פרשת וישׁב
El Significado de los dos sueños de Ioséf en conexión con el Mashíaj
Iosef tiene dos sueños. Ambos sueños difieren en cuanto al escenario ilustrado. El escenario del primer sueño se encuentra dentro de un ámbito terrenal, dentro de la esfera del mundo terrestre, anexado con el producto de la tierra. El escenario del segundo sueño se anexa con lo celestial, el sol, la luna y las estrellas. ¿Son estos sueños proféticos? Todo lo que está escrito y registrado en la Torá nos indica que la Providencia y la Presencia Divina está guiando los eventos. La Torá no debe de leerse como un libro que solamente registra la historia de una familia, aquel que lee la Torá como un libro de historia no conoce ni entiende lo qué es la Torá. La Torá nos ayuda a afrontar el presente y a crear el futuro, y no tan sólo a recordar el pasado.
La explicación de los sueños de Ioséf se encuentra en la lectura del texto, en las palabras de los hermanos: "¿Acaso tu reinarás sobre nosotros; acaso tu nos gobernarás?" y en las palabras de Iaacóv: "¿Acaso yo, tu madre y tus hermanos vendremos y nos postraremos a tierra delante de ti?" A pesar que todas estas expresiones transmiten un tono evidentemente irónico y terminan en signos de interrogación, no es claro que ellos representen una interpretación precisa de los sueños.
Pero esto no es suficiente. Al fin y al cabo, Iosef mismo nos enseñó que la persona que interpreta sueños tiene que explicar el significado de cada detalle del sueño (Bereshit 40:8-13). ¿Cual, entonces, es el significado simbólico de las gavillas de los hermanos postrándose delante de la gavilla de Ioséf según el primer sueño? ¿Por qué no se postraron delante del mismo Ioséf, como lo fue en el segundo sueño? Y ¿Por qué en el segundo sueño los hermanos están representados por estrellas, mientras que en el primer sueño por gavillas? ¿Por qué el sol y la luna aparecen de repente en el segundo sueño, simbolizando a Iaacóv y su esposa, mientras que no existe un paralelo con el primer sueño?
Lo que es común en ambos sueños es la postración delante de Ioséf, y por esta razón Ioséf dice, "He aquí he soñado un sueño adicional" (37:9). ¿Por qué, entonces, la necesidad de dos sueños que esencialmente dicen lo mismo? Ioséf mismo responde a una pregunta similar cuando dice (41:32), "[La razón de] la repetición del sueño dos veces para el Faraón es para mostrar que el asunto verdaderamente viene de Dios y que Dios se apresura a cumplirlo." Dicha explicación no puede aplicarse al sueño doble de Ioséf, ya que un tiempo bastante largo - veintidós años - tuvieron que pasar hasta que el sueño se cumpliera e hiciera realidad.
El Cumplimiento de los sueños según Rashí y Ramban
Con respecto a la realización de los sueños de Ioséf como la trama se desarrolla, los comentarios no proveen respuestas satisfactorias. El verso, "Y Ioséf recordó los sueños que sonó acerca de ellos" (42:9), relatan solamente las ideas y los pensamientos de Ioséf, y aunque esto está sujeto al debate entre los comentarios. Rashí sostiene que "Él ("Ioséf") supo que estos sueños se cumplieron en ese momento, porque he aquí – ellos se estaban postrando delante de él," mientras que Ramban difiere diciendo:
Yo creo que lo contrario es el caso. La Torá está diciendo que cuando Ioséf vio a sus hermanos postrarse delante de él, él recordó todos los sueños que él había soñado acerca de ellos y supo que uno de ellos no se había cumplido en esta ocasión. Él supo por la explicación de su primer sueño que todos sus hermanos se postrarían delante de él: "Y he aquí, nosotros estábamos atando gavillas" – el "nosotros" implica a los once hermanos, mientras que él mediante el segundo sueño ve que el sol, la luna y once estrellas se tenían que postrar delante de él.
