GÉNESIS 28:10-22 –Visión de Iaaqov en Betel
Iaaqov salió de Beer-shevá y se dirigió hacia el norte, camino de Harán. Al llegar a un lugar que no nombra, se echó la noche encima y, rendido por el cansancio, se acostó en tierra, poniendo por cabecera una piedra que al final de la narrativa la unge con aceite. En sueños vio una escalera que llegaba hasta el cielo, y por ella ángeles de Dios que subían y bajaban y en la cima a Dios (v.12,13). Spurlock en su comentario de la parashá Vaietzé dice lo siguiente: "El camino que Iaaqov toma desde Bersheva, no era el camino fácil para llegar a Harán. El camino fácil era por la carretera del rey que seguía el Valle del Río Jordán, Iaaqov tomó el camino del cerro que sigue el cerro de las colinas que hacen en el centro de la tierra de Israel. En el centro del cerro estaba la ciudad de Shalem, o Iebu (Ierushalem), y muy cerca de eso estaba la ciudad identificada como Bet El. Los antiguos sabios judíos identifican Bet El no con el reciente Bet El en los tiempos de los Jueces y los Reyes, sino con el suelo trillado de Arauna Ievusi ("Jebuseo"), donde el descendiente de Iaaqov, el rey David, compró con el propósito de construir un templo para Dios. Si esto es cierto, el primer encuentro de Iaaqov con el Dios de Abraham y Itzjaq fue en el lugar donde fue la gran prueba de Abraham e Itzjaq (la ofrenda de Itzjaq en las montañas de Moriá)".
El judío exegeta Rashí (Shelomo Itzjaq, 1040-1105) en su comentario sobre los textos de la Torá identifica a este lugar mencionado en el verso en cuestión con el monte Moriá. En el ArtScroll Bereishis (p. 1219), citando a Rashí, dice, “La Torá no especifica el lugar. En lugar, usa el artículo definido en el lugar, lo que implica que la identidad del lugar era bastante conocida que no era necesario ser especificada. Esto indica que el texto se refiere al sitio referido en otro texto por la designación de él lugar: el monte Moriá, del cual se dice (Gn 22.4 y véase también Dt 16.16)]: "él vio el lugar desde lejos". El mismo comentario continúa, "No puede estarse refiriendo a cualquier otro lugar que no sea el monte Moriá ya que la Torá misma se refiere a ese lugar santo como maqóm (מקום), el lugar, como en Gn 22:4; y como Ralbag ha indicado, el sitio del futuro templo en el Monte Moriá también es llamado en la Torá como el "lugar" ("maqom") que IHVH elegirá (Dt 26.16).
LA PIEDRA
Bet-El ("Casa de Dios"). El hebreo Ebén ("piedra") puede leerse Álef-Ben ("Único Hijo") y es la Casa de Dios ("Bet El"), y esto pertenece a la otra lectura sugerida Av-Ben ("Padre - Hijo"). Dicha piedra fue ungida con aceite, y este pertenece al Rúaj Haqódesh /Espíritu de Santidad. La piedra sostiene la cabeza de Iaaqov en el mismo lugar que fue construido el templo, y es la misma piedra en la cual se llevó a cabo el sacrificio del único hijo de Abraham, es decir, Itzjaq. Iaacov recostado sobre la piedra, pertenece al templo de Dios, la Comunidad de Israel, y esto pertenece a lo que dijo Ieshúa cuando Kefa /"Pedro" lo identificó como el Mashíaj Hijo del Dios viviente ("Meshíaj Bar Elaha Jái" en arameo o "Mashíaj Ben El Jái" en hebreo): "Sobre esta piedra (Ebén) edificaré mi Comunidad" y esto también pertenece al comentario de Shimón Kefa ("Petros"): "Acercándose a él, piedra (Ebén) viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, ustedes también, como piedras ("ebén") vivas, participan en la construcción de un templo espiritual y forman un sacerdocio santo, que ofrece sacrificios espirituales, aceptables a Dios por medio de Ieshúa Meshijá" (1Pe 2.4,5). De esta piedra está escrito: "La piedra ("Ebén") que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo" (Sal 118:22). La piedra es la Bet El ("Casa de Dios").
