec. 2; Talmud Bavli Rosh Hashaná, fol. 16.2); y este juicio era acompañado de Shofarot (cuernos de carnero), dicen ellos, para alcanzar terror en las personas, para mantenerlos despiertos en el juicio de Dios, y para inducirlos a la teshuvá-arrepentimiento de sus pecados (Leo Modena's History of Rites of the present Jews, par. 3. c. 5. sect. 7) ¿Por qué el Judaísmo identifica este día como el Iom Hadin ("Día del Juicio")? Y ¿Por qué el Judaísmo llama a este día Rosh Hashaná?
Un memorial con teruá era la festividad (Lv 23.24); que según los comentaristas judíos, se continuaba desde la salida del sol hasta su puesta (Shulján Arúj, par. 1. c. 588. sec. 1. Levush, par. 2. c. 588. sec. 1); pero para qué el sonido de estos shofarot era un memorial no es fácil decir; algunos son de la opinión que era en memoria de las guerras que el pueblo de Israel tuvo con sus enemigos los Amalecitas y Cananeos, y las victorias que obtuvieron sobre ellos, y particularmente en memoria de las murallas de Ierijó-Jerico derrumbándose por el sonido del shofar. Pero aparentemente tenemos solo una fuente para guiarnos a la comprensión del significado Escritural de Iom Teruá - la Parshat HaJatzotzrot, la porción que trata con las dos trompetas de plata. Para nuestros propósitos los últimos dos pasuqim o versos de esta parashá son de particular interés: "Cuando vayas a la guerra en tu tierra contra tu enemigo que te oprima, entonces harás tocar alarma con las trompetas ("vehareiotem behatzotzrot"); entonces serás recordado ("venizqartem") delante de IHVH tu Dios, y serás salvado de tus enemigos. También en el día de tu alegría, en tus días solemnes, y en los días de Rosh Jódesh (nuevo mes), harás tocar las trompetas ("utqatem behatzotzrot") sobre tus ofrendas olá (holocausto), y sobre tus sacrificios de ofrendas de shelamim (de paz); para que seas recordado ("lezikaron") delante de Dios - Yo soy IHVH el Dios de ustedes." (Nm10.9-10).
Una vez más los conceptos de recuerdo (Zikaron) y toque de Teruá (sonido con el shofar) se yuxtaponen, y la conexión entre ellos requiere una explicación.
Primero, vemos que tocar las trompetas no es particular de Iom Teruá, sino que es característico de cada Rosh Jódesh (nuevo mes) - en la manera de tocar las trompetas (en el Beit HaMikdash estas trompetas también eran tocadas en Iom Teruá - véase Mishná Rosh Hashaná 3.3). Rosh Jódesh en tiempos bíblicos se celebraba de una manera más festiva que en la actualidad (véase 1Samuel 20; II Reyes 4.24; Isaías 1.13; Amos 8.5 - que hace hincapié a la prohibición de compra y venta en Rosh Jódesh; Oseas 2.13, etc.) y el toque en Rosh Jódesh del séptimo mes se define como "un estatuto para Israel, una ordenanza del Dios de Iaaqov" (Salmo 81.5 – que es referencia específica a Iom Teruá). Entonces, ¿Cuál es el significado de "zikarón" en Rosh Jódesh? ¿Cuál es el significado de 'zikarón' específicamente en días festivos y días de alegría?
Parece que hay más recuerdo que simplemente lo contrario, olvido. Zikarón implica que hay una atención especial puesta en el objeto que se está recordando. La Torá dice de Dios, que él "recordó a Nóaj" (Séfer Bereshit / Gn 8.1) así como también a Avraham (Gn 19.28) y a Rajél (Gn 30.22). Seguramente esto no significa que hasta este momento Dios se había olvidado de ellos, por así decirlo. En lugar, esto nos enseña que desde ese momento en adelante una providencia especial, un cuidado especial y una estrecha supervisión ('hashgaha') fue proporcionada para aquellos individuos. El significado de recordar es tener una atención y un cuidado especial al objeto recordado. Tras el período de la servidumbre de los hijos de Israel en Egipto, llegó el momento para la salvación de ellos - "Y Dios recordó su alianza... y Dios conoció [sus angustias]" (Éx 2.24-25 y 3.7). A partir de ese momento, los hijos de Israel estuvieron bajo la hashgaha (cuidado, protección y supervisión divina) especial de Dios.