Más adelante Rambán explica que la táctica de Ioséf de ocultar su identidad de sus hermanos estaba destinada a llevar a cabo la realización de sus sueños – en primer lugar, haciéndolos llevar a Biniamín a fin de realizar el primer sueño, "y después del cumplimiento del primer sueño, él les dijo que él era Ioséf, con el fin de lograr el cumplimiento del segundo sueño." Ya que después de que él les dijo que era Ioséf, Iaacóv y toda su casa vinieron a él. El Rambán lo resume de la siguiente manera: "Él hizo todo correctamente en el momento justo para que los sueños fueran una realidad, porque él sabía que tenían que cumplirse."
El primer sueño, según la explicación de Rambán, fue cumplido en el capítulo 43, cuando todos sus hermanos vinieron delante de Ioséf (vv.15-16), y de manera explícita en el verso 26 – "Y ellos se postraron a tierra delante de él." Pero el sueño de Ioséf no es mencionado allí en lo absoluto – tampoco en la narrativa de la Torá, ni en los pensamientos de Ioséf. Aún más problemático es el segundo sueño: en ninguna parte se menciona que toda la familia, incluyendo a su padre, se postraron delante de Ioséf. Si este es el caso, entonces el cumplimiento del segundo sueño no es descrito en este lugar, y el sueño por ende requiere otra explicación.
El Significado de Postración
La respuesta a nuestras preguntas requieren un análisis detallado de los sueños. La Torá nos parece estar dando a entender que los sueños no se entendieron correctamente en primera instancia – ni por Ioséf el soñador, ni por sus hermanos, ni por Iaacóv. Como resultado, los comentarios que se apoyan en las interpretaciones de sus hermanos y Iaacóv también están equivocados. ¿Cuál es su error? Todos ellos entendieron la postración delante de Ioséf repetida en ambos sueños de la misma manera, como si cada postración poseyera el mismo significado: "Acaso yo, tu madre y todos tus hermanos vendremos a postrarnos a tierra delante de ti?" Los hermanos, también, entendieron la postración literalmente, como una expresión de realeza y gobierno: "¿Acaso reinarás sobre nosotros?" Pero, ¿era este el verdadero lenguaje de los sueños?
¿Cuál es entonces, el simbolismo de la postración? En un sentido, el significado si pertenece a gobernar, pero en otro sentido la postración también expresa la dependencia de quien se postra en aquel delante de quien se está postrando (compare los siguiente versos, en donde la postración expresa dependencia y no reino y gobierno: Bereshit 23:7, 23:12, 47:31, Shemuel I 2:36). La situación de la dependencia de los hermanos y la casa de Iaacóv en Ioséf es difícil de hallar en la narrativa de la historia, y no hay necesidad de ubicarla en cualquier situación concreta en particular en donde los hermanos se postran delante de él.
El Significado de los Sueños
Pasemos ahora a aclarar el simbolismo en el primer sueño de Ioséf. Es evidente ver que el primer sueño expresa la dependencia de los hermanos en Ioséf en un estado productivo alimenticio, el acto de conservar la vida por medio de la alimentación. Las gavillas son un símbolo de la producción y el pan. El sueño consta de tres etapas, el inicio de cada etapa marcada con la palabra "he aquí" ("hiné"):
He aquí, nosotros estábamos atando gavillas
He aquí, mi gavilla se levantó y se mantuvo erguida
He aquí, sus gavillas hicieron un círculo y se postraron delante de mi gavilla.
Al principio Ioséf está incluido entre los hermanos – "nosotros" – en el esfuerzo común en nombre del sustento de la vida de la familia en la búsqueda de alimento. En la segunda etapa a un giro de eventos bastante sorprendente: en medio de todos los hermanos que trabajaban en conjunto, la gavilla de Ioséf repentinamente destaca sobre las demás; se endereza y se mantiene así durante un tiempo. La etapa #1 describe una escena natural; la etapa #2 describe un fenómeno sobrenatural con el destacable dato que a diferencia de la narrativa del segundo sueño, el dato del número de hermanos que recogían las gavillas carece en la narrativa del primer sueño, mientras que en el segundo sueño se describe que habían un total once hermanos más Ioséf. La 1# etapa se refiere a la elevación notable de Ioséf en estatus. En esta etapa del sueño Ioséf se encuentra solo, y los hermanos no son mencionados del todo – ni en el sueño ni en la realidad.