El Templo (“Casa de Dios”) fue hecho según el modelo que vio Moshé originalmente. El hebreo modelo ("tavnit") proviene del hebreo baná ("construir una casa o familia") y este proviene del vocablo Ben ("Hijo), y esto pertenece cuando Ieshúa Hijo de Elohim /Dios se identificó a sí mismo como el Templo (Jn 2.19,21), porque el templo terrenal fue hecho según el modelo del celestial, es decir, el Mashíaj /Mesías. La Ebén ("piedra") que fue ungida con el aceite era la Casa de Dios. Esto indica que la Ebén o Álef-Ben ("Único Hijo") fue ungida con el Rúaj Haqódesh /Espíritu de Santidad que indica que era el Mashíaj / Mesías / Ungido. Según el Judaísmo (Midrash Bereshit Rabá 69:8), la piedra (Ebén) fue ungida de esta manera: un aceite celestial descendió del cielo, y este aceite celestial ungió o habitó en la piedra y esto pertenece a lo que está escrito en el libro escrito por Mateo: "Después de ser sumergido, Ieshúa salió del agua y en ese momento se abrió el cielo y vio al Espíritu de Elohim ("Rúaj Elohim") que descendía como una paloma y se posaba sobre él; se oyó una voz del cielo que decía:–Éste es mi Hijo amado, en quien está mi deleite" (Jn 3.16,17).
LA ESCALERA
La escalera indica un enlace entre lo divino celestial y lo terrenal, un puente, y es el Habla o Palabra de Dios, el enlace de comunicación entre Dios y los hombres, entre el cielo y la tierra, que pertenece también al Mashíaj / Mesías, que es el Habla o Palabra de Dios, que asciende y desciende, porque descendió primero, como enseñó Ieshúa sobre él mismo: "Nadie ha subido al cielo sino sólo el que ha bajado del cielo, el Hijo del Hombre" (Jn 3.13) y esto pertenece a la Sulám ("escalera") que estaba entre el cielo y la tierra cuyo valor numérico es el mismo del hebreo Milín ("palabras" - milín es la forma poética para devarím-palabras), de manera que los malajím / ángeles pertenecen a mensajeros portadores de esta Palabra divina, que es el Maláj IHVH (traducido comúnmente como Ángel de IHVH) que es el Mashíaj, como está escrito: "Y alzando David sus ojos, vio al Maláj IHVH, que estaba entre el cielo y la tierra" (1Cró 21:16).
LA PUERTA
Iaaqov al tener la visión exclamó (v. 17): "¡Qué terrible es este lugar! Es nada menos que casa de Dios y Puerta del Cielo". "Es la puerta por la cual las oraciones y los sacrificios ascienden al cielo según Rashí y Rambán" (ArtScroll Bereishis pg. 1238).Esto pertenece al Mashíaj / Mesías quien dijo: "Yo soy la puerta: el que entre por mí estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará alimento" (Jn 10.9)
IHVH EN LOS CIELOS
En los cielos estaba IHVH en el extremo superior de la escalera, y esto también pertenece al Mashíaj / Mesías, la gloria e imagen que vieron los profetas Ieshaiáhu Isaías (Isaías cap. 6) y Iejezquel (Ezequiel cap. i, 26), como está escrito: "Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, IHVH Tzevaot ("amo de legiones")" y Iejezquel (Ezequiel) dijo, "sobre esta especie de trono había una forma que parecía un hombre". Y así se identificó Ieshúa: "Verán el cielo abierto, y a los malajím ("mensajeros celestiales") de Dios que suben y descienden hacia (lit. "hacia" - véase el arameo de la Peshita) el Hijo del Hombre" (Jn 1.51), que puede también traducirse "sobre el Hijo del Hombre", porque él también es la escalera. Y todo esto pertenece a lo que dijo Ieshúa: "Yo soy el camino (la escalera), la verdad (la piedra-fundamento para Iaaqov y la Comunidad) y la vida (IHVH) (Jn 14.6)
