Para la comprensión de la correcta traducción de Zacarías 13,5-6 comienzo citando el libro del profeta:
וְאָמַ֕ר לֹ֥א נָבִ֖יא אָנֹ֑כִי אִישׁ־עֹבֵ֤ד אֲדָמָה֙ אָנֹ֔כִי כִּ֥י אָדָ֖ם הִקְנַ֥נִי מִנְּעוּרָֽי׃
וְאָמַ֣ר אֵלָ֔יו מָ֧ה הַמַּכּ֛וֹת הָאֵ֖לֶּה בֵּ֣ין יָדֶ֑יךָ וְאָמַ֕ר אֲשֶׁ֥ר הֻכֵּ֖יתִי בֵּ֥ית מְאַהֲבָֽי׃
וְאָמַ֣ר אֵלָ֔יו מָ֧ה הַמַּכּ֛וֹת הָאֵ֖לֶּה בֵּ֣ין יָדֶ֑יךָ וְאָמַ֕ר אֲשֶׁ֥ר הֻכֵּ֖יתִי בֵּ֥ית מְאַהֲבָֽי׃
5. VEAMAR LO NABI ANOJI, ISHOVED ADAMA ANOJI, KI ADAM HIQNANI MINEURAI.
6. VEAMAR ELAIV MA HAMAKOT HAELE BEIN IADEJA, VEAMAR ASHER HUKITI BET MEAHAVAI.
5. Y él dijo: No soy profeta; labrador soy de la tierra, pues he estado en el campo desde mi juventud.
6. Y él dijo a él: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él dijo: Con ellas fui herido en casa de mis amigos.
(Zacarías 13,5-6)
6. VEAMAR ELAIV MA HAMAKOT HAELE BEIN IADEJA, VEAMAR ASHER HUKITI BET MEAHAVAI.
5. Y él dijo: No soy profeta; labrador soy de la tierra, pues he estado en el campo desde mi juventud.
6. Y él dijo a él: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él dijo: Con ellas fui herido en casa de mis amigos.
(Zacarías 13,5-6)
Llamo su atención hacia la expresión repetida tres veces "y él dijo" que en hebreo es וְאָמַר y se lee veamár. Esto es porque precisamente en las biblias populares como la Reina Valera 1960 la misma expresión en el mismo pasaje es traducida de distinta manera “y dirá” (v. 5a) “y le preguntarán” (v. 6a) y por último “y él responderá” (v. 5b). Con esto, el traductor de esta versión pretende dar una interpretación en lugar de una traducción, pues la expresión hebrea וְאָמַר (veamár) debería de traducirse igualmente en las tres veces que es utilizada en este pasaje. El resultado de la versión de la Reina Valera 1960 es que se implica erróneamente que la persona hablante ha cambiado a otra persona al inicio del versículo 6. Así que, si se utiliza el formato de un guion, leeríamos en la Reina Valera 1960:
Falso Profeta: No soy profeta; labrador soy de la tierra, pues he estado en el campo desde mi juventud. (v. 5a)
El Otro Hablante: ¿Qué heridas son estas en tus manos? (v. 6a)
Falso Profeta: Con ellas fui herido en casa de mis amigos. (v. 6b)
El Otro Hablante: ¿Qué heridas son estas en tus manos? (v. 6a)
Falso Profeta: Con ellas fui herido en casa de mis amigos. (v. 6b)
Pero en la lectura hebrea de este texto, el guion se entiende que hay dos personas condenadas como falsos profetas en una conversación:
Persona 1 condenada a Falso Profeta: Dirá: No soy profeta; labrador soy de la tierra, pues he estado en el campo desde mi juventud. (v. 5a). Pero dirá a uno: ¿Qué heridas son estas en tus manos? (v. 6a).
Persona 2 condenada a Falso Profeta: Y dirá (en respuesta a la pregunta): Con ellas fui herido en casa de mis amigos. (v. 6b)
Persona 2 condenada a Falso Profeta: Y dirá (en respuesta a la pregunta): Con ellas fui herido en casa de mis amigos. (v. 6b)
En versiones populares como la Reina Valera 1960, la figura que presenta las heridas en medio de sus manos es el falso profeta; en cambio, cuando leo el texto hebreo, se identifica a la otra persona condenada como falso profeta. Una admisión implícita de que él había pretendido profetizar, y que sus amigos en su celo por Dios lo habían herido por ello (v. 3). El Espíritu de Santidad en Zacarías alude indirectamente al Mesías, el Antitipo, herido por aquellos a quienes había venido para favorecer, los cuales debían de ser sus “amigos;” siendo como eran sus parientes (véase v. 3. en cuanto a los amigos del profeta, con Marcos 3:21, “sus amigos,” o “los suyos”; marginal, “hermanos;” Juan 7:5; “los suyos,” Juan 1:11; los judíos, “de los cuales era según la carne”, Romanos 9:5), los cuales empero lo hirieron por medio de los romanos (12:10). Por lo tanto, cuando leo la versión hebrea, el pasaje alude a Zacarías 12.10, donde se menciona a aquel que es “traspasado”, y anticipa Zacarías 13.7, que describe cómo un “pastor” es herido y sus ovejas se dispersan.