La tercera etapa del sueño también es bastante sorprendente: las gavillas de los hermanos se levantan de sus lugares, rodean la gavilla de Ioséf y se postran a tierra delante de ella. En esta etapa los hermanos se reúnen de nuevo con Ioséf, como en la etapa #1, pero esta vez no en una situación de igualdad, sino más bien en una situación de dependencia en Ioséf, quien se convirtió en el distribuidor y fuente de la vida, del alimento. ¿Será acaso que la interpretación de los hermanos acerca de este sueño – "¿Acaso tu reinarás sobre nosotros?" – es suficiente? Parece que fue una interpretación satisfactoria para Ioséf, de lo contrario, si el significado del sueño hubiera sido revelado a él en ese momento, él se hubiera visto obligado a rechazar las palabras de sus hermanos, y les hubiera dicho, "No; en lugar, vendrá el día cuando yo proveeré sustento para ustedes y sus hijos" (50:21).
Parece ser que esta etapa #3 del primer sueño tiene su cumplimiento cuando los hermanos descienden a Egipto y la familia es reunida en ese lugar a fin de sobrevivir los años de hambruna por medio de la mano de Ioséf. De modo que al parecer, toda la historia de Ioséf se extiende ante nosotros, desde el principio hasta el final, envuelta en este sueño. Sin embargo, en medio de la narrativa del primer sueño, aparece un fenómeno, Ioséf dice, "He aquí he soñado un sueño adicional" (37:9), la narrativa textual del verso no indica que Ioséf tuvo "otro" sueño, sino que en adición al primer sueño, tuvo un segundo sueño como extensión del primero. Esto indica que el segundo sueño no es meramente la repetición del primer sueño, sino una extensión, que requiere otra interpretación distinta al primer sueño.
Según lo relata la Torá, en el segundo sueño, el sol, la luna y once estrellas se postran delante de Ioséf. A diferencia del primer sueño, se hace mención de su padre ("el sol"), y se dice que su madre ("la luna") también se postrará delante de Ioséf. Pero debe de mencionarse que para este entonces la madre de Ioséf, Rajél, ya había muerto. ¿Cómo es que el sueño indica que su madre se postrará delante de él, cuando su madre ya había muerto? Para dar respuesta a esta pregunta, es necesario visualizar los sueños de Ioséf, visualizando a Ioséf como un representante físico del Mashíaj, de manera que el cumplimiento real de los sueños de Ioséf deben de cumplirse en el Mashíaj.
En los escritos judíos frecuentemente se encuentran dos términos: Mashiaj ben Ioséf y Mashíaj ben David, según la interpretación del Judaísmo de la generación actual se refiere a dos Mesías totalmente distintos, pero en documentos más antiguos se registra la idea que el Mashíaj ben Ioséf y Mashíaj ben David son dos funciones de un solo Mashíaj. En los escritos judíos más antiguos, cuando se presenta al Mashíaj ben Iosef, se habla de un Mashíaj que viene a morir por la humanidad y expiar el pecado del mundo, y a proveer vida a todos aquellos que creen en él, siendo él la fuente de vida para todo ser viviente. Y se habla del Mashíaj ben David, como el Mashíaj que viene a establecer su reino sobre la tierra. De aquí sus respectivos epítetos basados en la función de un solo Mashíaj. Mashíaj ben Iosef es la función del Mashíaj que viene a rescatar al ser humano mediante su sacrificio y sufrimiento por causa de los pecados de ellos, y esto se desarrolla en base a la vida de Ioséf ben Iaacóv el patriarca, que en paralelismo con la primera venida / función del Mashíaj podría decirse que Ioséf sufrió en gran manera, de hecho fue vendido por sus hermanos, fue lanzado a un pozo sin agua y salió de él, que en forma alegórica alude a la muerte y resurrección de Ieshúa, y así se encuentran muchos paralelismos entre Ieshúa y Ioséf, de manera que se acostumbra entre algunos individuos traducir el epíteto "Mashíaj ben Ioséf" como un adjetivo perteneciente a "Mashíaj Siervo Sufriente". Y Mashíaj ben David pertenece a la función del mismo Mashíaj ben Ioséf, en su retorno al mundo con el Reino Divino para reinar sobre la tierra, así como David fue rey sobre Ierushaláim ("Jerusalén"), de manera que se acostumbra traducir el título "Mashíaj ben David" como un adjetivo, "Mashíaj el Rey Reinante".
