Comentario sobre la Caridad - La Importancia de dar en secreto
Ieshúa dice que cuando damos caridad, debemos de hacerlo al estilo de Ioséf:
«Cuando ayudes a un necesitado, ni siquiera tu mano izquierda debe saber lo que hace la derecha: la tzedaqá (caridad) que tu darás quedará en secreto. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te premiará» (Matái 6:3-4)
Ioséf quiso dar a sus hermanos una donación caritativa. Sabía que las condiciones de la hambruna en Canaán seguramente estaban creando dificultades financieras. En lugar de anunciar la caridad con una fanfarria de trompetas, él en secreto puso el dinero en sus bolsas (Bereshit 42:27-28 y 42:27-28).
Maimónides, explica que existen diferentes niveles para dar caridad (tzedaqá). Uno de los niveles bajos para dar caridad es cuando el hecho se conoce tanto por el donante como por el receptor. Pero el nivel más alto de caridad es el amor secreto. La persona que da caridad en secreto lo hace sólo por el bien del amor. Sabiendo que nadie le podrá dar las gracias. No será elogiado. No ganará ninguna alabanza ante los ojos de los hombres.
Las acciones hablan más que las palabras. Cuenta el I Evangelio que, "a Ieshúa se le acercó una persona y le dijo:–Rabí, ¿qué obras buenas debo hacer para alcanzar la vida eterna? Ieshúa le contestó:
–¿Por qué me preguntas acerca de lo que es bueno? Uno solo es el bueno. Si quieres entrar en la vida guarda los mandamientos. Entonces el joven le preguntó:–¿Cuáles? Ieshúa le dijo: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no perjurarás, honra al padre y a la madre, y amarás al prójimo como a ti mismo. El joven entonces le dijo:–Todo eso lo he cumplido, ¿qué me queda por hacer? Ieshúa le contestó:– Si quieres ser perfecto, vende todo lo que posees y reparte el dinero entre los pobres, para que tengas un tesoro en el Cielo. Entonces ven y sígueme. Al oírlo, el joven se fue triste, porque era muy rico. Y Ieshúa dijo a sus discípulos:–Les digo, que difícil es para un rico entrar en el reino de los cielos. Se los repito, es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el reino de Elaha (Dios)." (Matái 19:16-24)
Ieshúa utiliza una expresión hiperbólica para dar a entender lo difícil que es que una persona ambiciosa entre a la era mesiánica. Así mismo, cuando los judíos quieren expresar cualquier cosa rara o poco común, difícil o imposible, utilizaban dichos como este. Así hablando de la interpretación de los sueños dicen:
"Dice Rabá, es sabido que a un hombre no le muestran una palmera dorada", que como la glosa lo dice, es algo que no está acostumbrado a ver, sobre lo que nunca se imaginó, "ni a un elefante pasando por el ojo de una aguja (דעייל בקופא דמחטא ולא פילא)." (Talmud Bavli, Berajot fol. 55. 2)
Y así los autores de una edición del Zohar, para exponer la dificultad del trabajo en el que participan, se expresaron de esta manera (Prefat. ad Zohar, Ed. Sultzbach.): "En nombre de nuestro Dios, hemos creído que es conveniente, בקופא דמחטא להכניס פילא, "pasar un elefante por el ojo de una aguja."
Una vez más, a uno que había entregado algo que se creía que era bastante absurdo, difícil o imposible, se dice (Talmud Bavli, Bava Metziá, fol. 38. 2); "Quizás tu eres uno de Pombedita (una escuela judía en Babilonia) דמעיילין פילא בקופא דמחטא, "de los que hacen pasar a un elefante por el ojo de una aguja". Esto es, como el Arúj lo interpreta, "aquel que habla cosas que son realmente imposibles."
Y así Ieshúa haciendo uso de una expresión hiperbólica bastante similar, enseña que es bastante difícil, más no imposible, para un rico entrar al reino de Dios. Pero a diferencia de la expresión judía en la cual se usa a un elefante como ejemplo para dar a entender el mensaje hiperbólico, Ieshúa utiliza como ejemplo a un camello. La respuesta a esto es, porque en arameo, la palabra gamla (גמלא) significa tanto camello como cuerda dependiendo de un sistema que consiste en colocar signos sobre y bajo los grafemas para que cumplan la función de indicar al lector la vocalización y prolongación original del texto sacro. A éste sistema se le llama "nikudot". Y dependiendo del cambio de las "nikudot" el significado de la palabra puede variar aunque la palabra y las letras sean las mismas. Así cuando Ieshúa utiliza esta palabra, haciendo referencia tanto a un camello como a una cuerda pasando por el ojo de una aguja, les está diciendo a los ricos que para poder seguirlo a él, tienen que deshacerse de sus riquezas: "vende todo lo que posees y reparte el dinero entre los pobres, para que tengas un tesoro en el Cielo. Entonces ven y sígueme". En arameo para deshacerse del dinero se utiliza la frase "descose" o "deshila tu dinero". De modo que tomando una cuerda de bastante grosor, y se descosiéndola o deshilándola, haciendo de ella un hilo bastante fino, eliminando de ella los hilos que la limitan a entrar en el ojo de la aguja, entonces podrá hacerla pasar por el ojo de una aguja. Y de manera similar, el desafío es abandonar las riquezas, deshilar la cuerda, eliminar el amor al dinero, para poder pasar por el camino angosto de la verdad. Difícil, más no imposible.
UNA BELLA PARÁBOLA JUDÍA
Cuenta una antigua alegoría judía, que una vez un hombre muy rico fue a pedirle un consejo a un maestro de Torá.
El maestro tomó la mano, lo acercó a la ventana y le dijo -"Mira"-.
El rico miró por la ventana a la calle.
El rabino le preguntó: -"¿Qué ves?"-.
El hombre le respondió: -"Veo gente"-.
El maestro volvió a tomarlo de la mano y lo llevó ante un espejo y le dijo:
-"¿Qué ves ahora?"-.
El rico le respondió: -"Ahora me veo yo".
-"¿Entiendes? En la ventana hay vidrio y en el espejo hay vidrio.
Pero el vidrio del espejo tiene un poco de plata.
Y cuando hay un poco de plata uno deja de ver gente y comienza a verse solo a sí mismo"