Durante la celebración de Pésaj /Pascua, la tradición judía requiere que los hijos de Israel consuman matzá (מַצֹּות) - pan sin levadura. El cordero de Pésaj /Pascua, por su parte, era llevado al templo el décimo día del mes de Aviv y sacrificado por toda la congregación de los hijos de Israel el decimocuarto día del mismo mes. En la noche del decimoquinto día, el cordero debía ser comido junto con los panes sin levadura.
Según los sabios judíos, la levadura presente en el pan representa la inclinación al mal que reside en el corazón del ser humano. En la conclusión de una oración, el Rabino Alexandri añadió lo siguiente:
Que sea tu voluntad, oh Señor, nuestro Dios, ubicarnos en una esquina iluminada y no nos ubiques en un rincón oscuro, no permitas que nuestro corazón se enferme, ni que nuestros ojos se oscurezcan. Según algunos esta fue la oración de R. Jamnuna y R. Alexandri que al concluir su oración añadió lo siguiente: Soberano del Universo, conoces bien que nuestra voluntad es llevar a cabo tu voluntad, y ¿qué nos estorba? La levadura en la masa y la sujeción a las potencias ajenas. Sea tu voluntad librarnos de sus manos, para que podamos retornar a realizar los estatutos de tu voluntad con un corazón perfecto. (Talmud B., Berajot 17a)
Dentro de la ceremonia tradicional de los judíos sefarditas, se lleva a cabo una oración que incluye la quema de la levadura, comparada con el Ietzér Hará / Inclinación al Mal:
“De la manera como removimos la levadura de nuestras casas y la quemamos, así clamamos a ti que la inclinación al mal sea removida de nuestro interior para siempre." (Heinrich Guggenheimer, The Scholar’s Haggadah: Ashkenazic, Sephardic, and Oriental Versions (Northvale, NJ: Jason Aronson, 1995), p. 6.).
David ben Zimra (1479) también comenta sobre el significado de la levadura:
Hacemos hincapié en la búsqueda minuciosa de la eliminación de la levadura en la víspera de la Pésaj (Pascua), porque la levadura simboliza la inclinación al mal, la cual debemos de buscar en todos los recovecos de nuestra mente, porque incluso una pequeña partícula puede llegar a ser desastrosa. (David ben Zimra llamado Rabdaz (רבד"ז) nacido en España alrededor del año 1479)
En Deuteronomio 16:3, Moshé llama al pan sin levadura "lejem oni" (לֶחֶם עֹנִי), que se traduce como "pan de aflicción". Uno de los motivos de este nombre se debe al proceso que se lleva a cabo para elaborar el pan sin levadura según las leyes del Judaísmo. Esta analogía puede interpretarse metafóricamente en relación al sacrificio de Ieshúa.
En este sentido, Ieshúa es identificado con el pan sin levadura debido a que no tenía levadura en su corazón, es decir, en su corazón no había "ietzér hará" o inclinación al mal. Cabe destacar que la levadura en este contexto no representa el pecado cometido, sino más bien la tendencia innata del ser humano a obrar con maldad. Por lo tanto, la identificación de Ieshúa con el pan sin levadura se debe a que él no poseía ese esa tendencia innata del corazón a obrar con maldad.
En el proceso de elaboración del matzá/ pan sin levadura, uno de los primeros pasos es utilizar la kemaj shel matzá shamurá, que es una harina cuidadosamente vigilada desde su cosecha hasta su empaque, con el fin de garantizar que no ha estado en contacto con la humedad. Además, durante el proceso de elaboración, la harina es cuidadosamente examinada para asegurarse de que no haya ningún insecto impuro presente, ya que la presencia de algún insecto contaminaría la harina y la descalificaría para su uso como matzá /pan sin levadura.
De manera similar, en el contexto de la fe judía, el Mesías es considerado como aquel que es sin pecado y que no está contaminado por ninguna impureza. Esta analogía se basa en la idea de que al igual que el matzá /pan sin levadura debe estar completamente libre de impurezas para ser considerado kosher, el Mesías también debe estar completamente libre de pecado para cumplir su papel como Mesías y redentor de la humanidad.
Después de llevar a cabo el proceso anteriormente mencionado, se mezcla la harina con agua dentro de un recipiente, el cual se cubre con agua para que la harina repose y forme la masa. Este proceso metafóricamente puede ser comparado con la venida del Mashíaj / Mesías a este mundo, nacido de una virgen que es representada metafóricamente por el recipiente utilizado para mezclar la harina. El agua que cubre la masa representa el Espíritu de Dios que cubrió a Miriám/"María" durante la formación del cuerpo del Mashíaj / Mesías en su vientre. Es dentro de este recipiente que el cuerpo del Mashíaj / Mesías fue formado para finalmente nacer.