Jaim ben Iosef Vital (1543-1620), un rabino perteneciente al Judaísmo, dijo en su libro Séfer Jizionot que Mashíaj ben Iosef y Mashíaj ben David son dos títulos de dos distintas funciones de la misma persona (Séfer Jizionot página 106).
Habiendo dicho esto, que en dichos sueños, Ioséf representa al Mashíaj y sus respectivas venidas y funciones, así como David representa al Mashíaj al grado que el Mashíaj es llamado por el nombre "David" (Iejezquel 34:23), similarmente es con Ioséf. De modo que, habiendo dicho esto y bajo este contexto, podemos proseguir con el análisis de ambos sueños.
Lo primero que hace un hombre que está recogiendo y atando gavillas antes de llevarlas al granero es separar los primeros frutos. En el Séfer Vaiqrá (Levítico 23) se indica que antes de poder iniciar a comer o hacer algún uso de cualquier producto agrícola, el israelita debe atar las gavillas y una gavilla en particular debe de ser tomada y retirada de las demás para que sea mecida por el sacerdote delante de Elohím como una ofrenda mecida, como primeros frutos. Una vez esto es llevado a cabo, el israelita puede tomar el resto de la cosecha y hacer uso de ella. Pero hasta que esto no suceda, el israelita no puede participar de la cosecha (Vaiqrá 23:14).
La ilustración de este sueño es bastante similar. Una gavilla es separada de las demás y es elevada sobre las otra gavillas. Las otras gavillas rodean la gavilla que fue elevada y se postran delante de ella. Al parecer, el lenguaje real de este sueño bajo el conocimiento contextual de la Torá, sabemos que esta gavilla representa la ofrenda de los primeros frutos que era ofrecida delante de Elohím. ¿Cuál era el proceso para llevar esto a cabo? Al inicio la gavilla era recogida y llevada al atrio del templo donde la tostaban delante de fuego, luego era colocada en molinos para moler y triturar los granos y de ella era sacada una décima parte de un éfa, la cual era tamizada con ocho tamices, luego se vertía el aceite y el incienso sobre ella, se mezclaban, y era mecida delante de Elohím. Luego un puñado era tomado para ser quemado mientras que el resto era consumido por los sacerdotes. Una vez ofrecida la gavilla, los sacerdotes salían por las calles de Ierushaláim ("Jerusalén") y encontraban las calles de la ciudad llenas de comida y de grano tostado, habiendo ahora toda libertad para cosechar y alimentarse de ellos (Mishná Menajót sect. 4, 5; Menajot 8:2). Esto era llevado a cabo el 16 de Aviv, el día de la resurrección de Ieshúa como primicia de los que murieron (1 Carta a la Comunidad en Corintio 15:20). Esta gavilla siendo llevada a los sacerdotes en el atrio, y siendo triturada y molida y también secada al fuego, denota los varios sufrimientos del Mashíaj, por medio de los sacerdotes y ancianos del pueblo; y el aceite y el incienso puestos sobre la gavilla, denotan la aceptabilidad de su sacrificio delante de Elohím como el Mashíaj ("Ungido") de Elohím. Y el acto de mecer la gavilla denota la resurrección del Mashíaj entre los muertos, que tomó lugar el mismo día que la gavilla era mecida delante de Elohím; él, que es la primicia de los que duermen en él, y el que santifica todo el cuerpo de la Comunidad de Israel y garantiza la resurrección de los que permanecen en él para vida eterna.