Iaaqov salió de Beer-shevá y se dirigió hacia el norte, camino de Harán. Al llegar a un lugar que no nombra, se echó la noche encima y, rendido por el cansancio, se acostó en tierra, poniendo por cabecera una piedra que al final de la narrativa la unge con aceite. En sueños vio una escalera que llegaba hasta el cielo, y por ella ángeles de Dios que subían y bajaban y en la cima a Dios (v.12,13). Spurlock en su comentario de la parashá Vaietzé dice lo siguiente: "El camino que Iaaqov toma desde Bersheva, no era el camino fácil para llegar a Harán. El camino fácil era por la carretera del rey que seguía el Valle del Río Jordán, Iaaqov tomó el camino del cerro que sigue el cerro de las colinas que hacen en el centro de la tierra de Israel. En el centro del cerro estaba la ciudad de Shalem, o Iebu (Ierushalem), y muy cerca de eso estaba la ciudad identificada como Bet El. Los antiguos sabios judíos identifican Bet El no con el reciente Bet El en los tiempos de los Jueces y los Reyes, sino con el suelo trillado de Arauna Ievusi ("Jebuseo"), donde el descendiente de Iaaqov, el rey David, compró con el propósito de construir un templo para Dios. Si esto es cierto, el primer encuentro de Iaaqov con el Dios de Abraham y Itzjaq fue en el lugar donde fue la gran prueba de Abraham e Itzjaq (la ofrenda de Itzjaq en las montañas de Moriá)".
El judío exegeta Rashí (Shelomo Itzjaq, 1040-1105) en su comentario sobre los textos de la Torá identifica a este lugar mencionado en el verso en cuestión con el monte Moriá. En el ArtScroll Bereishis (p. 1219), citando a Rashí, dice, “La Torá no especifica el lugar. En lugar, usa el artículo definido en el lugar, lo que implica que la identidad del lugar era bastante conocida que no era necesario ser especificada. Esto indica que el texto se refiere al sitio referido en otro texto por la designación de él lugar: el monte Moriá, del cual se dice (Gn 22.4 y véase también Dt 16.16)]: "él vio el lugar desde lejos". El mismo comentario continúa, "No puede estarse refiriendo a cualquier otro lugar que no sea el monte Moriá ya que la Torá misma se refiere a ese lugar santo como maqóm (מקום), el lugar, como en Gn 22:4; y como Ralbag ha indicado, el sitio del futuro templo en el Monte Moriá también es llamado en la Torá como el "lugar" ("maqom") que IHVH elegirá (Dt 26.16).
LA PIEDRA
Bet-El ("Casa de Dios"). El hebreo Ebén ("piedra") puede leerse Álef-Ben ("Único Hijo") y es la Casa de Dios ("Bet El"), y esto pertenece a la otra lectura sugerida Av-Ben ("Padre - Hijo"). Dicha piedra fue ungida con aceite, y este pertenece al Rúaj Haqódesh /Espíritu de Santidad. La piedra sostiene la cabeza de Iaaqov en el mismo lugar que fue construido el templo, y es la misma piedra en la cual se llevó a cabo el sacrificio del único hijo de Abraham, es decir, Itzjaq. Iaacov recostado sobre la piedra, pertenece al templo de Dios, la Comunidad de Israel, y esto pertenece a lo que dijo Ieshúa cuando Kefa /"Pedro" lo identificó como el Mashíaj Hijo del Dios viviente ("Meshíaj Bar Elaha Jái" en arameo o "Mashíaj Ben El Jái" en hebreo): "Sobre esta piedra (Ebén) edificaré mi Comunidad" y esto también pertenece al comentario de Shimón Kefa ("Petros"): "Acercándose a él, piedra (Ebén) viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, ustedes también, como piedras ("ebén") vivas, participan en la construcción de un templo espiritual y forman un sacerdocio santo, que ofrece sacrificios espirituales, aceptables a Dios por medio de Ieshúa Meshijá" (1Pe 2.4,5). De esta piedra está escrito: "La piedra ("Ebén") que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo" (Sal 118:22). La piedra es la Bet El ("Casa de Dios").