Lo contrario a zikarón (recuerdo), es el olvido - no el abismo del olvido, sino más bien Dios "ocultando su rostro" ('hastarat panim') y removiéndonos, por así decirlo, de su centro de cuidado especial. "Dios me ha abandonado, Dios me ha olvidado" - lamentos de la Bat Tzion - Hija de Tzion (Séfer Ishaiáhu/ Is 49.14); y un ejemplo aún más claro es provisto por el salmista (Séfer Tehilim/ Salmos 10.11) - "...Dios ha olvidado, él ha escondido su rostro...". El olvido de Dios significa el ocultamiento del rostro de Dios, la retiración y apartamiento de la 'hashgaha' (supervisión, cuidado y providencia divina), con sus terribles consecuencias: "Esconderé de ellos mis rostro, y entonces serán devorados, y vendrán sobre ellos muchos males y angustias..." (Séfer Devarim/ Dt 31.17).
Ahora es comprensible porqué en tiempos de angustia y guerra se tocaban las trompetas, y en consecuencia, "serán recordados delante de IHVH su Dios y serán salvados de sus enemigos." La Torá está enseñando que el recuerdo se alcanza mediante el toque de las trompetas, como símbolo de la nación poniendo a Dios como su propio protector. Era un acto de emuná, fe. Por resonar alarma con las trompetas, por ese acto de emuná, fe, todo Am Israel será recordado por Dios y él enviará su salvación. Un caso similar es a la salvación de los hijos de Israel en Egipto, cuando Dios les dijo a los hijos de Israel que mataran a un cordero y colocaran su sangre en las puertas de sus casas para ser redimidos, los que lo hicieron, lo hicieron porque tuvieron fe, porque creyeron y confiaron en aquello que había sido dicho por la boca del Santo, bendito sea él. Por lo tanto, el propósito de tocar las trompetas es renovar la guía especial de Dios sobre la nación de Israel, para ser recordados por él, para que su redención llegue en momentos de angustia – una victoria garantizada antes de la guerra.
Adicionalmente, en la ocasión de cada festividad y de alegría la Torá garantiza la guía, provisión, atención y cuidado especial de Dios: "Y en el día de la alegría de ustedes... tocarán las trompetas... para que sean recordados delante de Dios." El toque de las trompetas es parte de la festividad, parte de la expresión de la hashgaha especial de Dios sobre la nación de Israel.
Lo anterior también se aplica a cada Rosh Jódesh. ¿Cuál es entonces la renovación específica del Rosh Jódesh del séptimo mes, que se designa como un día completo para tocar las trompetas: "Iom Teruá"?
Parece que la naturaleza especial del día deriva de la naturaleza especial del mes. Hay dos ciclos de días festivos en la Torá - los Shalosh Regalim (tres festividades de peregrinaje), y las festividades del séptimo mes. El séptimo mes está dotado con santidad especial, en la misma manera que el séptimo día y el año séptimo poseen una kedushá ("santidad") especial. "Kol hasheviin havivin" ("Todos los [eventos que son] séptimos [en el ciclo] son muy amados"), dice el Midrash (Midrash Tehilim 9.11). Durante este mes ocurre Iom Kipur - el día en el que Dios perdona a Israel por todos sus pecados - así como Sucot, que tiene un significado más allá de ser una de las tres Regalim. Durante este mes la hashgaha sobre Am Israel, el Pueblo de Israel, por medio del toque del teruá, es particularmente evidente. Por lo tanto, el Rosh Jódesh de este mes tiene las mismas características pero más definidas, y se conoce como "zikron teruá" - una expresión que refleja toda la esencia del día.
Moshé ben Najmán (popularmente conocido como Ramba"n 1194 – 1270) comenta sobre la conexión entre "teruá" y "zikaron" en su comentario sobre el Séfer Vaiqrá 23.24: "Pero 'zikron teruá', como 'iom teruá yiye lajem' ("será día de teruá"), significa que debemos de tocar [el shofar] en ese día, y seremos recordados delante de Dios, como se dice: 'Harás tocar alarma (teruá) con las trompetas; entonces ellas serán para ti para que seas recordado delante de IHVH tu Dios...'.".