De manera que en el primer sueño, la gavilla de Ioséf representa de forma alegórica la primera venida del Mashíaj, su muerte y resurrección, siendo él primicia de resurrección de los que murieron, y siendo él la fuente de vida para aquellos que se postran delante de él para comer de su alimento, reconociendo que él es la fuente de vida. Así como en un antiguo libro judio (Raya Mehimna en Zohar, Bereshit fol. 87. 2.) la gavilla de Iosef se interpreta que es el Mashíaj. Y esto también lo profetizó el profeta Amós diciendo, "Llegará el día, dice IHVH, en que mandaré a la tierra [de Israel] hambruna, mas no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír la Palabra de IHVH (Amós 8:11). En lo que cabe destacar que según los discípulos de Ieshúa, la Palabra de Elohím que es él mismo, el Mashíaj (IV Evangelio i, 1).
En adición y extensión a este sueño, Ioséf después ve a través de sueños, que el sol, la luna, y once estrellas se postran delante de él. Este sueño se refiere al día después de la resurrección de los muertos, pues para ese entonces, Rajel ("la luna"), ya había muerto, de manera que su interpretación debe de enfocarse en un tiempo después de la resurrección de Rajel, que será en la resurrección de los muertos. Y esta interpretación no es ajena a la del Judaísmo como puede observarse en el documento titulado "Las Historias de los Judíos Vol. II, Ioséf y sus Hermanos". De manera que, visualizando a Ioséf como un representante del Mashíaj, podría decirse que después del cumplimiento del primer sueño, es decir, después de la muerte y resurrección del Mashíaj, y después del reconocimiento de los hijos de Iaacóv de que Ieshúa es la fuente de vida a través de su sacrificio, ilustrado mediante la postración delante de él, entonces él reinará sobre el sol, la luna y once estrellas. En otras palabras, reinará sobre toda la casa de Iaacóv. La postración delante del Mashíaj, relatado en el primer sueño, es una postración de dependencia en él, que es la fuente de vida y todo alimento espiritual, mientras que la segunda postración, relatada en el segundo sueño, es una postración delante del Rey del Universo (el sol, la luna, y las estrellas), reconociendo que él es el Rey arriba en los cielos y abajo en la tierra. Como está escrito sobre él, que está sentado en el trono divino, a la diestra de su Padre celestial en los cielos (Salmo 110), "Proseguí mirando en las visiones nocturnas, y he aquí con las nubes de los cielos venía uno como hijo de hombre, y llegó hasta el Anciano de días, y lo hicieron acercarse ante él. Y le fue concedido señorío, gloria y un reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas lo adoren ("pelaj"). Su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será jamás destruido (Daniel 7:13-14).
A quien le es dado el dominio, gloria, reino eterno, etc, es al Mashíaj, y esta es la interpretación de los judíos registrada en el Talmud Bavli, Sanedrín 96b-97a, 98a. El hebraísta Franz Delitzsch comentó en este texto que פְּלַח (Peláj) es usado en caldeo únicamente para referirse al servicio y homenaje divino hacia Dios (ejemplos Daniel 7:27; Dan. 3:12-13, Dan. 3:17., Esd. 7:19, Esd. 7:24). Y aquí este servicio y homenaje es dado al Mashíaj, lo que habla mucho sobre su identidad divina, siendo que él es Elohím.
De modo que al parecer, toda la historia de Ioséf se extiende ante nosotros, desde el principio hasta el final, envuelta en este sueño. Iosef, siendo un personaje que alegóricamente representa al Mashíaj, por la vida que llevó, sus sufrimientos y su exaltación sobre sus hermanos, tiene dos sueños que relatan en resumen las dos etapas principales de su vida. Siendo estos sueños una forma de ilustrar lo que el Ieshúa, que es el Mashíaj, haría al manifestarse en esta tierra en dos manifestaciones: 1) Sufrir por su pueblo, y morir como sacrificio de expiación para el ser humano y así alimentar con vida eterna y su Rúaj Haqódesh (Espíritu de Santidad) al que en él crea y 2) Reinar sobre toda la creación y la casa de Iaacóv.