«Y vivió Adám ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set.» (Gn 3:5)
Vemos pues que el texto no dice que Set sea la imagen de Adám, más bien, él fue engendrado conforme a la imagen de Adám. El hebreo para imagen es tzélem, y se refiere a una escultura u objeto sensible y visible, en este caso, es el cuerpo de Adám, y el significado es que Set posee un cuerpo físico en semejanza al cuerpo de su padre Adám.
Según el Hagiográfo en Gn 1.26, Adám es creado según la imagen de Dios. El hebreo "conforme su imagen" es Betzélem, la בְּ (bet) denota una copia o muestra como es su uso en Éx 25:40; Éx 30:32, Éx 30:37: "conforme al modelo que te fue mostrado". Desde el principio el hagiógrafo parece indicar que Adám fue creado conforme a un modelo físico de Dios, llamado, «la imagen de Dios».
Pablo parece identificar a Ieshúa el Mesías como “la imagen (είκών ) de Dios invisible” (v.15). El Dios invisible tiene una imagen visible por medio de la cual él se revela al mundo. Ya en una carta anterior le había aplicado esa misma expresión a Ieshúa (cf. 2Co 4:4).
Esta creencia no era ajena al Judaísmo. Raavad (1125 - 1198), conocido como uno de los padres del misticismo judío, comentando Hiljot Teshuvá 3:7 dijo que, «mayores y mejores personas que Rambam» sostenían que Dios tenía un cuerpo en el cual se revelaba. Itzjaq ben Eliá de Trani (conocido como Riaz, 1235-1300) en respuesta a Rambam, argumento que aquellos que poseen esta creencia (que Dios tiene un cuerpo, en el cual se manifiesta) no pueden ser considerados como herejes debido a que algunos de los sabios del Talmud poseían esta creencia (Sanhedrei Guedolá le-Masejes Sanedrín (Jerusalén, 1972), volumen 5, sección 2, pg.118. También Alon Goshen Gottstein, “The Body as Image of G-d in Rabbinic Literature”).
En Ez 1.26, el profeta Ezequiel, en su visión ve a una imagen sentada en el más sublime trono, el trono celeste de Dios, y ésta imagen es descrita por el profeta "como un hombre". Sobre este texto escribió el rabino Jananel (990-1053) quien vivió antes de Rambam, y director de la academia rabínica de Cairuán, situada en Túnez, y uno de los últimos sabios de la época de los Gueonim: «Como en forma humana me mostré a los profetas en sus visiones, como esta escrito en Ezequiel (1:26) "había una forma que parecía de hombre."» (Otzar HaGueonim, Rosh Hashaná 24b).
Retomando Gn 1.26, donde el Hagiógrafo parece indicar que Dios tiene una imagen, se creía lo siguiente por algunos sabios judíos:
Vemos pues que el texto no dice que Set sea la imagen de Adám, más bien, él fue engendrado conforme a la imagen de Adám. El hebreo para imagen es tzélem, y se refiere a una escultura u objeto sensible y visible, en este caso, es el cuerpo de Adám, y el significado es que Set posee un cuerpo físico en semejanza al cuerpo de su padre Adám.
Según el Hagiográfo en Gn 1.26, Adám es creado según la imagen de Dios. El hebreo "conforme su imagen" es Betzélem, la בְּ (bet) denota una copia o muestra como es su uso en Éx 25:40; Éx 30:32, Éx 30:37: "conforme al modelo que te fue mostrado". Desde el principio el hagiógrafo parece indicar que Adám fue creado conforme a un modelo físico de Dios, llamado, «la imagen de Dios».
Pablo parece identificar a Ieshúa el Mesías como “la imagen (είκών ) de Dios invisible” (v.15). El Dios invisible tiene una imagen visible por medio de la cual él se revela al mundo. Ya en una carta anterior le había aplicado esa misma expresión a Ieshúa (cf. 2Co 4:4).
Esta creencia no era ajena al Judaísmo. Raavad (1125 - 1198), conocido como uno de los padres del misticismo judío, comentando Hiljot Teshuvá 3:7 dijo que, «mayores y mejores personas que Rambam» sostenían que Dios tenía un cuerpo en el cual se revelaba. Itzjaq ben Eliá de Trani (conocido como Riaz, 1235-1300) en respuesta a Rambam, argumento que aquellos que poseen esta creencia (que Dios tiene un cuerpo, en el cual se manifiesta) no pueden ser considerados como herejes debido a que algunos de los sabios del Talmud poseían esta creencia (Sanhedrei Guedolá le-Masejes Sanedrín (Jerusalén, 1972), volumen 5, sección 2, pg.118. También Alon Goshen Gottstein, “The Body as Image of G-d in Rabbinic Literature”).
En Ez 1.26, el profeta Ezequiel, en su visión ve a una imagen sentada en el más sublime trono, el trono celeste de Dios, y ésta imagen es descrita por el profeta "como un hombre". Sobre este texto escribió el rabino Jananel (990-1053) quien vivió antes de Rambam, y director de la academia rabínica de Cairuán, situada en Túnez, y uno de los últimos sabios de la época de los Gueonim: «Como en forma humana me mostré a los profetas en sus visiones, como esta escrito en Ezequiel (1:26) "había una forma que parecía de hombre."» (Otzar HaGueonim, Rosh Hashaná 24b).
Retomando Gn 1.26, donde el Hagiógrafo parece indicar que Dios tiene una imagen, se creía lo siguiente por algunos sabios judíos:
«Hay un hombre, que es Ángel y Metatron (Guardian). Él es un hombre, la imagen del Santo bendito sea. Y es una emanación de él (Dios), porque él es el mismo Hashem (IHVH), y sobre él no puede decirse que fue creado, formado o hecho, sino que es una emanación de Dios.» (Tikunéi haZohar en inglés, cap. 67, p. 130).