Una de las historias milagrosas más extrañas del Maestro es la de la moneda que aparece en la boca del pez. Comienza cuando los delegados de las autoridades del Templo se acercan a Shimón Kéfa /"Pedro" y le preguntan si su rabino paga el impuesto anual de medio shekel.
El impuesto se basaba en Éxodo 30:13 y se pagaba por los sacrificios ofrecidos en el Templo. Shimón Kéfa /"Pedro" responde rápidamente: "Sí". Más tarde, en casa con Ieshúa, entabla un diálogo sobre el impuesto. Ieshúa le dice a Shimón Kéfa /"Pedro" que baje al Mar de Galilea, eche un sedal y saque el primer pez que pesque porque tendrá en la boca una moneda de valor suficiente para pagar el impuesto de medio shekel tanto para el Maestro como para Shimón Kéfa. La historia completa se encuentra en Mt 17:24-27.
¿Qué ocurre aquí? ¿Por qué el siclo en la boca del pez? Ieshúa podría haber sacado una moneda de otro lugar, o tal vez podría haberle dicho que buscara en un lugar donde normalmente se esperaría encontrar una moneda perdida, como debajo de una cama o entre las piedras del suelo. La impresión es que la clave para entender este pasaje es la historia de Purim.
Sabemos por fuentes judías que la recaudación del impuesto del medio shekel tuvo lugar en el mes de Adar, el mes en el que celebramos Purim: "El primero de Adar, el tribunal proclama la colecta de siclos, es decir, la contribución anual de medio siclo al tesoro del Templo hecha por cada varón adulto con el fin de comprar ofrendas comunales" (m. Shekalim 1.1). (...) "El quince de Adar, los cambistas se sentaban en mesas instaladas en el resto del país, fuera del Templo, para encargarse de la recaudación de siclos" (m. Shekalim 1.3). Eso significa que la historia de Ieshúa y el impuesto de medio shekel tiene lugar cerca de la fiesta de Purim. La parashá semanal de la lectura anual de la Torá acerca del mandamiento del medio shekel, la Parashá Ki-Tisá (Éx 30.11-34.35) coincide con la semana en que se celebra la fiesta de Purím. Entonces, ¿por qué encontrar la moneda en un pez? El símbolo tradicional del mes de Adar es el pez. En la tradición judía, el pez representa una realidad oculta, porque nada bajo el agua y no se ve a simple vista. La historia de Purim está llena de realidades ocultas. Por ejemplo, la identidad judía de Ester y Mardoqueo se oculta al rey y a Amán. Dios mismo, su nombre en el libro de Ester, y su obra, están ocultos a lo largo de la historia, hasta el punto de que ni siquiera se le menciona en el libro. Ciertamente está obrando, pero entre bastidores; permanece de incógnito, por así decirlo. De este modo, la redención quedó oculta a simple vista.
Incluso el impuesto de medio shekel es una imagen de la redención. La Torá nos dice:
El impuesto se basaba en Éxodo 30:13 y se pagaba por los sacrificios ofrecidos en el Templo. Shimón Kéfa /"Pedro" responde rápidamente: "Sí". Más tarde, en casa con Ieshúa, entabla un diálogo sobre el impuesto. Ieshúa le dice a Shimón Kéfa /"Pedro" que baje al Mar de Galilea, eche un sedal y saque el primer pez que pesque porque tendrá en la boca una moneda de valor suficiente para pagar el impuesto de medio shekel tanto para el Maestro como para Shimón Kéfa. La historia completa se encuentra en Mt 17:24-27.
¿Qué ocurre aquí? ¿Por qué el siclo en la boca del pez? Ieshúa podría haber sacado una moneda de otro lugar, o tal vez podría haberle dicho que buscara en un lugar donde normalmente se esperaría encontrar una moneda perdida, como debajo de una cama o entre las piedras del suelo. La impresión es que la clave para entender este pasaje es la historia de Purim.
Sabemos por fuentes judías que la recaudación del impuesto del medio shekel tuvo lugar en el mes de Adar, el mes en el que celebramos Purim: "El primero de Adar, el tribunal proclama la colecta de siclos, es decir, la contribución anual de medio siclo al tesoro del Templo hecha por cada varón adulto con el fin de comprar ofrendas comunales" (m. Shekalim 1.1). (...) "El quince de Adar, los cambistas se sentaban en mesas instaladas en el resto del país, fuera del Templo, para encargarse de la recaudación de siclos" (m. Shekalim 1.3). Eso significa que la historia de Ieshúa y el impuesto de medio shekel tiene lugar cerca de la fiesta de Purim. La parashá semanal de la lectura anual de la Torá acerca del mandamiento del medio shekel, la Parashá Ki-Tisá (Éx 30.11-34.35) coincide con la semana en que se celebra la fiesta de Purím. Entonces, ¿por qué encontrar la moneda en un pez? El símbolo tradicional del mes de Adar es el pez. En la tradición judía, el pez representa una realidad oculta, porque nada bajo el agua y no se ve a simple vista. La historia de Purim está llena de realidades ocultas. Por ejemplo, la identidad judía de Ester y Mardoqueo se oculta al rey y a Amán. Dios mismo, su nombre en el libro de Ester, y su obra, están ocultos a lo largo de la historia, hasta el punto de que ni siquiera se le menciona en el libro. Ciertamente está obrando, pero entre bastidores; permanece de incógnito, por así decirlo. De este modo, la redención quedó oculta a simple vista.
Incluso el impuesto de medio shekel es una imagen de la redención. La Torá nos dice:
Cuando hagas el censo del pueblo de Israel, cada uno dará un rescate por su vida a Hashem cuando los cuentes, para que no haya plaga entre ellos cuando los cuentes. (Éxodo 30:12)
La recolección del medio shekel era un "rescate" para evitar una "plaga" mientras se realizaba el censo. Los comentaristas ofrecen varias explicaciones de cómo el medio shekel rescataba a Israel, pero independientemente de cómo funcionaba, el punto es que, de alguna manera oculta, la recolección del medio shekel redime a los hijos de Israel de una plaga. ¿Acaso la moneda escondida en la boca del pez alude a la redención oculta de la historia de Purim?
Tal vez Ieshúa alude a algo aún mayor. La historia de la moneda oculta y la historia de la redención oculta de Purim es la historia de la gran redención que estaba por llegar con la muerte un mes después de haber enviado a Shimón Kéfa /"Pedro" a encontrar la moneda de valor en la boca del pez. Hasta el momento el objeto de esa redención, el Mesías, permanecía oculto y escondido de las personas hasta que fuera revelado con la venida del Rúaj Haqódesh /Espíritu de Santidad (cf. Hch 2), como fue dicho por los mismo Discípulos: "¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?" (Lc 24.32). Ese mismo Purím próximo a la Pésaj /Pascua donde Ieshúa entregó su vida, Ieshúa pagaría el rescate de todo Israel y de toda la humanidad, con su propia vida. Que este Purim encienda tu deseo de ver al Mesías oculto regresar a nosotros y traer la redención final a Israel y a todas las naciones.
Basado en el comentario de Toby Janicki.