Después de haber extraído la masa del recipiente, se procede a golpearla y amasarla para asegurarse de que esté bien formada y sea una sola sustancia. La masa es golpeada y extendida hasta que quede lo más fina posible.
Este proceso se puede comparar metafóricamente con la vida de Ieshúa, quien fue golpeado tanto física como en el espíritu por aquellos que lo perseguían. Físicamente, fue golpeado por sus enemigos, mientras que espiritualmente fue golpeado por el pecado del mundo. Como se describe en Isaías 53:4-5: "Ciertamente él llevó nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él". Por lo tanto, al igual que la masa de matzá /pan sin levadura es golpeada y extendida para hacerla perfecta, Ieshúa fue golpeado y sufrió para llevar el pecado del mundo y ofrecer una salvación perfecta a través de su sacrificio en la cruz.
Después de haber completado los pasos anteriores, la masa es perforada hasta crear agujeros en ella, y posteriormente es colocada en un horno caliente. De acuerdo con la tradición, el horno debe ser alimentado con leña de árbol de olivo para aumentar la intensidad del fuego. Este proceso puede ser comparado con el sacrificio de Ieshúa en la cruz del monte de los Olivos, donde él murió. Así como el matzá /pan sin levadura se coloca en un horno, Ieshúa fue colocado en un horno de sufrimientos, que representa la figura de la muerte. Es importante destacar que en la Torá, el horno es utilizado como una metáfora del sufrimiento en textos como Ezequiel 22:20-22; Daniel 3:11; y Malaquías 4:1. Además, se nos dice en la Escritura que él fue traspasado (véase Sal 22.16,17; Zac 12.10; Jn 19.37).
Después de haber horneado el matzá /pan sin levadura, este es retirado, lo que simboliza la resurrección de Ieshúa. Él, quien murió por los pecados del mundo, resucitó para conceder vida eterna a aquellos que creen en él. Estos creyentes son comparados metafóricamente con aquellos que comen el matzá /pan sin levadura. El matzá /pan sin levadura que sale del horno presenta llagas y agujeros, lo que puede ser equiparado con la resurrección de Ieshúa y a las marcas en su cuerpo como testimonio de que era el Mashíaj / Mesías prometido que había de venir a morir por el mundo y había resucitado.
Según los sabios judíos, la levadura presente en el pan representa la inclinación al mal que reside en el corazón del ser humano. En la conclusión de una oración, el Rabino Alexandri añadió lo siguiente:
Que sea tu voluntad, oh Señor, nuestro Dios, ubicarnos en una esquina iluminada y no nos ubiques en un rincón oscuro, no permitas que nuestro corazón se enferme, ni que nuestros ojos se oscurezcan. Según algunos esta fue la oración de R. Jamnuna y R. Alexandri que al concluir su oración añadió lo siguiente: Soberano del Universo, conoces bien que nuestra voluntad es llevar a cabo tu voluntad, y ¿qué nos estorba? La levadura en la masa y la sujeción a las potencias ajenas. Sea tu voluntad librarnos de sus manos, para que podamos retornar a realizar los estatutos de tu voluntad con un corazón perfecto. (Talmud B., Berajot 17a)
Dentro de la ceremonia tradicional de los judíos sefarditas, se lleva a cabo una oración que incluye la quema de la levadura, comparada con el Ietzér Hará / Inclinación al Mal:
“De la manera como removimos la levadura de nuestras casas y la quemamos, así clamamos a ti que la inclinación al mal sea removida de nuestro interior para siempre." (Heinrich Guggenheimer, The Scholar’s Haggadah: Ashkenazic, Sephardic, and Oriental Versions (Northvale, NJ: Jason Aronson, 1995), p. 6.).
David ben Zimra (1479) también comenta sobre el significado de la levadura:
Hacemos hincapié en la búsqueda minuciosa de la eliminación de la levadura en la víspera de la Pésaj (Pascua), porque la levadura simboliza la inclinación al mal, la cual debemos de buscar en todos los recovecos de nuestra mente, porque incluso una pequeña partícula puede llegar a ser desastrosa. (David ben Zimra llamado Rabdaz (רבד"ז) nacido en España alrededor del año 1479)
En Deuteronomio 16:3, Moshé llama al pan sin levadura "lejem oni" (לֶחֶם עֹנִי), que se traduce como "pan de aflicción". Uno de los motivos de este nombre se debe al proceso que se lleva a cabo para elaborar el pan sin levadura según las leyes del Judaísmo. Esta analogía puede interpretarse metafóricamente en relación al sacrificio de Ieshúa.
