Los discípulos de Ieshúa enseñan que todas las cosas fueron creadas por medio del Mashíaj /Ungido. Esta verdad está estrechamente relacionada con el papel de la Sabiduría de Dios "en el principio". Dios creó el universo por medio de su Sabiduría: "El SEÑOR fundó la tierra con sabiduría" (Proverbios 3:19). Como dice Pablo, "hablamos la sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, que Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria" (1 Corintios 2:7). ¿Cuál es la sabiduría misteriosa y oculta que existía antes de los siglos?
El libro de Proverbios personifica la Sabiduría de Dios y le da voz. La Sabiduría afirma que estuvo presente en el momento de la creación y que fue la maestra de obra al lado de Dios. La Sabiduría declara: "El SEÑOR me poseía al principio de su camino, antes de sus obras de antaño. Desde la eternidad fui establecida, desde el principio, desde los primeros tiempos de la tierra" (Proverbios 8:22-23). Dice que estaba presente con Dios antes de que existieran las profundidades, antes de los montes, antes de la tierra, antes de las aguas de arriba, antes de las aguas de abajo, antes de los cielos. Dice: "Yo estaba a su lado, como maestro de obra; y era su delicia diaria, regocijándome siempre delante de él" (Proverbios 8:30).
No piense en la Sabiduría de Dios como en una persona separada, diferente de Él. El atributo de Sabiduría de Dios es Él mismo, pero no la totalidad de su ser trascendente. La Sabiduría de Dios es un aspecto único de su autoexpresión. Los eruditos judíos tomaron nota de las pistas en el hebreo que conectan la Sabiduría con la obra de la creación. Por ejemplo, la Biblia vincula la Sabiduría y la primera palabra hebrea del Génesis:
En el principio [reshit] Dios creó los cielos y la tierra. (Génesis 1:1)
El temor del SEÑOR es el principio [reshit] de la sabiduría. (Salmo 111:10)
El SEÑOR me poseyó [Sabiduría] al principio [reshit] de su camino, antes de sus obras de antaño. (Proverbios 8:22)
Las primeras versiones arameas del Torá hacen que el vínculo entre la Sabiduría y el relato de la creación sea aún más obvio. Durante el exilio en Babilonia, el pueblo judío adoptó el arameo como su lengua común. En los días de los apóstoles, la mayoría del pueblo judío que vivía en Judea y Galilea ya no entendía el hebreo bíblico con fluidez. Las primeras traducciones arameas de la Biblia hebrea eran más bien paráfrasis que traducciones serias, y los traductores judíos de la época importaban su teología y tradición a sus traducciones. Las primeras paráfrasis del Génesis 1:1 implican la creencia de que la Sabiduría sirvió como co-creadora con Dios:
Desde el principio, con Sabiduría el SEÑOR creó y perfeccionó los cielos y la tierra. (Génesis 1:1)
En Sabiduría el SEÑOR creó. (Génesis 1:1)
El Evangelio de Juan incorpora estas ideas cuando declara que "en el principio" el Verbo estaba con Dios y era Dios y todas las cosas fueron creadas por medio del Verbo. Si por el Verbo (Logos), Juan se refiere a la "Sabiduría de Dios personificada", podemos entender los tres primeros versículos de su Evangelio de la siguiente manera:
En el principio era la Sabiduría, y la Sabiduría estaba con Dios, y la Sabiduría era Dios. Estuvo en el principio con Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de la Sabiduría, y sin la Sabiduría nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
Entonces ese Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Así es como se resume en una sola palabra la sabiduría divina misteriosa y oculta que preexistió al universo.
El libro de Proverbios personifica la Sabiduría de Dios y le da voz. La Sabiduría afirma que estuvo presente en el momento de la creación y que fue la maestra de obra al lado de Dios. La Sabiduría declara: "El SEÑOR me poseía al principio de su camino, antes de sus obras de antaño. Desde la eternidad fui establecida, desde el principio, desde los primeros tiempos de la tierra" (Proverbios 8:22-23). Dice que estaba presente con Dios antes de que existieran las profundidades, antes de los montes, antes de la tierra, antes de las aguas de arriba, antes de las aguas de abajo, antes de los cielos. Dice: "Yo estaba a su lado, como maestro de obra; y era su delicia diaria, regocijándome siempre delante de él" (Proverbios 8:30).
No piense en la Sabiduría de Dios como en una persona separada, diferente de Él. El atributo de Sabiduría de Dios es Él mismo, pero no la totalidad de su ser trascendente. La Sabiduría de Dios es un aspecto único de su autoexpresión. Los eruditos judíos tomaron nota de las pistas en el hebreo que conectan la Sabiduría con la obra de la creación. Por ejemplo, la Biblia vincula la Sabiduría y la primera palabra hebrea del Génesis:
En el principio [reshit] Dios creó los cielos y la tierra. (Génesis 1:1)
El temor del SEÑOR es el principio [reshit] de la sabiduría. (Salmo 111:10)
El SEÑOR me poseyó [Sabiduría] al principio [reshit] de su camino, antes de sus obras de antaño. (Proverbios 8:22)
Las primeras versiones arameas del Torá hacen que el vínculo entre la Sabiduría y el relato de la creación sea aún más obvio. Durante el exilio en Babilonia, el pueblo judío adoptó el arameo como su lengua común. En los días de los apóstoles, la mayoría del pueblo judío que vivía en Judea y Galilea ya no entendía el hebreo bíblico con fluidez. Las primeras traducciones arameas de la Biblia hebrea eran más bien paráfrasis que traducciones serias, y los traductores judíos de la época importaban su teología y tradición a sus traducciones. Las primeras paráfrasis del Génesis 1:1 implican la creencia de que la Sabiduría sirvió como co-creadora con Dios:
Desde el principio, con Sabiduría el SEÑOR creó y perfeccionó los cielos y la tierra. (Génesis 1:1)
En Sabiduría el SEÑOR creó. (Génesis 1:1)
El Evangelio de Juan incorpora estas ideas cuando declara que "en el principio" el Verbo estaba con Dios y era Dios y todas las cosas fueron creadas por medio del Verbo. Si por el Verbo (Logos), Juan se refiere a la "Sabiduría de Dios personificada", podemos entender los tres primeros versículos de su Evangelio de la siguiente manera:
En el principio era la Sabiduría, y la Sabiduría estaba con Dios, y la Sabiduría era Dios. Estuvo en el principio con Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de la Sabiduría, y sin la Sabiduría nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
Entonces ese Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Así es como se resume en una sola palabra la sabiduría divina misteriosa y oculta que preexistió al universo.