Los paralelismos entre Ioséf hijo de Iaacóv y Ieshua son muy sorprendentes por la información extra-bíblica que proporciona la tradición judía. Por ejemplo, el Midrash Rabá dice que Ioséf no bebió más del fruto de la vid desde el momento en que fue separado de sus hermanos hasta que se reunió con ellos de nuevo: "Rabí Magdala enseñó en nombre del R. Iehudá HaNasí: Iosef no bebió más vino hasta este día (cf. Gn 43.34), él se abstuvo del vino, como fue dicho (en Gn 49.26): "Las bendiciones de tu padre... estarán sobre la cabeza de Ioséf, y sobre la corona del que fue nazareo (desde su partida) de sus hermanos"." (Bereshit Rabá 93:7).
Sentado con sus discípulos Ieshúa Adonénu (nuestro Señor) nos dijo que después de su ascensión a los cielos él no bebería más del fruto de la vid hasta que retorne a nosotros en el Reino Divino de su Padre, "Ciertamente les digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo en el reino de mi Padre" (Mt 26.29).
¿Podría ser el estrecho paralelismo entre Ioséf y Ieshúa un indicio del origen y la creación del Séder de Pésaj (el orden o proceso para salir de Egipto y obtener la libertad)? Yo creo que sí. Todo el Séder de Pésaj refleja la vida de Ioséf, y la vida de Ioséf refleja la vida de Mashíaj (Mesías), por ende, el mensaje sustancial del Séder de Pésaj habla de nadie más y nadie menos que de Mashíaj (Mesías).
Sentado con sus discípulos Ieshúa Adonénu (nuestro Señor) nos dijo que después de su ascensión a los cielos él no bebería más del fruto de la vid hasta que retorne a nosotros en el Reino Divino de su Padre, "Ciertamente les digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo en el reino de mi Padre" (Mt 26.29).
¿Podría ser el estrecho paralelismo entre Ioséf y Ieshúa un indicio del origen y la creación del Séder de Pésaj (el orden o proceso para salir de Egipto y obtener la libertad)? Yo creo que sí. Todo el Séder de Pésaj refleja la vida de Ioséf, y la vida de Ioséf refleja la vida de Mashíaj (Mesías), por ende, el mensaje sustancial del Séder de Pésaj habla de nadie más y nadie menos que de Mashíaj (Mesías).