El tiempo que establecen los evangelistas para esta experiencia de prueba (mal llamada “tentación”) es de cuarenta días y cuarenta noches, cifra de ambiente bíblico. Así, el diluvio (Gen. 7.12); la estancia de Moshé en el Sinaí (Exo. 24.18); los años de Israel en el desierto (Núm. 14.33-34); años de una generación.
El ayuno de cuarenta días de Ieshúa parece ser un reflejo del ayuno de cuarenta días de Moshé en el Monte Sinaí. El ayuno y la confrontación con el adversario de cuarenta días puede ser una alusión a los cuarenta días de penitencia que preceden a Iom Kipur (“Día de la Expiación”).
La tradición judía de los cuarenta días de penitencia a partir del primer día del sexto mes, el mes de Elul, se observan en recuerdo de la segunda estancia de Moshé en el Monte Sinaí. Después del pecado del becerro de oro, Moshé regresó al Sinaí y estuvo "... allí con Hashem cuarenta días y cuarenta noches: no comió pan ni bebió agua" (Éx 34.28). Mientras tanto, Israel estaba acampando debajo de la montaña en un estado de fuerte arrepentimiento.
El informe anual de cuarenta días de penitencia antes del Día de la Expiación revive esta historia de la Torá. Es habitual para los extra-piadosos en el judaísmo que periódicamente ayunen y reciten las oraciones de penitencia a lo largo de estos cuarenta días en preparación para el Día-de-la-Expiación-Iom Kipur.
Podemos mostrar que la historia conocida como la de la "tentación" registrada en el cap. 4 del libro escrito por Mt, realmente ocurrió durante estos cuarenta días de arrepentimiento que preceden al Día-de-la-Expiación-Iom Kipur. No solo las imágenes de la historia y los cuarenta días de penitencia comparten varias características, sino que Ieshúa Adonénu tuvo tres años y medio de ministerio que iniciaron en su tevilá-inmersión-agua como lo relata Lc 3, y finalizaron en Pésaj-Pascua en su muerte y resurrección. Contando tres años y medio hacia atrás (con uno de los años con un mes intercalado porque esto sucede cada tres años en el calendario hebreo), nos encontramos exactamente en el sexto mes, en el mes de Elul, en los cuarenta días de arrepentimiento observados en la tradición judía que preceden al Día de la Expiación (Iom Kipur), y que son exactamente los días en los cuales Ieshúa ayunó en el desierto.
Se dice que Ieshúa fue sumergido en agua "en [los días de] arrepentimiento" (véase Mt. 3.11; Hch 19.4) haciendo una referencia a los días que preceden al Iom Kipur (Día de la Expiación). El texto griego da a entender que dice "[Iojanán/Juan:] Yo ciertamente les hago inmersión con agua en [--] arrepentimiento" (Mt 3.11), no dice "para arrepentimiento" sino "en". Grotius opina que debería de traducirse "yo les hago inmersión con agua en [la profesión] de arrepentimiento", pero eso no tiene mucho sentido. Según el léxico judío, "[en los días] de arrepentimiento" concuerda mejor, porque hace alusión a los cuarenta días de arrepentimiento (“ieméi raztón” o “ieméi teshuvá”), mencionados arriba, y que son observados en el Judaísmo, antes del Iom Kipúr (Día de la Expiación).
Los cuarenta días tradicionales de penitencia concluyen en el Día-de-la-Expiación-Iom Kipur, un día de ayuno. Por otra parte, el Día-de-la-Expiación-Iom Kipur es considerado como un día para hacer frente al enemigo y sus acusaciones. Las liturgias para el Día-de-la-Expiación-Iom Kipur están llenas de referencias a un enfrentamiento legal entre Dios y el satán. En el ritual del Templo para el Día-de-la-Expiación-Iom Kipur, el cabrito expiatorio enviado hacia Azazel (el nombre de un ángel caído en algunas antiguas fuentes apocalípticas – Lv 16.8; Enoc 8, 9, 10) era llevado al desierto, y despeñado en un precipicio – un ritual anual que celebraba la derrota del mal.
Mientras Ieshúa ayunaba en el desierto de Judea, él probablemente se encontraba entre Jerusalén y Jericó, el mismo lugar que la tradición dice que el cabrito expiatorio “para Azazel” era despeñado. Las imágenes de los cuarenta días de arrepentimiento--que culminan en el Día-de-la-Expiación-Iom Kipur, el estilo, el desierto, el ayuno, el enfrentamiento con un ángel caído--parecen estar conectadas con la historia.