En este sentido, Ieshúa es identificado con el pan sin levadura debido a que no tenía levadura en su corazón, es decir, en su corazón no había "ietzér hará" o inclinación al mal. Cabe destacar que la levadura en este contexto no representa el pecado cometido, sino más bien la tendencia innata del ser humano a obrar con maldad. Por lo tanto, la identificación de Ieshúa con el pan sin levadura se debe a que él no poseía ese esa tendencia innata del corazón a obrar con maldad.
En el proceso de elaboración del matzá/ pan sin levadura, uno de los primeros pasos es utilizar la kemaj shel matzá shamurá, que es una harina cuidadosamente vigilada desde su cosecha hasta su empaque, con el fin de garantizar que no ha estado en contacto con la humedad. Además, durante el proceso de elaboración, la harina es cuidadosamente examinada para asegurarse de que no haya ningún insecto impuro presente, ya que la presencia de algún insecto contaminaría la harina y la descalificaría para su uso como matzá /pan sin levadura.
De manera similar, en el contexto de la fe judía, el Mesías es considerado como aquel que es sin pecado y que no está contaminado por ninguna impureza. Esta analogía se basa en la idea de que al igual que el matzá /pan sin levadura debe estar completamente libre de impurezas para ser considerado kosher, el Mesías también debe estar completamente libre de pecado para cumplir su papel como Mesías y redentor de la humanidad.
Después de llevar a cabo el proceso anteriormente mencionado, se mezcla la harina con agua dentro de un recipiente, el cual se cubre con agua para que la harina repose y forme la masa. Este proceso metafóricamente puede ser comparado con la venida del Mashíaj / Mesías a este mundo, nacido de una virgen que es representada metafóricamente por el recipiente utilizado para mezclar la harina. El agua que cubre la masa representa el Espíritu de Dios que cubrió a Miriám/"María" durante la formación del cuerpo del Mashíaj / Mesías en su vientre. Es dentro de este recipiente que el cuerpo del Mashíaj / Mesías fue formado para finalmente nacer.
Después de haber extraído la masa del recipiente, se procede a golpearla y amasarla para asegurarse de que esté bien formada y sea una sola sustancia. La masa es golpeada y extendida hasta que quede lo más fina posible.
Este proceso se puede comparar metafóricamente con la vida de Ieshúa, quien fue golpeado tanto física como en el espíritu por aquellos que lo perseguían. Físicamente, fue golpeado por sus enemigos, mientras que espiritualmente fue golpeado por el pecado del mundo. Como se describe en Isaías 53:4-5: "Ciertamente él llevó nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él". Por lo tanto, al igual que la masa de matzá /pan sin levadura es golpeada y extendida para hacerla perfecta, Ieshúa fue golpeado y sufrió para llevar el pecado del mundo y ofrecer una salvación perfecta a través de su sacrificio en la cruz.
Después de haber completado los pasos anteriores, la masa es perforada hasta crear agujeros en ella, y posteriormente es colocada en un horno caliente. De acuerdo con la tradición, el horno debe ser alimentado con leña de árbol de olivo para aumentar la intensidad del fuego. Este proceso puede ser comparado con el sacrificio de Ieshúa en la cruz del monte de los Olivos, donde él murió. Así como el matzá /pan sin levadura se coloca en un horno, Ieshúa fue colocado en un horno de sufrimientos, que representa la figura de la muerte. Es importante destacar que en la Torá, el horno es utilizado como una metáfora del sufrimiento en textos como Ezequiel 22:20-22; Daniel 3:11; y Malaquías 4:1. Además, se nos dice en la Escritura que él fue traspasado (véase Sal 22.16,17; Zac 12.10; Jn 19.37).
Después de haber horneado el matzá /pan sin levadura, este es retirado, lo que simboliza la resurrección de Ieshúa. Él, quien murió por los pecados del mundo, resucitó para conceder vida eterna a aquellos que creen en él. Estos creyentes son comparados metafóricamente con aquellos que comen el matzá /pan sin levadura. El matzá /pan sin levadura que sale del horno presenta llagas y agujeros, lo que puede ser equiparado con la resurrección de Ieshúa y a las marcas en su cuerpo como testimonio de que era el Mashíaj / Mesías prometido que había de venir a morir por el mundo y había resucitado.