Por lo tanto, parece que en este día la alegría debería de ser aumentada en gran manera. Y así, de hecho se entiende por la descripción en el Libro de Nehemiá del Iom Teruá que se celebró después que el Séfer Torá fue encontrado: "Y Nehemiá... viendo que la gente lloraba al escuchar la lectura de la Torá, les dijo: Hoy es un día consagrado a IHVH, su Dios. No estén tristes ni lloren. Y agrega: 'Vayan y coman ricos manjares y beban bebidas dulces, y envíen porciones al que nada tiene preparado, porque este día es santo para nuestro Señor. ¡No se entristezcan, porque el gozo del Señor es la fortaleza de ustedes... Y todo el pueblo fue para comer y beber y enviar porciones, y celebrar con gran alegría, porque habían entendido las palabras que se les habían dicho..." (Séfer Nehemiá / Nehemías 8.9-12).
También es posible que resonar el shofar en Iom Teruá tenga un significado especial más allá de cada Rosh Jódesh. Los sabios aprendieron que el 'toque' mencionado en la Torá significa resonar el shofar, por un guezeira shava ("por analogía") respecto al Iovel-Jubileo: "Entonces harás resonar el shofar en el séptimo mes... y santificarás el año cincuenta..." (Lv 25.9-10). El sonido del shofar sirve como el inicio simbólico del año del Iovel-Jubileo (que ocurre después de un ciclo de 7 x 7 años), y sobre una base anual, aparentemente también sirve como el inicio simbólico del séptimo mes.
Iom Teruá, el Día que se resuena el shofar con el sonido del teruá, es más que un Rosh Jódesh, es el Rosh Jódesh más grande, Rosh Jodesh Ha-Gadol del año. En Iom Teruá la nación de Israel es recordada por Dios, seguido ocurre Iom Kipur -el día que Israel es perdonado de sus pecados- y luego Sucot, el día que Israel manifiesta la unidad y el reposo divino. Durante este mes la hashgaha sobre el Pueblo de Israel, es evidente.
De todo lo anterior, surge la pregunta - ¿cómo llegó este día a convertirse en Iom HaDin ante los ojos de los sabios del pueblo de Israel, el día en que según ellos "melajim iehafezun ve-heil urada ioheizun" (los ángeles están en trepidación - y todos están temblando de miedo) - un día en el que el Halel1 no es recitado por temor al juicio?
La raíz de la respuesta puede ser entendida desde la idea de Avraham Itzjaq Kuk (1865-1935) en su artículo "Le-Mahalaj HaIdeot BeIsrael". Kuk sostiene que con la desaparición de la Shejiná ("Presencia Divina") después de la destrucción del Primer Templo y el exilio consiguiente, la gloria de Israel fue arrojada al suelo. Como resultado, "toda practica individual - de guardar Torá y mitzvot/mandamientos, en el detalle individual de cada persona y la individualidad conceptual de las creencias relativas a la conexión personal de cada individuo con la vida eterna y el esfuerzo individual hacia ella - que anteriormente se reveló y existió como la manifestación de la Idea Divina... ahora, con la desaparición de la gran luz de la nación durante el período del Segundo Templo, fue confinada y manifestada en su especial carácter individual." Israel perdió su nacionalidad, la Shejiná (Presencia Divina) ya no está entre ellos, y ahora cada individuo se mantiene de pie por sus propios méritos.
A partir de entonces, según esta opinión, Dios no "recuerda" al Pueblo de Israel como una nación. Él "recuerda" a cada individuo por separado. Y cuando cada persona es juzgada individualmente, sin un templo, y sin un sacrificio que proteja a la nación, Iom Teruá, el Día en el que Dios recuerda a su pueblo, toma un aspecto de juicio mucho más profundo, donde el miedo sustituye a la alegría. El individuo ya no es capaz de esconderse entre la santidad del Beit HaMikdash, el Templo - él se encuentra solo ante el Rey de Juicio.
