Es el plural Elohim (אלֵהִים), de donde el singular אלֵוֹהִּ (Elóa), se emplea para designar en general a cualquier deidad, y asimismo al verdadero Dios. La palabra se deriva, según Gesenio (Thes. Hebrews pg. 94.), de una raíz obsoleta, אָלָה (Alá), reverenciar, pero es preferible su raíz primaria אֵל (El), el nombre de Dios como poderoso (de la raíz אָלָה ó אוּל, ser firme) (Hebrews Handw. page 90), y tiene su equivalente al árabe Alá, es decir, Dios. El pl. Elohim se usa a veces en su sentido ordinario de dioses, ya sea verdadero o falso, por ejemplo de los egipcios (Éx 12.12; Éx 35.2; Éx 35.4; Dt 20.18; Dt 32.17), incluyendo a Iehová (Jehová) (Sal 86.8; Éx 18.11; Éx 22.19), o distintivo de la deidad (Is 44.6; Is 45.5; Is 45.14; Is 45.21; Is 46.9; 1 Cró 13.9), una vez sobre los reyes (Sal 82.1; Sal 82.6), aunque compartimos la opinión de Gesenio que no se refiere ni a los reyes o magistrados (Sal 82.1; Sal 82.6), ni a los ángeles (Sal 8.6; Sal 91.7; Sal 138.1), ni a los jueces (Éx 21.6; Éx 22.7-8), sino en todos los casos se refiere al Dios verdadero, es decir, Iehová (Jehová), y en este sentido, siempre se construye en singular. Sobre todo cuando se tiene el artículo prefijado (הָאלֵהִים).
Un gran número de comentaristas judíos han intentado definir la palabra Elohim (אלֵהִים). Najmánides (Perushéi haRamban al haTorá, Gn 1.1) sugirió que la palabra se compone de אֵל (El), que significa poder, y הם (hem) que significa ellos, y este "ellos," según Najmánides, se refiere a los poderes, sugiriendo por lo tanto el significado de "Poder sobre todos los poderes" o "el omnipotente". Bahiá b. Asher (Biur al haTorá, Gn 1.1) también consideraba que el término era usado para enfatizar todo poder omnímodo. Es decir, toda fuerza de la naturaleza concebido por los paganos como representantes de por distintos dioses en sus panteones, son reflejos de "el todo poder onmímodo" del único Creador. Albo (Séfer Halkarím, vol 1. pg. 103) también observó que Elohim (אלֵהִים) denota "uno que tiene poder para producir todas las cosas". Ovadiá Seforno (Biur al haTorá, Gn 1.1) enfatizó que el término es usado para afirmar que "no hay nada que exista que no venga de Su ser".
Los Jueces no son llamados Elohim
Ibn Ezrá decía que lo que era llamado Elohim, no eran los jueces, sino la corte. Rashí decía que los jueces eran llamados Elohim. Ibn Ezra dice en su comentario a la Parashá Bereshit:"Ya he demostrado en la Parashat Bereshit que la Escritura no usa el término Elohim para jueces, sino para el sitio del juicio. Y ya que los jueces administraban los juicios de Dios, ellos llamaban al lugar por el término Elohim". Pero según Najmánides, que a diferencia de Rashí lee lo que el pasaje dice textualmente, dice que tanto Rashí como Ibn Ezrá estaban equivocados, porque los jueces no eran llamados Elohim ni porque actuaban en nombre de Dios, ni tampoco porque el lugar fuera llamado Elohim, sino porque cuando uno iba a la corte, en realidad estaba yendo delante de Dios, y en esencia era juzgado por él. Y lo demuestra sólidamente con el siguiente comentario:
| Pero en mi opinión, la Escritura dice: "Y su amo lo llevará a Elohim" y "La causa de ambos vendrá delante de Elohim" (Éx 22.8), para dar a entender que Dios es el que estará en el juicio. Él se reivindicará y él condenará. Esto es lo que dice: "A quien Dios condene." (Éx 22.9). Del mismo modo, dijo Moshé, "porque el juicio es de Dios" (Dt 1.17). Y así dijo Yehoshafat: "no juzgáis para el hombre, sino para Hashem, el cual está con vosotros cuando juzgáis." (2Cro 19.6). Y del mismo modo el verso dice, "Dios está en la congregación de Dios; en medio Dios juzga" (Sal 82.1). Es decir, Él juzga en la congregación de Dios, porque Dios es el juez. Y del mismo modo dice: "Entonces los dos hombres, entre los cuales está la controversia, se presentarán delante del Hashem" (Dt 19.17). Y este es el significado de porque está dicho "Porque yo no justificaré al impío" (Éx 23.7), de acuerdo con la explicación correcta. También en Shemot Rabá (30.24) leí: "Cuando el juez se sienta y emite un juicio verdadero, el Santo, bendito sea, sale de la bóveda del cielo, y reposa su Presencia junto a él, como se dice: "Y cuando Hashem les levantaba jueces, Hashem estaba con el juez." (Shoftim 2.18)". (Najmánides, sobre Éx 21.6)