La primera ascensión de Moshé se registra en Éx 24.18: “y Moshé estuvo en el monte cuarenta días y cuarenta noches”. Sube Moshé por cuarenta días y cuarenta noches para así recibir las tablas de la Torá. Moshé hace un recuento de lo que había sucedido, y lo registra en el libro de Deuteronomio: “Cuando subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Iahvé hizo con vosotros, y estuve en el monte cuarenta días y cuarenta noches, y no comí pan ni bebí agua” (Dt 9.9).
La segunda ascensión es inmediatamente después que Moshé desciende con las tablas de piedra y las quiebra al ver el pecado del becerro de oro por el pueblo de Israel. Cito el descenso: “Y volvió Moshé y descendió del monte, trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados; de uno y otro lado estaban escritas” (Éxodo 32:15). Ese mismo día, en el versículo 19 Moshé quiebra las tablas: “Y aconteció que cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, ardió la ira de Moshé, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte” (Éxodo 32:19). Moshé reprende al pueblo de Israel por el pecado que cometieron. En el v. 30 Moshé anuncia al pueblo que subirá nuevamente a Dios para interceder por ellos: “Y aconteció que al día siguiente dijo Moshé al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran pecado, pero yo subiré ahora a Iahvé; quizá le aplacaré acerca de vuestro pecado. Entonces volvió Moshé a Iahvé”. (Éxodo 32:30-31). En el libro de Éxodo no se dice cuanto tiempo subió Moshé en esta ocasión, pero en el recuento que aparece en Deuteronomio 9 se menciona que estuvo nuevamente 40 días y 40 noches. Deuteronomio 9.17-18 dice: “Entonces tomé las dos tablas y las arrojé de mis dos manos, y las quebré delante de vuestros ojos. Y me postré delante de Iahvé como antes, cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado que habíais cometido haciendo el mal ante los ojos de Iahvé para enojarlo” (Deuteronomio 9:17-18).
La tercera ascensión aparece al final de estos 40 días y 40 noches. Como vimos arriba, según Deuteronomio 9:17-29 Moshé subió por segunda vez a interceder por el pueblo por 40 días y 40 noches. En Deuteronomio 10:1 se menciona que Moshé estando arriba en el monte, Dios le ordena que baje para labrar las segundas tablas de la Torá y le pide que luego de labrarlas suba de nuevo con él en la cima del monte: “En ese tiempo Iahvé me dijo: Lábrate dos tablas de piedra como las primeras, y sube a mí al monte” (Deuteronomio 10:1). En Deuteronomio 10.3 dice que Moshé bajo a preparar las segundas tablas y subió de nuevo al monte: “labré dos tablas de piedra como las primeras, y subí al monte con las dos tablas en mi mano” (Deuteronomio 10:3). En el versículo 5 Moshé desciende ya con las nuevas tablas, pero Deuteronomio no dice cuanto tiempo estuvo: “volví y descendí del monte, y puse las tablas en el arca que había hecho” (Deuteronomio 10:5). El mismo mandamiento de subir al monte con las dos nuevas tablas aparece en Éxodo 34:1: “Y Iahvé dijo a Moshé: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste. Prepárate, pues, para mañana, y sube de mañana al monte de Sinaí, y preséntate ante mí sobre la cumbre del monte.” (Éxodo 34:1-2). En el versículo 28, Éxodo 34.28, nos dice que Moshé estuvo nuevamente 40 días y 40 noches: “Y él estuvo allí con Iahvé cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos.” (Éxodo 34:28).
Por lo tanto, podemos ver al leer conjuntamente Éxodo con Deuteronomio las tres ascensiones de Moises, cada una de un período de 40 días y 40 noches.
Esto es interesante, porque el total sería de 120 días, ya que 40 días x 3 ascensiones = 120. Si creemos que la historia de la humanidad desde la creación de Adám hasta el retorno de Ieshúa a la tierra, tendrá un total de 6,000 años, en la cuenta de jubileos, que es cada 50 años, tenemos un total de 120 jubileos. Porque hay 120 jubielos en 6,000 años.
La segunda ascensión es inmediatamente después que Moshé desciende con las tablas de piedra y las quiebra al ver el pecado del becerro de oro por el pueblo de Israel. Cito el descenso: “Y volvió Moshé y descendió del monte, trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados; de uno y otro lado estaban escritas” (Éxodo 32:15). Ese mismo día, en el versículo 19 Moshé quiebra las tablas: “Y aconteció que cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, ardió la ira de Moshé, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte” (Éxodo 32:19). Moshé reprende al pueblo de Israel por el pecado que cometieron. En el v. 30 Moshé anuncia al pueblo que subirá nuevamente a Dios para interceder por ellos: “Y aconteció que al día siguiente dijo Moshé al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran pecado, pero yo subiré ahora a Iahvé; quizá le aplacaré acerca de vuestro pecado. Entonces volvió Moshé a Iahvé”. (Éxodo 32:30-31). En el libro de Éxodo no se dice cuanto tiempo subió Moshé en esta ocasión, pero en el recuento que aparece en Deuteronomio 9 se menciona que estuvo nuevamente 40 días y 40 noches. Deuteronomio 9.17-18 dice: “Entonces tomé las dos tablas y las arrojé de mis dos manos, y las quebré delante de vuestros ojos. Y me postré delante de Iahvé como antes, cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado que habíais cometido haciendo el mal ante los ojos de Iahvé para enojarlo” (Deuteronomio 9:17-18).
La tercera ascensión aparece al final de estos 40 días y 40 noches. Como vimos arriba, según Deuteronomio 9:17-29 Moshé subió por segunda vez a interceder por el pueblo por 40 días y 40 noches. En Deuteronomio 10:1 se menciona que Moshé estando arriba en el monte, Dios le ordena que baje para labrar las segundas tablas de la Torá y le pide que luego de labrarlas suba de nuevo con él en la cima del monte: “En ese tiempo Iahvé me dijo: Lábrate dos tablas de piedra como las primeras, y sube a mí al monte” (Deuteronomio 10:1). En Deuteronomio 10.3 dice que Moshé bajo a preparar las segundas tablas y subió de nuevo al monte: “labré dos tablas de piedra como las primeras, y subí al monte con las dos tablas en mi mano” (Deuteronomio 10:3). En el versículo 5 Moshé desciende ya con las nuevas tablas, pero Deuteronomio no dice cuanto tiempo estuvo: “volví y descendí del monte, y puse las tablas en el arca que había hecho” (Deuteronomio 10:5). El mismo mandamiento de subir al monte con las dos nuevas tablas aparece en Éxodo 34:1: “Y Iahvé dijo a Moshé: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste. Prepárate, pues, para mañana, y sube de mañana al monte de Sinaí, y preséntate ante mí sobre la cumbre del monte.” (Éxodo 34:1-2). En el versículo 28, Éxodo 34.28, nos dice que Moshé estuvo nuevamente 40 días y 40 noches: “Y él estuvo allí con Iahvé cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos.” (Éxodo 34:28).
Por lo tanto, podemos ver al leer conjuntamente Éxodo con Deuteronomio las tres ascensiones de Moises, cada una de un período de 40 días y 40 noches.
Esto es interesante, porque el total sería de 120 días, ya que 40 días x 3 ascensiones = 120. Si creemos que la historia de la humanidad desde la creación de Adám hasta el retorno de Ieshúa a la tierra, tendrá un total de 6,000 años, en la cuenta de jubileos, que es cada 50 años, tenemos un total de 120 jubileos. Porque hay 120 jubielos en 6,000 años.