El juicio se caracteriza por la ausencia del templo y sus sacrificios que intercedían por toda la nación de Israel. Iom Teruá, se caracteriza como el día en el que toda la nación de Israel es recordada delante de Dios para bien. Dios en lugar de esconder su rostro, inclina su rostro hacia su pueblo para bien. Después de un largo tiempo sin festividades por causa del pecado del becerro de oro, que causó una separación entre el pueblo con su Creador, Dios instituyó este Rosh Jódesh del séptimo mes, como: "Iom Teruá". A partir de este momento, los hijos de Israel estuvieron bajo la hashgaha (cuidado, protección y supervisión divina) especial de Dios. Durante este mes, a los diez días, es decir, diez días después de Iom Teruá, ocurre Iom Kipur - el día en el que Dios perdona a Israel por todos sus pecados - así como le sigue Sucot. La causa de Iom Kipur y Sucot es el recuerdo de Dios que se obtuvo en el Rosh Jódesh del séptimo mes: "Iom Teruá". No puede hay un Sucot sin un Iom Kipur -sin perdón de pecados- y es imposible concebir un Iom Kipur sin el Templo, sin una sangre que sea derramada en el Templo para expiar los pecados. Y si la causa de estas dos festividades es Iom Teruá, no hay Iom Kipur sin un Iom Teruá, y por ende tampoco Sucot. El recuerdo es más que evidente: en consecuencia de haber sido recordados por Dios en Iom Teruá, ocurre Iom Kipur y Jag Sucot. En Iom Kipur todo Am Israel, el Pueblo de Israel, tiene la oportunidad de ser perdonado de todos sus pecados y luego en Sucot la renovación la habitación de Dios en medio de su pueblo.
Así lo ordenó Dios, no sólo porque era el séptimo mes, sino porque el séptimo mes era para asegurar a la congregación la expiación completa de todos sus pecados, y la limpieza de todas las inmundicias que la separaban de su Dios, a saber, en el día de la expiación, que cae dentro de este mes, y para darle a la congregación un anticipo de la bienaventuranza de la vida en comunión con el Señor, a saber, en Sucot (la fiesta de las Cabañas), que comienza cinco días después. Este carácter significativo del séptimo mes se indica con el toque de trompeta, por el cual la congregación presentaba el memorial de ella misma en voz alta y fuerte delante de Dios en el primer día del mes, para que Dios pueda otorgarles las bendiciones prometidas de su gracia, para la realización de su pacto.
Los discípulos de Ieshúa sí tenemos un templo que interceda por Am Israel. Ieshúa es el Templo (Jn 2.19-22; y mayor que el templo Mt 12.6). Él es quien intercede por nosotros por medio de su sangre. Querén ieshuá "cuerno de salvación" (Lc 1.69). La protección para todo Am Israel. Para el individuo que se refugia bajo las alas del talít de Ieshúa, Iom Teruá, el Día para ser recordados delante de Dios, toma un aspecto de alegría mucho más profundo, donde la alegría sustituye el temor. El individuo ahora es capaz de refugiarse en la santidad de Ieshúa ha-mashíaj. En Ieshúa, Iom Kipur y Sucot toman un aspecto de alegría. En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
Rosh Hashaná
Ahora podemos entender porque los de antaño se referían a Iom Teruá como Rosh Hashaná, a pesar que la Torá lo establece como el principio del séptimo mes en lugar del inicio del año. No hay duda que el séptimo mes en algún tiempo sirvió como el Año Nuevo para ciertos propósitos - en paralelo con el mes de Aviv (véase Mishná Rosh Hashaná 11.1). Prueba de ello puede ser traído por la necesidad de definir el mes de Aviv como "Rosh Jodashim" (Éx 12.2) - esto parece indicar que hasta entonces un mes distinto había servido para este propósito. Según Flavio Josefo (Antigüedades l. 1. c. 3. sect. 3. & Antigüedades l. 1. c. 3. sect. 3) y otros historiadores, el séptimo mes, llamado Tishri, servía como el inicio del año, basado en la tradición de que el mundo fue creado en ese mes. Por lo que parece, también, por la designación de Sucot como 'tequfat hashaná" ("el fin del año") (Éx 34.22), el toque de shofar en Iom Kipur del año del Iovel que santifica el Iovel (Lv 25.9-10), y porque en el Séfer Iejezquel que dice, "en Rosh Hashaná en el décimo del mes" (Ezq 40.1) - por 'Rosh Hashaná' no se refiere a un día específico, sino al comienzo del año.
