Bereshit 1.1
En el Principio
En Gn 1.1 nos enfrentamos ante una problemática cuestión de sintaxis. Algunos son de la opinión que Gn 1.1 debe de traducirse como una oración completa: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Pero otros, como Rashí e Ibn Ezrá, lo tratan como una cláusula temporal, subordinada al v. 2 y v. 3. Según este punto de vista, en el texto hebreo la expresión בְּרֵאשִׁית (bereshit; en el principio) debe de indicar aquello de lo que es principio antes del verbo "creó", es decir: "En el principio de __", pero debido a la ausencia del sustantivo luego vocablo בְּרֵאשִׁית (bereshit; en el principio), el versículo debe de leerse según algunos comentaristas: “Al principio del crear Dios los cielos y la tierra”. El hebreo בְּרֵאשִׁית (bereshit) leyéndose en el estado constructo seguido de una cláusula como caso genitivo (cf. Os 2.1).
Ibn Ezrá comenta que si la letra בְ (Bet) de בְּרֵאשִׁית (bereshit; en el principio) hubiera sido escrita con una kámetz, habría implicado el artículo definido, de modo que hubiera permitido la traducción "En el principio" sin nada más implícito en la oración. Sin embargo, como la בְ (Bet) de בְּרֵאשִׁית (bereshit; en el principio) está puntuada con el grafema Shevá (בְ), gramaticalmente requiere la traducción en estado constructo: "En el principio de __" o "Al principio de __". Ramban sostiene que la lectura literal בְּרֵאשִׁית (bereshit; en el principio) debe de traducirse como conectada con un sustantivo implícito en la oración, un ejemplo sería: "En el principio de todas las cosas, Dios creó los cielos y la tierra".
Ahora bien, el hebreo רֵאשִׁית (reshit; principio) significa la primera parte de una cosa. De ahí se desliza fácilmente a un sentido temporal, como la primera etapa de un proceso o serie de acontecimientos: Os 9.10 ('en su primera etapa'), Dt 11:12 (del año), Jb 8:7; 40:19 (la vida de un hombre), Is 46:10 (punto de partida de una serie), etc. Pero en todo el Tana"j, la expresión בְּרֵאשִׁית (bereshit) que se traduce como “En el principio” o “Al principio” aparece cinco veces, todas en el libro del profeta Jeremías, en todas las lecturas donde aparece el hebreo בְּרֵאשִׁית (bereshit), se habla del principio de un reinado:
En el Principio
En Gn 1.1 nos enfrentamos ante una problemática cuestión de sintaxis. Algunos son de la opinión que Gn 1.1 debe de traducirse como una oración completa: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Pero otros, como Rashí e Ibn Ezrá, lo tratan como una cláusula temporal, subordinada al v. 2 y v. 3. Según este punto de vista, en el texto hebreo la expresión בְּרֵאשִׁית (bereshit; en el principio) debe de indicar aquello de lo que es principio antes del verbo "creó", es decir: "En el principio de __", pero debido a la ausencia del sustantivo luego vocablo בְּרֵאשִׁית (bereshit; en el principio), el versículo debe de leerse según algunos comentaristas: “Al principio del crear Dios los cielos y la tierra”. El hebreo בְּרֵאשִׁית (bereshit) leyéndose en el estado constructo seguido de una cláusula como caso genitivo (cf. Os 2.1).
Ibn Ezrá comenta que si la letra בְ (Bet) de בְּרֵאשִׁית (bereshit; en el principio) hubiera sido escrita con una kámetz, habría implicado el artículo definido, de modo que hubiera permitido la traducción "En el principio" sin nada más implícito en la oración. Sin embargo, como la בְ (Bet) de בְּרֵאשִׁית (bereshit; en el principio) está puntuada con el grafema Shevá (בְ), gramaticalmente requiere la traducción en estado constructo: "En el principio de __" o "Al principio de __". Ramban sostiene que la lectura literal בְּרֵאשִׁית (bereshit; en el principio) debe de traducirse como conectada con un sustantivo implícito en la oración, un ejemplo sería: "En el principio de todas las cosas, Dios creó los cielos y la tierra".
Ahora bien, el hebreo רֵאשִׁית (reshit; principio) significa la primera parte de una cosa. De ahí se desliza fácilmente a un sentido temporal, como la primera etapa de un proceso o serie de acontecimientos: Os 9.10 ('en su primera etapa'), Dt 11:12 (del año), Jb 8:7; 40:19 (la vida de un hombre), Is 46:10 (punto de partida de una serie), etc. Pero en todo el Tana"j, la expresión בְּרֵאשִׁית (bereshit) que se traduce como “En el principio” o “Al principio” aparece cinco veces, todas en el libro del profeta Jeremías, en todas las lecturas donde aparece el hebreo בְּרֵאשִׁית (bereshit), se habla del principio de un reinado:
בְּרֵאשִׁ֗ית מַמְלְכ֛וּת יְהוֹיָקִ֥ים
Al principio del reinado de Ioaqím
(Jer 26.1)
בְּרֵאשִׁ֗ית מַמְלֶ֛כֶת יְהוֹיָקִ֥ם
Al principio del reinado de Ioaqím
(Jer 27.1)
בְּרֵאשִׁית֙ מַמְלֶ֙כֶת֙ צִדְקִיָּ֣ה
Al principio del reinado de Tzidquiá
(Jer 28.1)
בְּרֵאשִׁ֗ית מַלְכ֛וּת צִדְקִיָּ֥ה
Al principio del reinado de Tzidquiá
(Jer 49.34)
Al principio del reinado de Ioaqím
(Jer 26.1)
בְּרֵאשִׁ֗ית מַמְלֶ֛כֶת יְהוֹיָקִ֥ם
Al principio del reinado de Ioaqím
(Jer 27.1)
בְּרֵאשִׁית֙ מַמְלֶ֙כֶת֙ צִדְקִיָּ֣ה
Al principio del reinado de Tzidquiá
(Jer 28.1)
בְּרֵאשִׁ֗ית מַלְכ֛וּת צִדְקִיָּ֥ה
Al principio del reinado de Tzidquiá
(Jer 49.34)
En los textos que acabo de colocar, el uso de la expresión בְּרֵאשִׁית (bereshit) siempre y sin excepción habla del principio del reinado de un monarca. El profeta Isaías nos esclarece esta idea con el siguiente oráculo:"el Cielo es el trono de Dios, y la Tierra el escabel de sus pies" (Is 66.1) y esto parece indicarnos que según el lenguaje divino del Tana"j la expresión בְּרֵאשִׁית (bereshit) de Gn 1.1 nos habla del Inicio o Principio del reinado de Dios sobre su creación, es decir: “En el principio del reinado de Dios”. Siendo así, la construcción determinada se hace inteligible: el principio del reinado de Dios es el principio de la creación de Dios, y su creación es su reino sobre la cual él es el Rey. Antes de este principio no hubo nadie más que Dios.