Hilel Hazaqen (הִזָּקֵן), o el Anciano, nació en Babilonia alrededor del año 75 a.C. Fue uno de los rabinos judíos más eminentes, fundador de una escuela que llevaba su nombre, y por su abnegación, vida santa, gran sabiduría y aprendizaje, ejerció una notable influencia sobre la teología y literatura de la nación judía. Alrededor del año 36 a.C vino a Jerusalén, donde, mientras estaba obligado a trabajar por su pan de cada día, asistía al mismo tiempo a las conferencias de Shemaiá y Abtlaión, y luego a los oficiales que presidían el Sanedrín. Hilel subió a Jerusalén y tomó la presidencia cien años antes de la destrucción de la ciudad: "Hilel y su hijo Shimeón, y su hijo Gamaliel, y su hijo Shimeón, llevaron el gobierno por cien años antes de la destrucción del Templo.” (Talmud Bavli, Shabat 15.1). En otras palabras, si el templo fue destruido en el año 70 d.C (como es comúnmente decidido), y el gobierno de Hilel inició cien años antes de la destrucción del templo, significa que alrededor del año 30 a.C Hilel fue elegido presidente del Sanedrín. Esto significa que Ieshúa nació alrededor del vigésimo séptimo año (año 27) de la presidencia de Hilel en el Sanedrín. Hilel sirvió como nasí (presidente) del Sanedrín por cuarenta años. Su actividad de cuarenta años cubrió el período de 30 a.C a 10 d.C.
Por lo tanto, cuando Heródes convocó a todos los principales sacerdotes y a los escribas del pueblo, es decir, a todo el Sanedrín, y preguntó sobre el lugar de nacimiento del Mesías, podemos suponer, y no con conjeturas inverosímiles, que en esta asamblea convocada por Heródes estuvieron presentes, entre otros: 1. Hilel el Presidente. 2. Shamái, el vicepresidente. 3. Los hijos de Batira, Iehudá y Iehoshúa. 4. Bava ben Buta. 5. Ionatán b. Uziel, el targumista. 6. Shimeón ben Hilel.
Fueron estos hombres de gran admiración en la nación judía, por su gran sabiduría y aprendizaje, la interpretación que aparece en Mt 2.5-6 de que el Mesías tenía que nacer en Belén de Judea:
Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Mesías. Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: “Y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel.” (Mt 2.3-6)
Por lo tanto, cuando Heródes convocó a todos los principales sacerdotes y a los escribas del pueblo, es decir, a todo el Sanedrín, y preguntó sobre el lugar de nacimiento del Mesías, podemos suponer, y no con conjeturas inverosímiles, que en esta asamblea convocada por Heródes estuvieron presentes, entre otros: 1. Hilel el Presidente. 2. Shamái, el vicepresidente. 3. Los hijos de Batira, Iehudá y Iehoshúa. 4. Bava ben Buta. 5. Ionatán b. Uziel, el targumista. 6. Shimeón ben Hilel.
Fueron estos hombres de gran admiración en la nación judía, por su gran sabiduría y aprendizaje, la interpretación que aparece en Mt 2.5-6 de que el Mesías tenía que nacer en Belén de Judea:
Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Mesías. Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: “Y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel.” (Mt 2.3-6)