El profeta Ezequiel, por orden divina, realiza ciertas acciones simbólicas que debían ser anuncios concretos del futuro. Una de ellas es esta del capítulo 4, que consiste en delinear a Jerusalén, y la sitia, como un tipo de la manera en que el ejército caldeo debería rodear esa ciudad (Ez 4:1-3). El profeta se acostara sobre su lado izquierdo durante trescientos noventa días, por los días del pecado de la Casa de Israel (Efráim; las diez tribus) y sobre su lado derecho durante cuarenta días, con el significado del pecado de la Casa de Judá (Ez 4:4-8).
Según el libro del profeta Ezequiel, el castigo de la Casa de Israel, que representa a las diez tribus de Israel, es de 390 días. Estos deben de considerarse como 390 años de castigo, ya que el Eterno dice al profeta que cada día corresponde a un año de castigo, “Yo he sacado la cuenta de los días, la que corresponde a los años de sus pecados, trescientos noventa días.” (Ez 4.5). Sin embargo, la casa de Efráim ha estado desparecida en el exilio por más de 2700 años. A solución de esto, en Lv 26.14-46, el Eterno describe el castigo que caería sobre Israel por causa de desobediencia, y en Lv 26.27-28 advierte que si Israel persiste en desobediencia y no se arrepiente, retornando a la senda de obediencia, el castigo se multiplicará por siete, “Si con esto no me obedecen, y proceden conmigo en oposición, yo procederé en contra de ustedes con ira, y los castigaré siete veces más por sus pecados”.
Como está históricamente evidenciado, la Casa de Israel (Efráim; diez tribus), se mantuvo en constante desobediencia, por lo tanto, el número de años de castigo que se lee en Ez 4.5, que son 390 años, debe de multiplicarse por siete veces, con un total de 2730 años.
Por lo tanto, el castigo de la Casa de Israel (Efráim; diez tribus) es de 2730 años. La Casa de Israel fue llevada en cautiverio en el año 722 a.C., y desde el año 1 d.C, hasta el año gregoriano actual, hay aproximadamente 2022 años (año actual del calendario gregoriano cuando se escribió esto). Si restamos los años los 722 años, cuando fueron llevados en cautiverio, a los 2370 años de castigo, la restauración de la Casa de Israel (Efráim; diez tribus), tuvo que comenzar, aproximadamente, en consideración que pueden haber años de error, en la época 2000-2010. Dicho esto, es importante notar los grupos que ha renacido de manera espontánea y sorpresiva en estos últimos 20 años, proclamando ser ellos mismos la Casa de Israel (Efráim; diez tribus) que se habían perdido en el exilio, retomando su identidad, y regresando a la fe israelita, por medio de la redención de Ieshúa el Mesías.
Luego, en el mismo capítulo del profeta Ezequiel, se describe el castigo de la Casa de Judá (Judá, Benjamín y Leví), de manera similar. Según el libro del profeta Ezequiel, el castigo de la Casa de Judá, es de 40 días. Sin embargo, según Ez 4.6, estos 40 días debe de sumarse a los 390 días mencionados anteriormente sobre la Casa de Israel, “Cuando estos días se hayan cumplido, te acostarás sobre el lado derecho y esta vez soportarás el pecado de la casa de Judá, serán cuarenta días; te he sacado la cuenta a un día por año.” Por lo tanto, si se suman 40 días a los 390 días anteriores, el total es de 430 días. Sin embargo, en Ez 4.6 se describe que estos días deben de calcularse como “día por año” (Ez 4.6), entiéndase, por lo tanto, un castigo de 430 años.
La Casa de Judá fue llevada en cautiverio en el año 596 a.C., como se arrepintieron, y por amor que Dios le tenía a David, su maldad no se multiplicó por siete. Por lo tanto, se restan los 430 años de castigo a los 596 años, cuando fue llevada en cautiverio, y el total es de 166, el año del fin de la Casa de Judá a.C, en la fiesta de Janucá; en el año 166 a.C., Judá el Macabeo (el "Martillo") ocupó el lugar de su padre en la lucha y lideró a la Casa de Judá en muchas victorias sobre los seléucidas, recuperaron Jerusalén y el Templo.