Iom Teruá, que es también Rosh Hashaná, es distinto a todas las otras festividades del año. Todas las otras festividades aluden a una experiencia única de los israelitas. Ellas registran eventos de drama religiosa e importancia histórica: El Éxodo de Egipto, la entrega de la Torá, la entrega de las segundas lujot (tablas), y el sucot en el desierto (ya sea una experiencia real o divina). Algunas también están relacionadas con el ciclo agrícola típico de la vida en Éretz Israel, "la Tierra de Israel", y la respuesta religiosa demandada para esos momentos. El común denominador de todas las otras festividades es una conexión singular a la experiencia de la nación de Israel, que lleva al pueblo de Israel a una festividad específica. Iom Teruá o Rosh Hashaná, que según la tradición conmemora el comienzo del orden cósmico, tiene un significado universal. ¿No debería toda la creación unirse en celebración por la formación del mundo y la proclamación de Dios como rey?
Creo que la respuesta a esta pregunta radica en la complejidad de la naturaleza de Rosh Hashaná. Rosh Hashaná, que por un lado se refiere al comienzo del orden cósmico, no solo pretende recordar la historia antigua. El día en el que la creación llegó a existir es también el día en el que el reino del Cielo estuvo en máxima expresión. Después de todo, ¿Cuál es el significado de ser Rey de todo el universo cuando no existe un universo? Por lo tanto, cada año en Rosh Hashaná hay una obligación en el hombre de reconocer la norma divina, el reino divino, donde Rosh Hashaná crea una oportunidad para el ser humano de poder proclamar a Dios como el Rey máximo. Rosh Hashaná marca el inicio de la Creación, el día en que Dios creó el mundo y se convirtió en su Rey soberano. Al igual que se acostumbra tocar trompetas y shofarot para glorificar a un rey y proclamar que somos sus siervos (1 Reyes 1.34,39), de manera similar mostramos nuestra aceptación del dominio de Dios al tocar el shofar, y de esa manera lo coronamos como nuestro Rey. Como está escrito en uno de los Salmos de entronización: “Dios asciende con un teruá, IHVH con la voz del shofar. Canten alabanzas a Dios, canten alabanzas; canten alabanzas a nuestro Rey, canten alabanzas. Porque Rey sobre toda la tierra es él; canten alabanzas los que entienden”. (Salmos 47.6-8).
* Este es un salmo mesiánico según fuentes rabínicas (véase Bamidbar Rabá, s. 15. fol. 218. 1), en dónde se identifica al Mesías como el Rey del universo y su reino es eterno, no tiene fin y nunca será destruido (Daniel 7.14).
Por supuesto, el reino divino no es únicamente político, sino ético. Dios no sólo se sienta en un Trono Real, también se sienta en la silla de juicio. Rosh Hashaná, por lo tanto, también es el Iom Ha-Din ("Día del Juicio"). Desde el punto de vista divino, estos dos temas, el reinado y el juicio, son complementarios, pero desde nuestra perspectiva se contradicen. Rosh Hashaná - el día en que se creó el mundo - tiene un carácter más práctico: ahora podemos destacar que el mismo día en que fue creado el mundo, es también el día en el que se cierra el ciclo y se juzga al mundo. Pero como se mencionó anteriormente, con la destrucción del Primer y Segundo Templo, la dimensión nacional de Israel fue disminuida y para el individuo que no cree y se aferra a la fe mesiánica en Ieshúa, el día toma un aspecto de terror y juicio, el día en que "kol baéi olam ovrim lefanéja kivnéi maron" ("todos los habitantes del mundo pasan delante de Él como rebaño de ovejas"). Pero el individuo que se encuentra bajo protección divina de Ieshúa ha-mashiáj, no es condenado, sino recordado delante de Dios para bien.
Idealmente este día es especial para el pueblo de Israel. En este día conmemoramos la creación del mundo, aunque este último tiene un significado más universal.
Podemos entender por qué sabios ha enfatizado al Reino de Dios sobre todo el mundo - ya que en esta época la majestad de Dios se manifiesta en el mundo entero - en contraposición a Rosh Hashaná como se presenta en las Sacras Escrituras, cuando este aspecto palidece al lado de la majestad de Dios específicamente sobre Israel. De ahí que varios sabios, establecieron la fórmula para la bendición en la oración de Rosh Hashaná: "Reina sobre el mundo entero en tu honor... y toda creatura entenderá que tu la creaste, y todo ser viviente dirá:" El Señor Dios de Israel es el Rey, y su majestad reina sobre todo."
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1 Una oración basada en los salmos bíblicos 113-118, que es utilizada como alabanza y agradecimiento y recitada por los israelitas en las festividades.