El ayuno de cuarenta días de Ieshúa parece ser un reflejo del ayuno de cuarenta días de Moshé en el Monte Sinaí. El ayuno y la confrontación con el adversario de cuarenta días puede ser una alusión a los cuarenta días de penitencia que preceden a Iom Kipur (“Día de la Expiación”).
La tradición judía de los cuarenta días de penitencia a partir del primer día del sexto mes, el mes de Elul, se observan en recuerdo de la segunda estancia de Moshé en el Monte Sinaí. Después del pecado del becerro de oro, Moshé regresó al Sinaí y estuvo "... allí con Hashem cuarenta días y cuarenta noches: no comió pan ni bebió agua" (Éx 34.28). Mientras tanto, Israel estaba acampando debajo de la montaña en un estado de fuerte arrepentimiento.
El informe anual de cuarenta días de penitencia antes del Día de la Expiación revive esta historia de la Torá. Es habitual para los extra-piadosos en el judaísmo que periódicamente ayunen y reciten las oraciones de penitencia a lo largo de estos cuarenta días en preparación para el Día-de-la-Expiación-Iom Kipur.
Podemos mostrar que la historia conocida como la de la "tentación" registrada en el cap. 4 del libro escrito por Mt, realmente ocurrió durante estos cuarenta días de arrepentimiento que preceden al Día-de-la-Expiación-Iom Kipur. No solo las imágenes de la historia y los cuarenta días de penitencia comparten varias características, sino que Ieshúa Adonénu tuvo tres años y medio de ministerio que iniciaron en su tevilá-inmersión-agua como lo relata Lc 3, y finalizaron en Pésaj-Pascua en su muerte y resurrección. Contando tres años y medio hacia atrás (con uno de los años con un mes intercalado porque esto sucede cada tres años en el calendario hebreo), nos encontramos exactamente en el sexto mes, en el mes de Elul, en los cuarenta días de arrepentimiento observados en la tradición judía que preceden al Día de la Expiación (Iom Kipur), y que son exactamente los días en los cuales Ieshúa ayunó en el desierto.
Se dice que Ieshúa fue sumergido en agua "en [los días de] arrepentimiento" (véase Mt. 3.11; Hch 19.4) haciendo una referencia a los días que preceden al Iom Kipur (Día de la Expiación). El texto griego da a entender que dice "[Iojanán/Juan:] Yo ciertamente les hago inmersión con agua en [--] arrepentimiento" (Mt 3.11), no dice "para arrepentimiento" sino "en". Grotius opina que debería de traducirse "yo les hago inmersión con agua en [la profesión] de arrepentimiento", pero eso no tiene mucho sentido. Según el léxico judío, "[en los días] de arrepentimiento" concuerda mejor, porque hace alusión a los cuarenta días de arrepentimiento (“ieméi raztón” o “ieméi teshuvá”), mencionados arriba, y que son observados en el Judaísmo, antes del Iom Kipúr (Día de la Expiación).
Los cuarenta días tradicionales de penitencia concluyen en el Día-de-la-Expiación-Iom Kipur, un día de ayuno. Por otra parte, el Día-de-la-Expiación-Iom Kipur es considerado como un día para hacer frente al enemigo y sus acusaciones. Las liturgias para el Día-de-la-Expiación-Iom Kipur están llenas de referencias a un enfrentamiento legal entre Dios y el satán. En el ritual del Templo para el Día-de-la-Expiación-Iom Kipur, el cabrito expiatorio enviado hacia Azazel (el nombre de un ángel caído en algunas antiguas fuentes apocalípticas – Lv 16.8; Enoc 8, 9, 10) era llevado al desierto, y despeñado en un precipicio – un ritual anual que celebraba la derrota del mal.
Mientras Ieshúa ayunaba en el desierto de Judea, él probablemente se encontraba entre Jerusalén y Jericó, el mismo lugar que la tradición dice que el cabrito expiatorio “para Azazel” era despeñado. Las imágenes de los cuarenta días de arrepentimiento--que culminan en el Día-de-la-Expiación-Iom Kipur, el estilo, el desierto, el ayuno, el enfrentamiento con un ángel caído--parecen estar conectadas con la historia.