Según el libro del profeta Ezequiel, el castigo de la Casa de Israel, que representa a las diez tribus de Israel, es de 390 días. Estos deben de considerarse como 390 años de castigo, ya que el Eterno dice al profeta que cada día corresponde a un año de castigo, “Yo he sacado la cuenta de los días, la que corresponde a los años de sus pecados, trescientos noventa días.” (Ez 4.5). Sin embargo, la casa de Efráim ha estado desparecida en el exilio por más de 2700 años. A solución de esto, en Lv 26.14-46, el Eterno describe el castigo que caería sobre Israel por causa de desobediencia, y en Lv 26.27-28 advierte que si Israel persiste en desobediencia y no se arrepiente, retornando a la senda de obediencia, el castigo se multiplicará por siete, “Si con esto no me obedecen, y proceden conmigo en oposición, yo procederé en contra de ustedes con ira, y los castigaré siete veces más por sus pecados”.
Como está históricamente evidenciado, la Casa de Israel (Efráim; diez tribus), se mantuvo en constante desobediencia, por lo tanto, el número de años de castigo que se lee en Ez 4.5, que son 390 años, debe de multiplicarse por siete veces, con un total de 2730 años.
Por lo tanto, el castigo de la Casa de Israel (Efráim; diez tribus) es de 2730 años. La Casa de Israel fue llevada en cautiverio en el año 722 a.C., y desde el año 1 d.C, hasta el año gregoriano actual, hay aproximadamente 2022 años (año actual del calendario gregoriano cuando se escribió esto). Si restamos los años los 722 años, cuando fueron llevados en cautiverio, a los 2370 años de castigo, la restauración de la Casa de Israel (Efráim; diez tribus), tuvo que comenzar, aproximadamente, en consideración que pueden haber años de error, en la época 2000-2010. Dicho esto, es importante notar los grupos que ha renacido de manera espontánea y sorpresiva en estos últimos 20 años, proclamando ser ellos mismos la Casa de Israel (Efráim; diez tribus) que se habían perdido en el exilio, retomando su identidad, y regresando a la fe israelita, por medio de la redención de Ieshúa el Mesías.
Luego, en el mismo capítulo del profeta Ezequiel, se describe el castigo de la Casa de Judá (Judá, Benjamín y Leví), de manera similar. Según el libro del profeta Ezequiel, el castigo de la Casa de Judá, es de 40 días. Sin embargo, según Ez 4.6, estos 40 días debe de sumarse a los 390 días mencionados anteriormente sobre la Casa de Israel, “Cuando estos días se hayan cumplido, te acostarás sobre el lado derecho y esta vez soportarás el pecado de la casa de Judá, serán cuarenta días; te he sacado la cuenta a un día por año.” Por lo tanto, si se suman 40 días a los 390 días anteriores, el total es de 430 días. Sin embargo, en Ez 4.6 se describe que estos días deben de calcularse como “día por año” (Ez 4.6), entiéndase, por lo tanto, un castigo de 430 años.
La Casa de Judá fue llevada en cautiverio en el año 596 a.C., como se arrepintieron, y por amor que Dios le tenía a David, su maldad no se multiplicó por siete. Por lo tanto, se restan los 430 años de castigo a los 596 años, cuando fue llevada en cautiverio, y el total es de 166, el año del fin de la Casa de Judá a.C, en la fiesta de Janucá; en el año 166 a.C., Judá el Macabeo (el "Martillo") ocupó el lugar de su padre en la lucha y lideró a la Casa de Judá en muchas victorias sobre los seléucidas, recuperaron Jerusalén y el Templo.