En la Parashát Lejá se instruye al pueblo de Israel una norma respecto a unos flecos que deben de estar colgados en las cuatro esquinas de sus vestidos o mantos. Estos flecos la Torá los llama por el término tzitzít (צִיצִת: Nm15:38), estas debían estar combinadas con cordones d color blanco y de color azul. El propósito de los tzitzit es recordarle al hijo de Israel su constante propósito de guardar los mandamientos del Reino de Elohím.
La norma es específica en mencionar que estos deben atarse en las cuatro esquinas del manto. El hebreo para esquinas del manto es כָּנָף (kanáf). De modo que los tzitzít (צִיצִת) debían estar atadas en las cuatro esquinas del כָּנָף (kanáf; manto).
El profeta Malají (Malaquías) predijo que cuando viniera el Sol de Justicia, un título específico para el Mashiáj / Mesías, vendría con sanidad en sus alas: “Sin embargo, para ustedes que temen mi nombre, se levantará el Sol de Justicia con sanidad en sus alas.” (Malaquías 4.2). En hebreo el vocablo para "alas" es el mismo donde deben de estar atados los tzitzít: כָּנָף (kanáf). Y la palabra hebrea מרפא (marpé) significa “sanidad” y no “salvación” como traducen otros traductores. De manera que el profeta está anunciando que cuando venga el Mashíaj, traerá sanidad en su כָּנָף kanáf (esquinas de su manto donde están atados los tzitzít; Mal 4.2).
Ahora es comprensible por qué aquella mujer que sufría de flujo de sangre por doce años buscó con esperanza tocar la esquina del manto de Ieshúa: "una mujer que padecía flujo de sangre hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó la esquina del manto, diciendo para sí misma: Con sólo que toque su כָּנָף (kanáf: manto) seré sana" (Mt 9.20).
Lo que hizo esta mujer fue tener una acto de emuná / creencia en Ieshúa como el Mashíaj llevado a la acción: tocar la esquina de su manto.
La norma es específica en mencionar que estos deben atarse en las cuatro esquinas del manto. El hebreo para esquinas del manto es כָּנָף (kanáf). De modo que los tzitzít (צִיצִת) debían estar atadas en las cuatro esquinas del כָּנָף (kanáf; manto).
El profeta Malají (Malaquías) predijo que cuando viniera el Sol de Justicia, un título específico para el Mashiáj / Mesías, vendría con sanidad en sus alas: “Sin embargo, para ustedes que temen mi nombre, se levantará el Sol de Justicia con sanidad en sus alas.” (Malaquías 4.2). En hebreo el vocablo para "alas" es el mismo donde deben de estar atados los tzitzít: כָּנָף (kanáf). Y la palabra hebrea מרפא (marpé) significa “sanidad” y no “salvación” como traducen otros traductores. De manera que el profeta está anunciando que cuando venga el Mashíaj, traerá sanidad en su כָּנָף kanáf (esquinas de su manto donde están atados los tzitzít; Mal 4.2).
Ahora es comprensible por qué aquella mujer que sufría de flujo de sangre por doce años buscó con esperanza tocar la esquina del manto de Ieshúa: "una mujer que padecía flujo de sangre hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó la esquina del manto, diciendo para sí misma: Con sólo que toque su כָּנָף (kanáf: manto) seré sana" (Mt 9.20).
Lo que hizo esta mujer fue tener una acto de emuná / creencia en Ieshúa como el Mashíaj llevado a la acción: tocar la esquina de su manto.