I. LA CREACIÓN DEL MUNDO
LA PRIMERAS COSAS CREADAS
En el principio, dos mil años antes del cielo y la tierra, se crearon siete cosas: la Torá escrita con fuego negro sobre fuego blanco, y yaciendo en el regazo de Dios; el Trono Divino, erigido en el cielo que más tarde estuvo sobre las cabezas de las Hayot; el Paraíso a la diestra de Dios, el Infierno a la siniestra; el Santuario Celestial directamente delante de Dios, que tiene una joya en su altar grabada con el Nombre del Mesías, y una Voz que grita en voz alta: "Retornaos, hijos de hombres". [1]
Comentario
[1] Tehilim 90, 391. Para más información sobre el relato de las cosas pre-existentes, véase Excursus I.
Cuando Dios resolvió la creación del mundo, tomó consejo con la Torá. [2] Su consejo fue este: "Oh Señor, un rey sin ejército y sin cortesanos y asistentes apenas merece el nombre de rey, ya que ninguno está cerca de expresar el homenaje que se le debe". La respuesta complació a Dios en exceso. Así, Él enseñó a todos los reyes terrenales, por su ejemplo divino, a no emprender nada sin primero consultar a los consejeros. [3]
Comentario
[2] Se concibe que la Torá emanó de la sabiduría de Dios. Comp. Excursus I.
[3] PRE 3. En cuanto a Dios consultando con los ángeles y la Torá, compárece también con el Volumen 1, pg. 51 y 55. Similarmente tanto el Talmud y los Midrashim frecuentemente hablan de la corte de justicia de Dios, consistiendo de ángeles como miembros. Compárese con el Talmud de Jerusalén Berakot 9, 14b; Sanedrín 1, 18a, el Talmud de Babilonia 38b; WR 24.2; BaR 3.4; Bereshit/Gn 51.2; ShR 6.1 y 12.4; Shir 1.9; PR 42, 175b; Tan. Wa-Era 16; Tan. B. I, 96, 106; II, 36, 51; Tehilim 119, 497; Ierushalmi Rosh Hashaná 2, 58b; ShR 30.18. Tertuliano en Adversus Praxean 16, claramente señala al hecho que la legenda que los ángeles fueron consultados por Dios con respecto a la creación era una tendencia anti-cristiana. Su propósito era excluir la posibilidad de asumir que la Trinidad es aludida cuando la Biblia emplea el plural en conexión con la deidad. Comparar con notas 10 y 12 del Volumen 1 de esta obra "Historias & Tradiciones de los Judíos".
[3] PRE 3. En cuanto a Dios consultando con los ángeles y la Torá, compárece también con el Volumen 1, pg. 51 y 55. Similarmente tanto el Talmud y los Midrashim frecuentemente hablan de la corte de justicia de Dios, consistiendo de ángeles como miembros. Compárese con el Talmud de Jerusalén Berakot 9, 14b; Sanedrín 1, 18a, el Talmud de Babilonia 38b; WR 24.2; BaR 3.4; Bereshit/Gn 51.2; ShR 6.1 y 12.4; Shir 1.9; PR 42, 175b; Tan. Wa-Era 16; Tan. B. I, 96, 106; II, 36, 51; Tehilim 119, 497; Ierushalmi Rosh Hashaná 2, 58b; ShR 30.18. Tertuliano en Adversus Praxean 16, claramente señala al hecho que la legenda que los ángeles fueron consultados por Dios con respecto a la creación era una tendencia anti-cristiana. Su propósito era excluir la posibilidad de asumir que la Trinidad es aludida cuando la Biblia emplea el plural en conexión con la deidad. Comparar con notas 10 y 12 del Volumen 1 de esta obra "Historias & Tradiciones de los Judíos".
El consejo de la Torá fue dado con algunas reservas. Ella era escéptica sobre el valor de un mundo terrenal, a causa de la pecaminosidad de los hombres, quienes estarían seguros de ignorar los preceptos de ella. Pero Dios disipó sus dudas. Él le dijo que el arrepentimiento había sido creado mucho antes y que los pecadores tendrían la oportunidad de arreglar su camino. Además, el servicio del Templo estaría investido de poder expiatorio, y el Paraíso y el infierno tenían la intención de hacer el deber como recompensa y castigo. Finalmente, el Mesías fue designado para traer la salvación, lo que pondría fin a toda la pecaminosidad. [4]
Comentario
[4] Raziel 20b y Sode Razá en el Yalkut Reubeni sobre Gn 3.1, extraído de una fuente midrásica tardía y desconocida, ya que aparece en en el desarrollo posterior de las Hagadot citadas en las notas 1 y 3 de Tehilim y PRE; compárese con Isaac Luria sobre PRE 3, nota 25, y con el vol. I pg. 51-52 de esta obra Historias & Tradiciones de los Judíos.
Ni es este mundo habitado por el hombre, el primero de las cosas terrenales creadas por Dios. Hizo varios mundos antes que el nuestro, pero los destruyó a todos, porque no se complació con ninguno hasta que creó el nuestro.[5] Pero incluso este último mundo no habría tenido permanencia, si Dios hubiera ejecutado su plan original de gobernarlo de acuerdo con el principio estricto de la justicia. Únicamente cuando vio que la justicia por sí misma socavaría al mundo, asoció la misericordia con la justicia y los hizo gobernar conjuntamente [6]. Por lo tanto, desde el principio de todas las cosas prevaleció la bondad Divina, sin la cual nada podría haber continuado en existencia. Si no fuera por eso, la miríada de espíritus malignos pronto pondría fin a las generaciones de los hombres. Pero la bondad de Dios ha ordenado, que en cada Nisan, en el momento del equinoccio de primavera, los serafines se acerquen al mundo de los espíritus, y los intimiden para que teman a no hacer daño a los hombres. De nuevo, si Dios en su bondad no hubiera dado protección a los débiles, los animales domésticos habrían sido extirpados hace mucho tiempo por los animales salvajes. En Tamuz, en el momento del solsticio de verano, cuando la fuerza de Behemot está en su apogeo, ruge tan fuerte que todos los animales lo oyen, y durante un año entero se sienten asustados y e intimidados, y sus actos se vuelven menos feroces que su naturaleza. De nuevo, en Tishri, en el momento del equinoccio de otoño, el gran pájaro Ziz[7] bate sus alas y emite su grito, de modo que las aves de rapiña, las águilas y los buitres se encogen y temen precipitarse sobre otros y aniquilarlos en su avaricia. Y, de nuevo, si no fuera por la bondad de Dios, rápidamente la gran multitud de peces grandes habrían puesto fin a los pequeños. Pero en el momento del solsticio de invierno, en el mes de Tevet, el mar se vuelve inquieto, porque entonces el Leviatán arroja agua y el pez grande se inquieta. Ellos restringen su apetito, y los pequeños escapan de su rapacidad.
Comentario
[5] d