El Templo (“Casa de Dios”) fue hecho según el modelo que vio Moshé originalmente. El hebreo modelo ("tavnit") proviene del hebreo baná ("construir una casa o familia") y este proviene del vocablo Ben ("Hijo), y esto pertenece cuando Ieshúa Hijo de Elohim /Dios se identificó a sí mismo como el Templo (Jn 2.19,21), porque el templo terrenal fue hecho según el modelo del celestial, es decir, el Mashíaj /Mesías. La Ebén ("piedra") que fue ungida con el aceite era la Casa de Dios. Esto indica que la Ebén o Álef-Ben ("Único Hijo") fue ungida con el Rúaj Haqódesh /Espíritu de Santidad que indica que era el Mashíaj / Mesías / Ungido. Según el Judaísmo (Midrash Bereshit Rabá 69:8), la piedra (Ebén) fue ungida de esta manera: un aceite celestial descendió del cielo, y este aceite celestial ungió o habitó en la piedra y esto pertenece a lo que está escrito en el libro escrito por Mateo: "Después de ser sumergido, Ieshúa salió del agua y en ese momento se abrió el cielo y vio al Espíritu de Elohim ("Rúaj Elohim") que descendía como una paloma y se posaba sobre él; se oyó una voz del cielo que decía:–Éste es mi Hijo amado, en quien está mi deleite" (Jn 3.16,17).
LA ESCALERA
La escalera indica un enlace entre lo divino celestial y lo terrenal, un puente, y es el Habla o Palabra de Dios, el enlace de comunicación entre Dios y los hombres, entre el cielo y la tierra, que pertenece también al Mashíaj / Mesías, que es el Habla o Palabra de Dios, que asciende y desciende, porque descendió primero, como enseñó Ieshúa sobre él mismo: "Nadie ha subido al cielo sino sólo el que ha bajado del cielo, el Hijo del Hombre" (Jn 3.13) y esto pertenece a la Sulám ("escalera") que estaba entre el cielo y la tierra cuyo valor numérico es el mismo del hebreo Milín ("palabras" - milín es la forma poética para devarím-palabras), de manera que los malajím / ángeles pertenecen a mensajeros portadores de esta Palabra divina, que es el Maláj IHVH (traducido comúnmente como Ángel de IHVH) que es el Mashíaj, como está escrito: "Y alzando David sus ojos, vio al Maláj IHVH, que estaba entre el cielo y la tierra" (1Cró 21:16).
LA PUERTA
Iaaqov al tener la visión exclamó (v. 17): "¡Qué terrible es este lugar! Es nada menos que casa de Dios y Puerta del Cielo". "Es la puerta por la cual las oraciones y los sacrificios ascienden al cielo según Rashí y Rambán" (ArtScroll Bereishis pg. 1238).Esto pertenece al Mashíaj / Mesías quien dijo: "Yo soy la puerta: el que entre por mí estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará alimento" (Jn 10.9)
IHVH EN LOS CIELOS
En los cielos estaba IHVH en el extremo superior de la escalera, y esto también pertenece al Mashíaj / Mesías, la gloria e imagen que vieron los profetas Ieshaiáhu Isaías (Isaías cap. 6) y Iejezquel (Ezequiel cap. i, 26), como está escrito: "Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, IHVH Tzevaot ("amo de legiones")" y Iejezquel (Ezequiel) dijo, "sobre esta especie de trono había una forma que parecía un hombre". Y así se identificó Ieshúa: "Verán el cielo abierto, y a los malajím ("mensajeros celestiales") de Dios que suben y descienden hacia (lit. "hacia" - véase el arameo de la Peshita) el Hijo del Hombre" (Jn 1.51), que puede también traducirse "sobre el Hijo del Hombre", porque él también es la escalera. Y todo esto pertenece a lo que dijo Ieshúa: "Yo soy el camino (la escalera), la verdad (la piedra-fundamento para Iaaqov y la Comunidad) y la vida (IHVH) (Jn 14.6)